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Si estás interesado en cómo ser etólogo para dedicarte a una profesión tan fascinante, aquí encontrarás una guía completa para resolver todas tus dudas.
¡Vamos allá!
El etólogo es el nombre que recibe alguien que investiga o pone en práctica conocimientos sobre etología, que es la ciencia que busca describir, definir y entender la conducta de las diferentes especies animales.
De hecho, incluiría también la conducta humana (aunque es una rama menos común).
Un etólogo, por tanto, es normalmente una persona que ha aprendido a observar y analizar la conducta de los animales, algo que puede parecer sencillo a primera vista, pero nada más lejos de la realidad.
Cuando se profundiza un poco, es evidente la gran complejidad que supone intentar comprender a un ser vivo que no piensa o se expresa exactamente como el ser humano.
Hoy en día, dado que muchos animales han visto modificado su entorno y se han visto abocados a la vida urbana, ha habido un cambio en diferentes tendencias de investigación, puesto que estudiar al animal en su hábitat original ya no siempre es posible.
Cuando nos preguntamos cómo ser etólogo, uno de los puntos clave es el de la formación.
Así, se trata de una rama del conocimiento que se sirve de distintas disciplinas para aplicar a su campo de estudio, integrándolas en una especialización que bebe de todas ellas.
En este sentido, es habitual que los etólogos tengan una formación general en otra carrera, para luego especializarse en etología.
Así, las carreras universitarias más habituales como punto de partida son las siguientes:
Posteriormente, existen especializaciones en etología a través de másteres universitarios, cursos de postgrado y otras formaciones especializadas.
De hecho, existen muchos cursos de veterinaria que también incorporan aspectos de etología.
En el ámbito formativo, podríamos decir que existen dos ramas principales a la hora de especializarte como etólogo:
Hoy en día, puesto que el concepto de etología todavía es poco conocido, hay bastante intrusismo en el sector y formaciones que no ofrecen un nivel adecuado en esta disciplina.
Como hemos dicho, es habitual encontrar etólogos especializados desde la veterinaria u otras ramas, trabajando en diferentes consultas privadas o en departamentos de investigación.
Sin embargo, esto no siempre es así.
Así, por su campo de estudio, que consiste en conocer y entender la conducta animal en su entorno natural, es posible encontrar a este tipo de profesionales en todos los rincones del mundo.
Estudian y ayudan a mejorar el bienestar de animales que viven en cautividad (en zoológicos, refugios, santuarios o parques) e incluso van al lugar de origen e investigan especies en peligro de extinción, pudiendo trabajar en su reintroducción.
En cualquier caso, una de las salidas más populares y demandadas para los etólogos es la referida al ámbito canino.
Veamos más en detalle en qué consiste esta especialización.
Si te interesa, específicamente, trabajar como etólogo especializado en perros, estas son algunas cuestiones que debes tener en cuenta:
Si quieres empezar tu carrera en etología y no tienes ningún conocimiento previo, una posible opción sería comenzar por alguno de nuestros cursos para que puedas familiarizarte con este sector:
Posteriormente, puedes seguir especializándote en aspectos concretos de la etología, si ves que es una buena opción para ti.
El etólogo canino tiene un sueldo que variará mucho según su especialidad concreta. Recordemos que hay diferentes ramas con las que esta ciencia se relaciona, como la del investigador, el veterinario o el adiestrador.
Normalmente, es habitual que cobren en torno a los 50 – 80 € de media por sesión, como especialista en una clínica veterinaria.
En puestos de asalariado, hay ofertas que rondan los 30.000 € al año, aunque también hay puestos con menores sueldos.
Un etólogo es siempre alguien con una formación mucho más avanzada que la de un adiestrador, ya que es alguien especializado en la ciencia de la conducta animal.
Por su parte, el adiestrador es un profesional que puede resultar muy útil cuando quieres aumentar las capacidades de tu perro, pero no necesariamente entra a fondo en la educación del comportamiento en un sentido profundo.
El etólogo canino se encarga de trabajar en el animal con mucha más profundidad, teniendo en cuenta su conducta natural, su lenguaje corporal y sus instintos, entre muchos otros factores que tienen que ver con la salud y el bienestar.
Así, es capaz no solo de analizar, enseñar y educar al perro, sino también de solventar problemas graves (que de otra forma serían casi irresolubles) como el miedo o la agresividad extrema.
En definitiva, ahora que ya sabes cómo ser etólogo, ¿te parece una opción laboral interesante?
Sin duda, puede ser un campo de trabajo tan apasionante como demandado, en una sociedad donde los animales tienen cada vez mayor protagonismo.
Por ello, si quieres mejorar tu formación en veterinaria, no dudes en informarte sobre nuestros cursos a través del formulario de contacto.
¡Estaremos encantados de resolver todas tus dudas!