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¿Cómo montar una empresa? Es la pregunta que se hacen cada día miles de futuros emprendedores. Tener un negocio propio es una auténtica aventura, y si tiene éxito puede ser fuente de riqueza para toda la sociedad. Si tienes espíritu emprendedor y no quieres seguir el camino trazado, no lo dudes: plantéate crear tu propia empresa, solo o con compañeros.
Una de las cosas que más suelen echar para atrás a quienes se plantean esta alternativa es el papeleo. Y por supuesto, el dinero a invertir. Sin embargo, existen opciones más sencillas y económicas de tramitar que las sociedades de toda la vida. Según el tipo de negocio que quieras montar y tus posibilidades, puedes escoger una figura u otra.
Pero antes, debes tener muy claro a qué se va a dedicar tu empresa y si realmente existe demanda suficiente como para generar beneficios a largo plazo. Es lo que se conoce como «buscar un nicho de mercado». Tanto si vas crear un negocio físico, como una tienda o un taller, como si quieres regentar una empresa online (una de las alternativas más interesantes en la actualidad), hay que examinar con lupa la competencia y las posibilidades de crecimiento de tu proyecto.
Si quieres saber más sobre cómo montar una empresa, qué alternativas existen, qué tipo de sociedad puedes crear y cómo publicitar tu negocio… ¡Has llegado al sitio perfecto! En este artículo encontrarás información detallada y contrastada, basada en la experiencia. Sigue leyendo y descubrirás todo un universo de posibilidades.
En primer lugar, pregúntate por qué quieres montar una empresa. ¿Tienes una idea que crees que puede tener éxito? ¿No consigues encontrar un empleo estable, de calidad y con buenas condiciones? ¿Te ves sobrepasado como autónomo y estás valorando trabajar con otros socios? Sean cuales sean tus razones, es importante que no se trate de un impulso o un capricho. Ser dueño de una empresa es una responsabilidad importante. Y créeme, no es nada fácil.
Antes de empezar, conviene hacer un estudio de mercado para comprobar qué demanda tiene tu producto. Lo puedes realizar tú mismo o encargárselo a una empresa; en este caso, los resultados serán más fiables pero tendrás que realizar una inversión. Hoy día Internet nos pone gran cantidad de información oficial y fiable al alcance de la mano, algo esencial para valorar las posibilidades de éxito de nuestro proyecto. En este sentido, te recomiendo leer este artículo del diario digital Emprendedores, donde te dan algunas claves para realizar este tipo de investigaciones.
Otro factor que debes contemplar es el del dinero. ¿Qué inversión necesitas para emprender tu aventura empresarial? Dependiendo de qué tipo de negocio quieras crear, puedes necesitar miles de euros… o tan solo cien. ¡Sí, se puede! De hecho, muchos negocios online que hoy triunfan comenzaron siendo blogs, perfiles de Instagram o canales de YouTube, totalmente gratuitos.
Y por supuesto, tienes que valorar si vas a emprender en solitario o vas a contar con uno o más socios. Cada opción tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Si lo haces por tu cuenta, no tendrás que compartir los beneficios… pero también estarás solo a la hora de afrontar las pérdidas. Las decisiones serán solo tuyas, para bien y para mal. Cargarás con todo el peso del trabajo, pero te evitarás posibles conflictos (que pueden llegar incluso a los tribunales).
Montar una empresa con otras personas, a mi juicio, tiene más ventajas que inconvenientes. Lo más importante es que esas personas sean de total confianza y que su implicación con el negocio sea tan fuerte como la tuya. Alíate siempre con socios que sumen y que aporten, y por supuesto, con quienes te lleves bien. Y un consejo: si puede ser, intenta no asociarte con amigos íntimos o familiares. Si tenéis problemas, ten por seguro que repercutirán en vuestra relación.
Cuando te empiezas a plantear cómo montar una empresa que funcione bien para tu modelo de negocio, una de las primeras variables a tener en cuenta es escoger el modelo empresarial.
Además de las típicas sociedades (anónima y limitada), hay otras opciones interesantes. Sobre todo, si lo que necesitas es optimizar la inversión (es decir, ahorrar dinero) y facilitar los trámites y la gestión.
Estas sociedades están formadas por uno o más socios. Los socios crean una empresa y aportan dinero y/o trabajo para llevarla adelante. Estas compañías requieren una inversión mínima de 3.000 euros, que pueden aportarse en forma de dinero o de bienes (en especie: ordenadores, inmuebles…, siempre que el resto de los socios lo acepten).
Una de sus mayores ventajas es que los socios solo se responsabilizan frente a terceros del capital que han aportado.
