¿Qué es el entrenamiento funcional?

Si te interesa mínimamente el deporte y el ejercicio físico, es probable que hayas oído hablar del entrenamiento funcional. ¿Quieres saber lo que es?

En el artículo de hoy nos adentramos en esta disciplina y en una manera de trabajar el cuerpo que aprenderás a dominar en cualquier curso especializado de Personal Trainer y Nutrición Deportiva. Sigue leyendo y ¡fórmate para trabajar de lo que más te gusta!

¿En qué consiste el entrenamiento funcional?

El entrenamiento funcional (o functional training) es un término que ha ido ganando relevancia en los últimos años dentro del mundo del ejercicio físico y del entrenamiento personal.

Puede que hayas visto a algún famoso o influencer hablar de este término en sus redes sociales, o te han llegado anuncios de gimnasios haciendo hincapié en sus beneficios. Pero, ¿realmente sabes lo que es el entrenamiento funcional?

Según el diccionario de la RAE; el término ‘funcional’ se otorga a todo aquello que es útil y de fácil y cómodo uso. También hace referencia a lo que es adecuado a sus fines.

Pues bien; el entrenamiento funcional es una metodología de ejercicio físico con la que se diseñan programas de entrenamiento útiles a la hora de cumplir objetivos específicos.

Se contrapone con ese tipo de ejercicios más impresionantes y complicados de ejecutar que, si bien vistosos, no cumplen correctamente las metas marcadas. ¿Sabes a lo que nos referimos? Lo estético por encima de lo funcional. 

El entrenamiento funcional se basa en ejercicios cortos de intensidad medida y gradual, en los que se ejercitan un amplio grupo de músculos en cadena.

A diferencia de aquellos más enfocados en un músculo o una parte concreta del cuerpo, el entrenamiento funcional busca unos resultados mucho más globales y equilibrados.

Las claves de un buen entrenamiento funcional

Para que un entrenamiento sea funcional, tiene que centrarse en tres pilares básicos:

• Cubrir un objetivo o finalidad concreta.
• Que sea seguro para la persona que lo lleva a cabo, con un bajo riesgo de lesión.
• Que sea eficiente. Es decir, que cada uno de los trabajos físicos cumpla la función para la que ha sido diseñado.

Haciendo hincapié en el primer punto, la funcionalidad de un entrenamiento la marca el objetivo que se busca cubrir; no los ejercicios en sí. Un mismo ejercicio puede ser funcional para un usuario y no serlo para otro.

Sus beneficios generales

Esta metodología ha ido desarrollándose a lo largo del tiempo por los especialistas en esta materia, diseñando diversos ejercicios que cumplen los requisitos para considerarse entrenamiento funcional.

Entre sus múltiples beneficios está el perfeccionamiento de la movilidad corporal y la mejora del equilibrio, la agilidad y la postura. Y no solo eso, sino que también sirve para fortalecer los músculos, mantener un peso adecuado a tu estatura y tiene un gran beneficio sobre la salud cardiovascular.

Recuerda que los entrenamientos por sí mismos no son suficientes si quieres alcanzar una vida sana y gratificante para contigo mismo/a.

Para conseguir una mejora en tu salud, el ejercicio físico no es lo único en lo que te debes preocupar. Una alimentación correcta y equilibrada, y un descanso adecuado son esenciales para estar en forma y lograr una vitalidad, tanto física como psicológica.

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¿Cuáles son las principales características del entrenamiento funcional?

Las particularidades que te ayudarán a reconocer un entrenamiento funcional eficaz son muy sencillas:

• Los ejercicios son multiarticulares, implicando a varias articulaciones.
• Se tratan de trabajos compuestos: se realiza más de un movimiento o patrón de movimiento, o bien un conjunto de movimientos complejos.
• La resistencia no se ejerce sobre una máquina de gimnasio, sino sobre dos elementos principales:
  • La autocarga; es decir, empleando el propio peso corporal sin valernos de ningún elemento externo.
  • Haciendo uso de un peso libre externo, como pueden ser las mancuernas o las pesas.

Cuando se lleva a cabo un entrenamiento funcional, normalmente no se utilizan aparatos demasiado complejos o excéntricos que pueden llegar incluso a ser peligroso. Esto se debe a que prioriza los rangos de movimiento completos y a que incorpora la estabilidad como base de los ejercicios.

Una pista para distinguir un entrenamiento funcional que es efectivo de otro que no lo es, es precisamente eso: el favorecer el uso de pesos libres por encima de las máquinas.

Entrenamiento funcional: algunos ejercicios

Seguro que conoces más de un ejercicio que puede entrar en muchos programas de entrenamiento funcional. La gran mayoría son bastante sencillos, por lo que no necesitarás tener una gran forma física para empezar a hacerlos. ¡Toma anota!

• Sentadillas: imita la posición que realizamos cuando nos sentamos. Actúa directamente sobre el músculo erector de la columna, los del glúteo, los cuádriceps, los isquiotibiales y los del abdomen. Realizando este ejercicio de manera habitual, en poco tiempo notarás cómo empezarás a ganar flexibilidad en las caderas.
• Stand up y Lay down: como su propio nombre indica, consiste en acostarse boca arriba en el suelo, doblando para ello las rodillas y sin apoyar las manos (al principio puedes apoyar una). Desde esta posición completamente estirada, incorpórate haciendo uso y fortaleciendo el abdomen hasta quedarte sentado y luego ponte de nuevo de pie utilizando únicamente las piernas.
• Flexiones: estas ya las conoces y son un poco más exigentes, aunque tienen una versión lite, apoyando las rodillas en el suelo. Las flexiones son perfectas para ejercitar los brazos, el pecho y todo el core del cuerpo (área abdominal y lumbar).

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