¿Cuáles son las áreas de reflexión crítica?

Si necesitas saber qué es una reflexión crítica y cuáles son las áreas que la componen, ¡este es tu artículo! Te explicamos cómo llevar a cabo un análisis de este tipo y qué puede aportar en el ámbito educativo y en otros. 

Definición de reflexión crítica. ¿Cuáles son sus áreas?

La reflexión crítica es la acción que se basa en analizar los fundamentos y razones de un tema o contenidos. Es decir, investigar sin prejuicios previos sobre un determinado tema. 

Debe ser exhaustiva, cuestionarse lo establecido y ser realizada de forma autónoma. Se trata de abordar diferentes perspectivas sobre un determinado tema o de investigar a fondo sobre él.  

Para llevar a cabo una buena reflexión crítica necesario tener la máxima información sobre ese tema concreto para poder formular una opinión propia lo más acertada sobre el mismo.

Si te planteas desarrollar una reflexión crítica, es necesario que tengas claro que no solo tendrás que abordar una idea central o tesis y demostrarla, también deberás abordarla con madurez para disertar sobre ella de forma coherente y fluida. 

Las áreas que componen una reflexión crítica son la razón, el pragmatismo y las evidencias.

En el ámbito educativo es de vital importancia la reflexión crítica para la formación de docentes y también de alumnos con capacidad de autocrítica para impartir y recibir conocimientos de calidad en las diferentes áreas formativas. 

En el área de filosófica también es importante contar con una reflexión crítica sobre diferentes temas. La crítica es necesaria para que un tema se convierta en filosófico. Esta reflexión crítica ayuda a un análisis más profundo y certero de nosotros mismos y del mundo que nos rodea y así conseguimos conclusiones más precisas sobre la existencia.

Las áreas de la reflexión crítica sirven para ordenar el pensamiento. Si deseas escribir una reflexión de este tipo efectiva existen algunas recomendaciones que te ayudarán a hacerlo mejor, vamos a verlo. 

¿Cómo escribir una reflexión crítica?

Puedes presentar el tema a exponer en el primer párrafo de forma objetiva, a continuación, es aconsejable hacer una interpretación del tema, y luego en el siguiente párrafo presentar un análisis, crítica y opinión sobre el asunto planteado en un primer momento. El párrafo final es para resumir lo fundamental y dar una conclusión sobre la reflexión crítica que hayas hecho.

Toda reflexión crítica consta de una introducción, un desarrollo y una conclusión. Ha de mantener un tono académico o profesional, objetivo en la medida de lo posible y formal en el lenguaje. 

La reflexión puede ir escrita en primera persona para acercar al lector el pensamiento de la persona que la escribe, pero suele hacerse en tercera. El contenido ha de ser coherente y organizado por párrafos de manera lógica, como dijimos anteriormente.  Debe emplear transiciones para conectar los argumentos expuestos en la reflexión. 

 La intención es conectar la perspectiva personal de la persona que escribe con un tema de interés común o universal.

En este tipo de reflexiones es importante también realizar comentarios sobre el contenido y el fondo más que la forma y aporta juicios y análisis sobre el mismo contenido. Para ser más crítico puedes también enfrentar la idea principal desde varios puntos de vista y ofrecer la posibilidad de extraer conclusiones diferentes a los lectores. 

¿Cómo formarte para enseñar las áreas de reflexión crítica?

En el mundo educativo es de vital importancia enseñar al alumnado a tener un espíritu crítico y, por tanto, a realizar reflexiones críticas sobre el contenido que se estudia. 

Para poder enseñar al alumnado a hacer una reflexión crítica, el primer paso es convertirse en docente y superar un proceso selectivo de oposiciones a educación. Tendrás que demostrar tu conocimiento sobre ciertos temas teóricos y ejecutar una presentación de una unidad didáctica si superas el primer examen. 

Se trata de un concurso-oposición convocado por las respectivas comunidades autónomas, por lo que el contenido de las pruebas puede variar en función de la entidad convocante y de la especialidad. En todo caso, por norma general el proceso selectivo estará formado por tres fases:

• Fase de Oposición. En esta fase se evalúan los conocimientos específicos de la especialidad elegida y la aptitud pedagógica, mediante prueba escrita, así como el dominio de las técnicas necesarias para el ejercicio docente, mediante la presentación de una programación didáctica y en la preparación y exposición oral de dicha programación. La preparación y presentación de la unidad didáctica es una de las partes más significativas del proceso selectivo.
  
• Fase de Concurso. En esta fase se valoran los méritos alegados por los aspirantes, entre los que figuran la formación académica y la experiencia docente previa.
• Fase de Prácticas. Si se superan las dos fases precedentes, el aspirante pasará a ser nombrado funcionario en prácticas y se le adjudicará un destino donde realizarlas. Al término de sus prácticas profesionales, será nombrado funcionario de carrera.

Ya nos queda claro qué es una reflexión crítica, cuáles son sus áreas y por qué es tan importante en el proceso educativo. Si deseas formarte a fondo en este sector de la educación cuenta con una academia a tu medida como Campus Training.