7 minutos
Son dos perfiles profesionales encargados del mantenimiento físico y la salud. Llevan a cabo tareas similares pero existen ciertas diferencias entre un preparador físico y uno personal. Si te preguntas cuáles son, te las contamos aquí.
Antes de desvelar cuáles son las diferencias que separan a estos dos profesionales, vamos a empezar por definir en qué consiste cada profesión para que tengas claras cuáles son sus tareas y perfiles.
El preparador personal es un profesional capacitado para diseñar un plan de entrenamiento a la medida de nuestras necesidades. Por otro lado, un preparador físico es un entrenador cualificado que se especializa en un deporte específico. Su tarea se basa en entrenar atletas para conseguir sus objetivos individuales con el fin de mejorar sus aptitudes ajustándose a las particularidades concretas de los mismos.
El preparador personal es un profesional del fitness y ayuda a las personas a alcanzar sus objetivos físicos que pueden ir desde perder peso, ganar masa muscular, mejorar la resistencia, mejorar la postura y más.
Aunque preparador físico y entrenador personal son dos profesiones similares y con funciones parecidas que comparten, existen ciertas diferencias entre ambas y te vamos a contar cuáles son. Ambos son profesionales del ámbito del fitness y el ejercicio, pero desempeñan roles distintos. Todo preparador físico tiene que ser preparador personal, pero no todo preparador o entrenador personal es preparador físico.
Un entrenador personal trabaja con un cliente de manera individualizada y le diseña un programa de entrenamiento específico para sus necesidades y objetivos. Además, le enseña técnicas de entrenamiento y corrige su técnica. Le da también motivación y apoyo personal durante las clases de entrenamiento.
El preparador personal controla el progreso del cliente y ajusta el programa de entrenamiento según sea necesario. Le puede asesorar sobre nutrición y estilo de vida saludable si lo necesita. El preparador personal ofrece una atención individual y personalizada y se dirige a personas de cualquier edad y de capacidades físicas muy diferentes y objetivos diversos.
Por su parte, el preparador físico se encarga de diseñar y mantener un óptimo estado físico a los deportistas profesionales. He aquí la gran diferencia con el preparador personal.
El preparador físico se enfoca especialmente en el rendimiento de un deporte o actividad física. Entre sus funciones está diseñar programas de entrenamiento específicos, trabajar con atletas y equipos para mejorar el rendimiento en la competencia, ofrecer entrenamiento técnico y táctico y trabajar en conjunto con entrenadores y otros profesionales del deporte para mejorar el rendimiento.
El preparador físico tiene una formación especializada en una disciplina que le permita conseguir objetivos en ella.
Un preparador físico en fútbol, analiza, controla y gestiona todas las cualidades físicas de los jugadores para conseguir que llegue al mejor rendimiento antes de cada partido sin lesionarse y controlando diferentes variables.
En ámbitos como el futbolístico se suele contratar a ese tipo de preparador físico o también en el ámbito de preparación de oposiciones. Este profesional se encarga de asesorar de manera personalizada a cada aspirante sobre las mejores técnicas y hábitos de salud, para superar unas pruebas u objetivos concretos.
Este experto trabaja en colaboración con otros profesionales de ramas como la nutrición, psicología, fisioterapia o medicina, entre otras. Por tanto, se le exigen ciertos conocimientos de esas ramas.
La de preparador físico es una profesión regulada por el Estado español que exige una certificación oficial para poder ejercerse de manera adecuada. Este especialista debe formarse en titulaciones como un grado universitario en CCAFD o un grado superior en Animación de Actividades Físicas y Deportivas (TAFAD), entre otras.
Por su parte, el preparador personal es un campo más amplio donde no se exige una titulación oficial u homologada y muchos perfiles se forman con cursos en la materia.
El preparador personal lleva a cabo una labor más cercana de motivación para sus clientes y se adapta a sus necesidades y estilo de vida para que los usuarios logren los objetivos marcados.
A modo resumen podemos decir que cuatro puntos diferencian la labor y el perfil del entrenador personal y del entrenador físico.
Si deseas adquirir estos perfiles de preparador físico o personal, puedes comenzar con un curso de personal training.
En este curso vas a abordar una serie de disciplinas que te permitirán capacitarte con conocimientos teóricos y prácticos y ejercer como personal trainer. En el temario de cualquier curso para ser entrenador personal vas a tener que abordar contenidos relacionados con anatomía y fisiología humana donde verás temas como aparatos y sistemas del cuerpo humano, miología básica o bases del rendimiento de la persona. Estudiarás también en el temario de personal trainer una parte dedicada a las capacidades físicas y al entrenamiento en sí. Aquí vas a analizar las capacidades básicas como fuerza, resistencia, velocidad y flexibilidad, las motrices como habilidad, agilidad y destrezas, además de la coordinación, equilibrio, relajación, percepción espacial y temporal. En el temario debe haber también un espacio destacado para el entrenamiento, los principios y la estructura, así como el diseño de una sesión de fitness y de rutinas de entrenamiento. En este curso has de estudiar desde las habilidades motrices, las motivaciones que llevan al fitness, la evaluación de la condición física del usuario y conocerás cómo llevar a cabo pruebas biológico-funcionales en el ámbito del fitness o una valoración de postura.
Una vez finalices tu curso para convertirte en entrenador personal podrás trabajar en centros deportivos que ofrezcan esta opción o también abrir tu propio negocio para ofrecer tus servicios como entrenador personal.
Recuerda que puedes ser entrenador en asociaciones o agrupaciones, monitor de crossfit, entrenador personal para empresas (una opción en auge para ofrecer tus servicios acudiendo al lugar de trabajo para dar clases particulares o a grupos reducidos) o entrenador deportivo de un organismo o entidad pública (piscinas, gimnasios municipales). Las opciones laborales son múltiples.
Se trata de una profesión en auge por el creciente interés sobre los beneficios del deporte dirigido para mejorar la salud y para lograr mayor bienestar físico.
Además de ser una actividad demandada, si te conviertes en entrenador personal estarás bien pagado. La media salarial de los entrenadores personales en España se sitúa en los 18.000 euros brutos anuales.
Ahora ya sabes cuáles son las diferencias entre un preparador físico y un preparador personal. Si deseas un centro de formación especializado y a tu medida, apuesta por Campus Training.