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La hostelería y la restauración son dos actividades con evidentes diferencias. Podemos decir que la hostelería es una actividad que engloba servicios de alojamiento y también de restauración mientras que ésta se centra solamente en negocios dedicados a elaboración de comidas y bebidas. En este artículo te explicamos con detalle las diferencias entre hostelería y restauración.
Para poder diferenciar bien estos dos conceptos es necesario primero tener una definición clara de cada uno.
En primer lugar la hostelería es el conjunto de servicios que proporcionan alojamiento y comida a los clientes. Está formado por las ramas de alojamiento pero también de restauración. Dentro del sector de hostelería entrarían tipos de negocios como hoteles, pensiones, paradores, casas rurales, albergues, etc. que ofrecen alojamiento pero también pueden ofrecer servicios de comida y bebida a los clientes.
Las operaciones propias de la hostelería son las de cocina, sala y barra principalmente. Entre los puestos propios de esta especialidad están los chefs, baristas, jefes de sala, sumiller o camareros. Un empleado en hostelería trabajará en restaurantes, cafeterías o demás establecimientos de comida y bebida principalmente.
La historia de la industria hostelera se remonta a la antigüedad (siglos 1000 a 500 a. de C.) cuando los comerciantes viajaban de un lugar a otro para intercambiar mercancías a cambio de hospedaje. El punto de inflexión en la historia de la hostelería vino con la Revolución Industrial y la generalización de los medios de transporte que permitió a las personas desplazarse de forma masiva de un lugar a otro.
Por otra parte, la restauración es la parte de la hostelería dedicada exclusivamente a la elaboración de comidas y bebidas preparadas para su consumo. En esta sección podemos incluir negocios tales como restaurantes, casas de comidas, cafeterías, bares, mesones, vinotecas, bodega, chiringuitos, etc.
El término restauración no es nuevo, apareció durante la Revolución Francesa cuando grandes chefs abrieron casas de comidas para poner su conocimiento culinario al servicio de la burguesía. En 1765, un pequeño empresario francés de apellido Boulanger abrió en París una casa de comidas. En el frente puso un cartel en latín en el que se podía leer: “Venis ad me omnes qui stomacho laboratis et ego restaurabo vos” (Venid a mí los que tenéis el estómago vacío que yo os lo restauraré).
De aquí que la palabra restaurativo que se refería a la comida como caldo de carne que se ofrecía en el siglo XVIII haya quedado como la usada en castellano para este tipo de establecimientos (restaurantes) y para la actividad de la restauración.
Con el fin del Antiguo Régimen, muchos jefes de cocina y cocineros abrieron sus propios restaurantes. En 1804 había en París más de quinientas casas inspiradas en la idea de Boulanger.
Por tanto, dentro del concepto de hostelería se engloban muchos categorías de establecimientos tales como bares, cafés, cafés-teatro, mesones, tabernas, tascas y, en general, cualquier tipo de establecimiento público de características similares, incluyendo los de temporada, como los chiringuitos y locales ambulantes.
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