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La discapacidad y la minusvalía son dos conceptos que hacen referencia a las limitaciones físicas o psíquicas de una persona para desarrollar actividades de la vida normal. Sin embargo, tienen matices muy diferentes en el uso actual. Te contamos todo sobre sus diferencias.
Tradicionalmente, los términos minusvalía y discapacidad se han empleado de forma similar para referirse a limitaciones o dificultades en las habilidades físicas, mentales o sensoriales de una persona. Sin embargo, en los últimos años sí se ha establecido una diferencia sustancial entre ambos conceptos. Antes de verla vamos a definir cada uno de ellos para que queden más claros.
La discapacidad es una patología que impide al individuo que la sufre realizar funciones con normalidad. Se refiere a una condición física, mental o sensorial que limita las habilidades de una persona para llevar a cabo actividades diarias en comparación con el resto de personas.
Se centra en las barreras que enfrenta una persona debido a su condición y cómo estas barreras pueden ser eliminadas o reducidas con ajustes que mejoren la inclusión. Por ejemplo, una persona con discapacidad visual puede utilizar un bastón o un perro guía para superar las barreras asociadas con su discapacidad y participar plenamente en la sociedad.
Si hablamos de minusvalía nos referimos a un término que ha caído en desuso y que se centra más en las deficiencias de una persona que en sus habilidades. Se solía emplear para describir una condición física por la que una persona tenía una desventaja en comparación con los estándares normales de una sociedad.
Es un término que se centra o enfoca en el menor valor de esas personas y por eso en la actualidad es preferible emplear el término discapacidad que es mucho más inclusivo y se centra en la capacidad de una persona y no en su valor en comparación con otras.
Si hablamos de diferencias entre minusvalía y discapacidad, es necesario dejar claro algún ejemplo para poder entenderlo mejor. Una persona con discapacidad puede tener dificultades para caminar con normalidad por un trastorno en sus piernas de nacimiento, mientras que una con minusvalía no puede caminar por causas diversas que le han impedido hacer algo habitual en cualquier ser humano.
Otro ejemplo que nos puede ayudar a entender las diferencias entre minusvalía y discapacidad. Una persona que tiene miopía, pero a pesar de llevar gafas, le impide ver con normalidad: esto representa una discapacidad. Se puede considerar que esta persona tiene una minusvalía solo en caso de que su posibilidad de integración social se vea afectada.
Además de discapacidad para sustituir a minusvalía, también se ha barajado últimamente el término diversidad funcional, aunque sin llegar a un acuerdo unánime en su uso generalizado.
A la hora de hablar de discapacidad es importante no usar el término discapacitado o discapacitada, sino el de persona con discapacidad, porque esa persona sufre un problema que limita sus capacidades, pero no las impide.
La discapacidad se clasifica en función de cómo afecta a la vida normal de las personas. Según el grado de discapacidad, los organismos públicos pueden valorar situaciones particulares para ofrecer ayudas económicas o de prestaciones para apoyar su desarrollo físico e intelectual.
No debemos confundir con incapacidad que es la falta de capacidad de una persona para llevar a cabo una tarea de forma temporal o permanente. Es más propia del ámbito laboral y se mide en grados.
Una persona puede presentar una incapacidad temporal causada por un accidente laboral, pero no tener asociada ningún tipo de discapacidad que condicione su vida fuera del trabajo.
La discapacidad puede ser abordada desde dos tipos de modelos. Por un lado, el modelo médico que considera la discapacidad como una enfermedad, condición de salud o trauma que limita la capacidad de la persona para realizar algo y que puede lograrlo con ayuda médica. Por otro lado, el modelo social considera la discapacidad un problema de origen social que impide la integración del individuo en la sociedad y, por tanto, lleva a una incapacidad laboral.
El sistema de clasificación de la OMS sobre la discapacidad diferencia los siguientes tipos:
Si deseas saber más sobre las diferencias entre discapacidad y minusvalía y quieres trabajar en el ámbito sanitario con personas que sufren discapacidad, puedes cursar cualquier grado de la oferta de FP en Sanidad.
Puedes hacerlo con una formación orientada a la terapia ocupacional o a convertirte en técnico en atención a personas con dependencia o bien optar por una formación del ámbito de la salud más genérica.
Si lo tuyo es más la parte de cuidado y asistencial debes formarte con un FP de cuidados auxiliares de enfermería. La labor de un auxiliar de enfermería es fundamentalmente asistencial, pero también tiene una vertiente administrativa (planifica, organiza y evalúa las unidades de trabajo) e incluso docente (imparte programas de formación profesional o sobre autocuidados) o investigadora (colabora en equipos de análisis y estudios). Se trata de un perfil polivalente altamente demandado en el área sanitaria y con el que encontrarás amplias posibilidades en el mercado laboral.
Siguiendo con la parte asistencial puedes formarte como técnico de atención de personas en situación de dependencia. En el área de emergencias sanitarias también existe una titulación de FP para convertirte en técnico en la materia. Se trata de profesional de la rama sanitaria que se encarga de tratar al paciente, estabilizándole y trasladándole hasta el centro de salud más cercano en el que será atendido por profesionales médicos.
En este ámbito puedes formarte en la parte de laboratorio y analítica. El ciclo superior de laboratorio clínico y biomédico en el que te vas a capacitar para poder realizar estudios analíticos de muestras biológicas humanas, interpretando y valorando los resultados técnicos como soporte al diagnóstico clínico u orientados a la investigación clínica.
También puedes trabajar con grúas para enfermos presentándote a algunas de las oposiciones de Salud.
Con ellas podrás optar a diferentes puestos de la rama sanitaria donde poder aplicar tus conocimientos con las grúas para personas. Para aprobar oposiciones de salud te recomendamos que optes por una academia adaptada a ti y especializada que te ofrezca ciertas garantías y que cumpla algunos requisitos.
Ahora ya conoces las diferencias entre discapacidad y minusvalía. Si tienes dudas sobre cómo formarte de manera especializada para trabajar con estas personas, cuenta con una academia como Campus Training.