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¿Eres una persona concienciada con la alimentación sana y el medio ambiente? En este artículo hablamos de la diferencia entre biológico y ecológico, esos conceptos que tanto dan que hablar y que a menudo se confunden por desconocimiento.
¡Sigue leyendo para saber más sobre los productos verdes y la profesión de agricultor ecológico!
Seguro que más de una vez has tenido en la mano productos calificados como sostenibles, biológicos, ecológicos, orgánicos… Muchas etiquetas que suenan iguales o parecidas y que es muy fácil confundir.
Pero, a pesar de lo que pueda parecer a simple vista, no son términos sinónimos ni intercambiables, ya que cada uno tiene sus propias características que es recomendable conocer para poder hacer un consumo más informado y responsable.
Aquí vamos a contarte la diferencia entre biológico y ecológico para que te hagas una idea de las diferencias, ya que las regulaciones de la Unión Europea pueden resultar bastante confusas.
A la vista de esto, son las empresas del sector, junto a las personas que ejercen la profesión de agricultor ecológico, quienes han ido definiendo y acotando con el tiempo qué productos verdes son ecológicos y cuáles son biológicos.
Veamos qué conlleva que un artículo alimenticio lleve asociado el sello de ecológico o biológico. ¡Toma nota!
Para que un producto pueda ser considerado como ecológico debe pasar, sin mediación artificial, los distintos estadios de producción y desarrollo en un entorno natural.
Esto quiere decir que cuando te encuentres con un producto verde con la etiqueta de “ecológico” (hortalizas, tubérculos, frutas…), significará que el recorrido hasta llegar a tu carrito de la compra ha pasado por el siguiente proceso:
El producto final crece y madura solamente gracias su proceso natural de crecimiento influido por el clima de la zona de la plantación, lo cual afecta, en última instancia, al sabor y la calidad del producto.
Además de presentar beneficios para la salud, la agricultura de productos verdes ecológicos presenta muchas ventajas para la conservación del medio ambiente.
La agricultura de productos ecológicos se esfuerza por conseguir productos de calidad a la vez que se preserva el entorno natural con esfuerzos sostenibles a través de la optimización de los recursos y la utilización de energías renovables.
Por su parte, los productos biológicos son aquellos que han crecido y madurado sin haber pasado por un proceso de alteración genética.
En los estantes de los supermercados hay una gran cantidad de productos de los que desconocemos que hayan sido manipulados genéticamente. Aquí es donde entra la calificación de producto “biológico” o “bio”.
El sello o etiqueta “bio” sirve para indicar que un producto se ha desarrollado sin pasar por manipulación genética.
Al igual que ocurre con los productos de origen ecológico, los de tipo biológico presentan la característica de contribuir a mejorar la sostenibilidad medioambiental y preservar el patrimonio genético natural.
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Descarga gratis la guía formativaAhora que ha hemos hablado de la diferencia entre biológico y ecológico, vamos a profundizar en dos aspectos ventajosos que presenta el consumo de estos productos verdes: el impacto sobre el medio ambiente y sobre la salud.
Consumir productos biológicos y ecológicos conlleva grandes beneficios para la salud, ya que nos permiten llevar una rutina alimenticia equilibrada y saludable con una mayor presencia de vegetales.
Además de conocer la procedencia de lo que llega hasta nuestro plato, estos productos presentan la ventaja añadida de contener un menor nivel de azúcares y aditivos artificiales.
Como apuntábamos antes, al decantarnos por la compra de productos de sello ecológico y bio, estaremos contribuyendo no solo a nuestra salud, sino también a la del planeta.
La agricultura ecológica presenta, principalmente, las siguientes ventajas:
Si sigues por aquí, ya sabrás más sobre la diferencia entre biológico y ecológico y las ventajas que estos productos verdes presentan tanto para nuestro organismo como para la salud del medio natural.
Ser agricultor ecológico es una profesión muy interesante con una proyección cada vez mayor en el mercado laboral.
Las tendencias en la preocupación por la vida sana y el medio ambiente están llevando a muchas personas a replantearse por completo sus hábitos de consumo y cómo estos influyen en su calidad de vida. Como resultado, la demanda de productos ecológicos y biológicos va en aumento.
Esto puede comprobarse por la cantidad de tiendas nuevas que comercian con este tipo de productos, pero también se aprecia en los establecimientos de restauración, muchos de los cuales han empezado a ofrecer en sus cartas platos elaborados con productos con sello bio y ecológico.
En este contexto, el sector de la agricultura ecológica está viviendo un buen momento y la previsión es que no deje de crecer.
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