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En este artículo te mostramos varias técnicas y recomendaciones que pueden ayudarte a dar respuesta a la cuestión de cómo relajarse antes de un examen. Si eres de los que se ponen nerviosos en estas situaciones, ¡sigue leyendo!
Sin duda, casi todos experimentamos un cierto nivel de nerviosismo en los momentos previos a un examen. De hecho, en su justa medida, estos nervios no tienen por qué ser negativos. Así, no dejan de ser una respuesta natural del cuerpo de cara a prepararse para una situación difícil.
Por tanto, siempre que no sean excesivos, los nervios pueden ayudarte a estar más alerta y rendir mejor cuando te enfrentas a una prueba académica o a un ejercicio de una oposición.
Sin embargo, muy a menudo, el nerviosismo y la ansiedad se convierten en un auténtico problema, afectando a nuestra salud y empeorando nuestro desempeño en los exámenes.
Es en estos casos donde sería conveniente acudir a ciertas técnicas y herramientas que pueden ayudarnos a mantener a raya esos nervios y hacer un mejor papel en el ejercicio.
De este modo, para resolver la cuestión de cómo relajarse antes de un examen, debes fijarte en tres etapas diferentes:
En los siguientes apartados veremos en detalle cómo afrontar cada una de esas etapas del mejor modo posible.
Sin lugar a dudas, estar bien preparado es uno de los factores que más pueden ayudarte a tranquilizarte antes de un examen.
Por tanto, si quieres controlar los nervios, empieza a planificar tu estudio desde el primer momento. Entre otras cuestiones, deberías tener en cuenta lo siguiente:
A medida que se acerque la fecha del examen, podrías encontrarte un poco más nervioso. No obstante, si has seguido los consejos anteriores, seguramente estarás bastante más tranquilo que en ocasiones anteriores.
En este punto, lo importante es que vayas pasando del proceso de estudio al de repaso. Se trata, por tanto, de refrescar lo que ya has memorizado y ponerlo «a punto» para los exámenes.
Sobre todo, intenta evitar «atracones» de última hora. De hecho, el día antes de la prueba podrías incluso no estudiar nada.
Además, procura dormir bien para levantarte descansado, evitando en la medida de lo posible abusar de la cafeína o de bebidas energéticas.
Si quieres, puedes también probar alguna técnica de relajación y meditación durante los días previos. Incluso unos simples ejercicios de respiración pueden ayudarte a calmar la ansiedad. En este sentido, hay muchas apps que te facilitan adquirir una rutina de relajación de forma cómoda y sencilla.
Si llegas con todo el trabajo hecho y has descansado bien los días anteriores, seguro que tu nivel de nerviosismo será bastante bajo el día del examen.
En cualquier caso, intenta llegar con tiempo suficiente y acuérdate de llevar todo el material necesario (DNI, bolígrafos adecuados, etc.).
Por supuesto, evita revisar de forma atropellada el material de estudio y huye de las conversaciones que puedan ponerte nervioso. Lo mejor es que esperes en un lugar tranquilo y, si quieres, puedes hacer algún sencillo ejercicio de respiración o relajación.
Si eres una persona especialmente nerviosa o no consigues reducir tus niveles de ansiedad con las técnicas que hemos comentado, siempre puedes acudir a los servicios de un profesional de la psicología, que podrá orientarte de forma personalizada y con todas las garantías.
Por supuesto, no te automediques ni tampoco te fíes de recomendaciones que te parezcan sospechosas o puedan entrañar algún peligro.
En definitiva, la cuestión de cómo relajarse antes de un examen no tiene por qué tener una respuesta compleja ni ser un reto imposible. De hecho, como veíamos, en buena parte va a depender de lo bien que planifiques tu estudio y de que respetes una serie de hábitos saludables.
¿Te animas a probarlos?