Es decir: si has aportado 1000 euros, eso será todo lo que tendrás que pagar si la empresa tiene que responder a alguna reclamación o demanda. Como desventajas, indicar que las sociedades limitadas se tardan más en constituir. Además, los trámites son más complicados y caros.
En tu caso, lo más probable es que no elijas este modelo para montar tu empresa. ¿Por qué? Pues porque es una figura creara para grandes capitales. Estas sociedades buscan inversores para poner en marcha proyectos de gran envergadura.
En ellas el capital se divide en cierto número de acciones que son propiedad de los socios inversores. La gran ventaja de este modelo es que dichos socios no responden de las deudas de la empresa.
La cooperativa es el modelo de empresa más «democrático» y social. La principal diferencia con la sociedad anónima y limitada es que en las cooperativas los propietarios son los socios, mientras que en el resto de las empresas lo son los accionistas. Y lo más importante: en la cooperativa todo el mundo es propietario, no solo la junta directiva.
Esto significa que no podréis contratar empleados, sino añadir socios cooperativistas. El reparto de beneficios se establece de forma equitativa, sin porcentajes… Eso sí: también la responsabilidad frente a las pérdidas. Y lo mismo sucede con la toma de decisiones, que se realiza en asambleas.
Si te estás planteando cómo montar una empresa y no te convencen ninguno de los modelos anteriores, puede que esta sea tu mejor elección. Normalmente las comunidades de bienes se crean para gestionar propiedades: terrenos, campos, inmuebles… Pero lo cierto es que también sirven para montar negocios. Como mínimo, debe haber dos «socios comuneros» (dados de alta como autónomos) para crearlas.
Las comunidades de bienes tienen muchas ventajas y, como es lógico, algunos inconvenientes. Son los siguientes:
Ventajas
Inconvenientes
Precisamente, una de las cosas que más preocupan a los emprendedores a la hora de empezar un proyecto es la fiscalidad. Es importante declarar todas las ganancias; no solo porque te arriesgas a importantes sanciones, sino porque los impuestos son lo que nos permite tener una sanidad, una educación y una cobertura social imprescindibles.
El problema no es tanto la disposición a cumplir las obligaciones fiscales, sino su complicación. Por eso, lo normal es que las empresas contraten gestorías o profesionales que les permitan olvidarse de estos trámites. Pero a veces no es posible: en los inicios, cada euro cuenta y todo lo que podamos ahorrarnos será bienvenido.
Además, llevar la contabilidad y la fiscalidad de tu empresa te servirá para estar al tanto de lo que ingresas, lo que gastas y lo pagas a Hacienda. Y sé por experiencia que es un aprendizaje esencial. Las sociedades limitadas y las comunidades de bienes (las figuras por las que se decantan la mayoría de los emprendedores) tienen que hacer declaraciones trimestrales y anuales. Son las siguientes:
Hoy día, cada vez se da más importancia a la figura de los emprendedores. Las famosas start up que despegaron a principios de los 2000 (con las de Silicon Valley a la cabeza) han convertido a estos profesionales en modelos a seguir. Por supuesto, no se trata de un camino de rosas: emprender es complicado, hay que trabajar muchísimo y los beneficios suelen tardar mucho tiempo en llegar. A veces, incluso años…
Lo cierto es que son muchas las personas que necesitan ayuda. No solo para montar sus negocios, sino también para gestionarlos, difundirlos y hacerlos crecer. Por esta razón, formarte como experto o especialista en este tipo de actividades es una apuesta segura.
Si te gustan los números y el mundo empresarial; y si tienes las ideas y el empuje necesarios para ayudar a crecer a cualquier negocio… ¿A qué esperas?
Son muchas las profesiones de este ámbito que puedes ejercer. Y no lo dudes: son profesiones de éxito, muy demandadas hoy día y que apenas tienen paro. Entre otras opciones, puede realizar un Curso de Especialista en Administración y Finanzas o apuntarte a uno de los más actuales y demandados, el Curso de Especialista en Coaching Empresarial.
Una de las mayores ventajas de este tipo de cursos es que puedes escoger una formación abierta y a distancia. Estudiarás desde tu casa o desde donde quieras, compaginando los estudios con otro trabajo, otras formaciones o tu vida familiar.
Y aún hay más: el temario está totalmente actualizado, los profesores son profesionales del sector y (muy importante) podrás realizar prácticas en empresas. Será tu «bautismo de fuego» en el sector profesional, donde aprenderás de la mano de los mejores.
¿Quieres saber más? Rellena el formulario que puedes ver aquí para recibir toda la información sobre estos cursos. Te espera un futuro brillante, en el que ayudarás a muchos emprendedores a hacer realidad sus sueños y harás que sus empresas crezcan y mejoren.
Es el momento de tomar esa decisión que cambiará tu vida y te abrirá muchísimos caminos. ¡No esperes más y empieza a formarte!