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Seamos realistas, a todos se nos ha iluminado la cara alguna vez al escuchar que la prueba para la que tenemos que prepararnos es tipo test. Seguro que también has pensado eso de: “bah, con leerlo me llega” y luego te has dado cuenta de que este formato de examen requiere no solo apoyar los codos, sino que además es necesario aplicar una metodología para optimizar el tiempo y retener mejor cada respuesta.
Si a ti también se te atragantan los exámenes tipo test, ¡no te preocupes! Te mostramos algunos consejos para que les cojas cariño. Sigue estos pasos y conseguirás superarlos sin agobios.
Empecemos por comprender qué es un mapa mental, pues bien, aunque a priori el concepto puede parecer tedioso, un mapa mental no es más que un diagrama.
Para hacer un mapa mental solo tendrás que representar un concepto principal que situarás en el centro para, después, ir desarrollando ideas relacionadas a partir del mismo.
Es probable que, con esta información, se te venga a la cabeza el típico mapa conceptual, pero es importante que sepas que son herramientas distintas.
La diferencia radica en que un mapa mental es más flexible y usa conceptos espontáneos normalmente surgidos de una lluvia de ideas, mientras que el diagrama conceptual presenta un concepto principal con nodos que se desglosan de lo genérico a lo particular.
Además, ambas técnicas se usan de modo diferente:
Este paso es uno de los mejores consejos que puedas recibir para preparar un examen tipo test. El problema de esta tipología de examen es, precisamente, el hecho de incluir diferentes opciones de respuesta. ya que algunas pueden generarte dudas que conseguirán ponerte nervioso.
Si estás preparándote para una oposición sabrás que otro de los inconvenientes que presenta este modelo de examen es que requiere que pongas a prueba tu memoria a largo plazo, algo a lo que la mayoría no estamos acostumbrados.
Todos hemos empezado a estudiar y hemos dicho que llevaremos las cosas al día, nos hemos llenado de buenos propósitos y hemos acudido a la librería de turno a comprar agenda, posits, subrayadores de mil colores diferentes para, finalmente, dejar todo olvidado en un cajón. Si este también ha sido tu caso, te habrás dado cuenta de que, si el examen es tipo test y la carga teórica muy alta, la técnica de estudiar el último día no funciona.
Por ello es importante que te organices y hagas un calendario semanal. Para elaborarlo tendrás que:
Es importante que te plantees cuáles son tus metas y que objetivos quieres alcanzar cada semana. Aquí es muy importante tener en cuenta que tus objetivos deben ser realistas.
Puedes hacerla en Excel, aunque también existen diversos programas como Canva que te permiten personalizar tu calendario como quieras.
Es el momento de que plasmes las actividades que te llevarán a conseguir tu objetivo semanal.
Por supuesto, lo más importante a la hora de elaborar un planning semanal es ser constante y seguirlo a raja tabla. De nada servirá tener tu calendario si no lo vas a cumplir.
Este punto es fundamental ya que es importante que revises si realmente estás cumpliendo los objetivos que has establecido. Analiza si tu planning es efectivo y, si no es así, deberías pensar qué es lo que está fallando.
¿Sabías que puedes estudiar los exámenes tipo test como si fuera un juego? Si empleas tarjetas didácticas, también conocidas como flashcards, verás que estudiar puede tener su parte divertida.
Una tarjeta didáctica no es más que un trocito de papel o cartulina que consta de dos caras: una cara A en la que anotarás una pregunta relacionada con el tema que estás estudiando y una cara B en el plantearás las palabras clave de su correspondiente respuesta.
Elaborarás las flashcards a medida que vayas estudiando el tema. Después usarás estas tarjetas para repasar los temas día a día y… ¡voilá! Casi sin darte cuenta habrás creado tu propio trivial.
Está demostrado que un repaso diario de entre 5 y 10 minutos al día con estas tarjetas facilita la retención de la información de forma sistemática en nuestra memoria a largo plazo, así que… ¿a qué esperas para incorporar tarjetas didácticas a tu método de estudio?
Otro truco muy útil que te ayudará a retener mejor los conceptos de cara a superar tu examen tipo test consiste en incorporar técnicas nemotécnicas en tus hábitos de estudio.
Te mostramos algunas de las tácticas más exitosas para que puedas implementar en tu rutina de estudio y así aprobar esta tipología de prueba:
Por ejemplo: imagina que tienes que memorizar las siguientes provincias de Castilla la Mancha; Albacete , Ciudad Real , Cuenca , Toledo y Guadalajara, y además, te gustan las ranas, para memorizarlas podrías construir una frase relacionada con tu pasión: «Al croar come todos los gusanos». Así asimilas Castilla la Mancha con la rana, y al acordarte de la frase, no te olvidarías de ninguna provincia.
Por ejemplo: piensa que quieres aprender los países de América del Norte, podrás crear la palabra MEUC enlazando la inicial de cada uno de los países: Méjico, Estados Unidos y Canadá.
Finalmente, es necesario que comprendas que es igual de importante que sepas cómo preparar tu examen como la manera en que tienes que desarrollarlo una vez estés en faena.
Cuando llegue el momento en que tengas que hacer tu examen tipo test, recuerda:
Siguiendo al dedillo estos consejos te aseguro que ningún examen tipo test te saldrá rana, ¡croac!