Aunque es relativamente breve, no siempre resulta fácil saber cómo estudiar la Constitución. Por ello, en este artículo te damos las claves para dominar un texto fundamental en el programa de muchas oposiciones.
Cómo estudiar la Constitución: consideraciones previas
En primer lugar, antes de entrar de lleno en el tema de cómo estudiar la Constitución, es necesario que te plantees ciertos aspectos preliminares:
- ¿Para qué finalidad quieres estudiar la Constitución? No es lo mismo estudiar esta norma para un curso universitario que para una oposición.
- ¿Cuál es el grado de exigencia? Mientras que en muchos procesos selectivos solo debes estudiar pequeños fragmentos del texto, algunas oposiciones del grupo A exigen un conocimiento exhaustivo de toda la Constitución.
- ¿Cuáles son tus conocimientos previos? Por ejemplo, si has estudiado la carrera de Derecho, partirás con mucha ventaja, ya que habrás tenido asignaturas completas dedicadas al análisis del texto constitucional.
- ¿De cuánto tiempo dispones? Por último, este puede ser el gran condicionante a la hora de decidir cómo estudiar la Constitución. Si tienes poco margen de tiempo, difícilmente podrás plantearte un estudio exhaustivo de esta norma.
Una norma relativamente fácil de estudiar
Con carácter general, podemos decir que la Constitución es relativamente fácil de estudiar, sobre todo si la comparamos con otras normas:
- Al ser la norma fundamental de nuestro ordenamiento jurídico, no entra a regular muchas cuestiones de detalle.
- Es una norma que apenas ha experimentado modificaciones. Así, a diferencia de muchas leyes administrativas, el texto de la Constitución es prácticamente el mismo que en el momento de su aprobación. De hecho, solo ha habido dos mínimos cambios, en 1992 y 2011, además de la modificación del artículo 49 que se ha planteado en 2021.
- Tiene una estructura muy clara y bien ordenada, que facilita abordar el proceso de estudio.
- Es una ley no demasiado extensa. Así, solo cuenta con 169 artículos.
Cómo estudiar la Constitución: trucos que funcionan
Una vez hemos aclarado estas cuestiones previas, ya podemos entrar de lleno en materia: cómo estudiar la Constitución de forma sencilla y eficiente.
Pues bien, algunos “trucos” o recomendaciones que dan muy buen resultado son los siguientes:
1. Analiza la estructura de la Constitución
Si tienes clara la organización del texto, te será mucho más fácil encajar cualquier contenido en un marco determinado que te ayudará en la memorización.
2. Agrupa las materias similares e interrelaciona conceptos
Una de las herramientas que más ayudan a nuestro cerebro a fijar conocimientos es la de establecer conexiones entre materias. Por tanto, cuando memorices un nuevo artículo, trata de relacionarlo con otros contenidos que ya hayas estudiado. Establece semejanzas y diferencias, compara datos (plazos, mayorías de votos), etc.
3. Asegúrate de comprender todos los contenidos
El lenguaje utilizado por la Constitución no es especialmente complejo, pero siempre puede haber conceptos más difíciles de comprender o procedimientos enrevesados.
Por tanto, antes de ponerte a memorizar, asegúrate de que comprendes correctamente todo lo que estás estudiando. En caso de duda, deberías consultarla con un profesor que pueda echarte una mano.
4. Busca aplicaciones prácticas o conexiones con la actualidad
Como norma fundamental, la Constitución está muy presente en el día a día de nuestras instituciones. Por tanto, si eres de los que leen el periódico o te gusta ver las noticias en televisión, seguro que tienes muchas referencias de cuestiones que se regulan en la Constitución.
Así, aspectos como el funcionamiento de los tribunales, los debates y votaciones en el Congreso, el nombramiento de Presidente, las funciones del Rey, etc., todo parte de esta norma.
Por tanto, cuando estudies la Constitución, trata de conectar sus contenidos con noticias de actualidad o imágenes mentales (por ejemplo, visualizar el hemiciclo del Congreso puede ayudarte a recordar el número de diputados o la formación de mayorías).
