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Una dieta sin gluten es ideal para aquellas personas que sufren alergia o intolerancia al gluten, una proteína presente en muchos alimentos. Si deseas mejorar tu salud digestiva y diseñar una dieta adaptada a tus necesidades nutricionales te contamos en este artículo cómo hacer una dieta sin gluten correctamente. Toma nota.
El gluten es una proteína que se encuentra en la semilla de cereales como trigo, cebada, centeno y derivados y algunas variedades de avena. El gluten es el responsable de la elasticidad de la masa de harina, confiriendo la consistencia esponjosa de panes y masas horneados.
La dieta sin gluten es un tipo de alimentación que excluye esta proteína y que cada vez es más popular tanto por recomendación médica como por elección personal. Evitar esta proteína de algunos cereales es crucial para una buena salud digestiva si sufres enfermedad celíaca. Una dieta sin gluten puede servir para mejorar el bienestar aún sin ser intolerante o alérgico al gluten.
El gluten está presente como dijimos en la composición de muchos alimentos que consumimos a diario. Bollería, panes, masas y pastas que encontramos en los supermercados son productos y alimentos con gluten prohibidos en la dieta de un celíaco o sensible al gluten no celíaco.
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Descarga gratis la guía formativaPara llevar una dieta celíaca existen varios motivos. El principal es poseer una celiaquía que es una enfermedad inmune relacionada con el contacto con el gluten que provoca una reacción anormal en el intestino en aquellas personas que la padecen.
También puedes elegir una dieta no celíaca si tienes sensibilidad al gluten no celíaca, una enfermedad que mejora al adoptar una dieta sin gluten y por último si tienes alergia al trigo lo recomendable es también que sigas este tipo de dieta.
La dieta sin gluten se recomienda tanto para las alergias como para las intolerancias a esta proteína, aunque hay diferencias. Las alergias alimentarias son respuestas del sistema inmunológico del cuerpo a ciertos componentes de los alimentos mientras que las intolerancias son reacciones adversas a los alimentos que no involucran al sistema inmunológico. En las alergias alimentarias pueden variar desde leves hasta potencialmente mortales. En las intolerancias alimentarias los síntomas son generalmente menos graves que los de las alergias alimentarias y suelen estar relacionados con problemas gastrointestinales.
Para las alergias el tratamiento principal es evitar por completo el alimento desencadenante, en este caso alimentos con gluten. Para las intolerancias basta con evitar o limitar la cantidad de alimentos que desencadenan los síntomas, aunque no de forma radical.
Para determinar la alergia alimentaria al gluten se deben realizar pruebas médicas como una biopsia intestinal y analíticas de diferentes tipos.
Para una persona celíaca que tome gluten, este se vuelve tóxico y provoca daños en el intestino, donde crea una respuesta autoinmune que genera la inflamación y deterioro de la mucosa. Esto provoca deficiencia nutricional y complicaciones como disminución de la densidad ósea, trastornos autoinmunes, anemia ferropénica, deficiencia de vitamina B12 o diversos tipos de cáncer de colon o intestinal.
La alergia al gluten puede provocar síntomas como diversos problemas gastrointestinales, desde diarrea a hinchazón, dolor abdominal, náuseas o vómitos. Otros síntomas son pérdida de peso inexplicable, debilidad y fatiga, anemia, problemas cutáneos, dolor en articulaciones, problemas neurológicos o menstruales.
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