5. Mnemotecnia para estudiar la Constitución
Por último, no hay que menospreciar la utilidad de las reglas mnemotécnicas para memorizar ciertos contenidos. Aquí, cada persona tiene sus propios “trucos”. En general, cuanto más absurda o graciosa sea la asociación que realices, más fácil te resultará recordar la materia.
En cualquier caso, esto no es más que una ayuda puntual para recordar ciertos contenidos; nunca debería ser tu método principal para abordar el estudio.
Estructura de la Constitución Española
Como hemos dicho, la primera cuestión que deberías tener clara cuando te planteas cómo estudiar la Constitución es la de su estructura. Así, una vez que domines perfectamente la organización esta norma, te resultará mucho más fácil ubicar mentalmente cada nuevo contenido que estés aprendiendo.
Pues bien, nuestra Constitución se organiza en títulos, capítulos, secciones y artículos, según la siguiente estructura:
- Preámbulo, que simplemente refleja la intención de los legisladores al elaborar esta norma.
- Título Preliminar. Aquí se regulan las cuestiones más esenciales sobre la forma del Estado, principios generales y símbolos fundamentales.
- Título I: De los derechos y deberes fundamentales.
- Título II: De la Corona.
- Título III: De las Cortes Generales.
- Título IV: Del Gobierno y de la Administración.
- Título V: De las relaciones entre el Gobierno y las Cortes Generales.
- Título VI: Del Poder Judicial.
- Título VII: Economía y Hacienda.
- Título VIII: De la Organización Territorial del Estado.
- Título IX: Del Tribunal Constitucional.
- Título X: De la reforma constitucional.
- Disposiciones Adicionales.
- Disposiciones Transitorias.
- Disposición Derogatoria.
- Disposición Final.
En total, la Constitución tiene 169 artículos, más las disposiciones que cierran el texto.
Organización del trabajo: cómo estudiar la Constitución
Como hemos dicho al principio, la cuestión de cómo estudiar la Constitución siempre va a depender de la finalidad y el grado de exigencia que necesites. De todos modos, hay ciertas recomendaciones generales que pueden ayudarte a organizar tus sesiones de estudio:
- Aunque tengas un temario u otro material de estudio, procura tener siempre a mano el texto completo de la Constitución. Esto te ayudará a ubicar rápidamente cualquier cuestión dentro de la estructura de la norma y comprenderla dentro de su contexto. Además, enseguida notarás que cuanto más manejes la Constitución, más fácil te resultará tener una comprensión global del texto e interrelacionar los diferentes contenidos.
- En el mismo sentido, es recomendable que al menos hagas una lectura completa de la Constitución, de principio a fin. No te llevará mucho tiempo y te ayudará a tener una visión general.
- Organiza el material de estudio de modo que puedas abarcarlo en el tiempo disponible hasta los exámenes. Combina la Constitución con todos los demás contenidos que tengas que estudiar, distribuyéndolos de forma equilibrada. Si tienes que estudiar los artículos completos de forma literal, ponte una meta diaria de un cierto número de artículos.
- Intenta que las sesiones no sean ni demasiado largas ni demasiado cortas. Es importante que te dé tiempo a concentrarte y entrar de lleno en materia, pero intenta no saturarte. Son recomendables las pausas frecuentes o incluso utilizar metodologías de estudio como la Técnica Pomodoro.
- Alterna el aprendizaje de nuevos contenidos con el repaso de los que ya hayas estudiado. Aunque al principio te parezca lenta y difícil, esta técnica te ayudará a asentar los conocimientos en la memoria a largo plazo. Reserva varios días antes de los exámenes para hacer un repaso completo de los contenidos.
En definitiva, la cuestión de cómo estudiar la Constitución no tiene grandes secretos, pero sí hay ciertas recomendaciones que pueden hacerte más sencilla la tarea. Además, una gran ventaja es que los conocimientos que hayas adquirido te servirán para casi cualquier oposición, porque prácticamente todas incluyen algunos temas relativos a esta materia.