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¿Qué es la escala Downton?

Si deseas saber qué es y cómo funciona esta escala, no te pierdas este artículo donde te lo explicamos. ¡Empecemos!
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    La escala Downton es una herramienta muy útil para evaluar riesgo de caídas especialmente en personas de la tercera edad. Si deseas saber qué es y cómo funciona no te pierdas este artículo donde te lo explicamos.

    Escala downton. Qué es

    La escala de downton es una herramienta utilizada en el campo de la atención médica para evaluar el riesgo de caídas, sobre todo en personas mayores. Las caídas accidentales son uno de los mayores problemas de salud pública a nivel mundial.

    Esta escala fue desarrollada por el Dr. Downton en la década de 1990. Su funcionamiento se basa en la observación de diferentes factores de riesgo y su objetivo se centra en identificar a los individuos que tienen mayor probabilidad de sufrir caídas.

    La aplicación de la escala downton tiene muchos beneficios en la atención médico-sanitaria, ya que permite tomar medidas preventivas y reducir de esta manera los riesgos asociados con las caídas, sobre todo en personas mayores.

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    ¿Qué elementos evalúa la escala downton?

    Esta herramienta valora entre otros elementos los antecedentes de caídas, el tipo de medicamentos que consume el paciente, la presencia de déficits sensoriales, el estado mental y el equilibrio en función de la capacidad para caminar. Vamos a ver uno a uno los elementos que evalúa la escala downton:

    1. Las caídas previas. La historia de caídas en los últimos 12 meses puede ser un factor determinante. Este factor se mide con un 0 o un 1 en función de si ha habido o no caídas accidentales en un período de tiempo concreto.
    2. Medicamentos. Aquí se valoran los fármacos que de alguna manera pueden fomentar el riesgo de caídas. Según los criterios STOPP/START los medicamentos que incrementan el riesgo de caídas serían, tranquilizantes o sedantes, diuréticos, hipotensores no diuréticos, antiparkinsonianos, antidepresivos y otros.
    3. Déficits sensoriales. La falta de visión o auditiva aumentan el riesgo de caídas. Afectaciones en las extremidades y/o intervenciones quirúrgicas hacen que se sumen puntos de riesgo y aumente el riesgo de sufrir una caída. Al igual que enfermedades que alteran la manera de caminar como un ictus u otras afecciones neurológicas.
    4. Estado mental. Un estado de confusión, agitación o deterioro cognitivo influye mucho en la movilidad, ya que estas personas pueden tener tres veces más riesgo de caerse que personas orientadas. En la escala se evalúa si el estado mental es orientado o confuso.
    5. Deambulación. La alteración de la marcha, la movilidad, el equilibrio y el uso de dispositivos de ayuda (bastones, muletas, etc.) son aspectos a tener en cuenta a la hora de valorar este punto dentro de la escala downton.  En este caso la deambulación puede ser normal, segura con ayuda, insegura con o sin ayuda o bien imposible.

    Factores en el riesgo de caídas

    A la hora de evaluar el riesgo de caídas además de la escala downton existen factores de riesgo que pueden ser extrínsecos o intrínsecos en ancianos y que aumentan el riesgo de caídas.

    Dentro de los primeros están las alteraciones fisiológicas como la inseguridad al andar, rigidez musculoesquelética o problemas visuales.

    Si las causas son patológicas, los factores que más favorecen a la caída en personas mayores son circunstancias musculoesqueléticas (artritis, deformidad de la columna vertebral, lumbalgia), neurológicas (demencia, alteraciones cognitivas) y cardiovasculares.

    Entre los principales factores extrínsecos del riesgo de caídas en personas mayores están las barreras arquitectónicas en el hogar o en el entorno. Suelos resbaladizos, iluminación deficiente, mobiliario inadecuado o calzado en mal estado son elementos de peligro que pueden propiciar estas caídas.

    La importancia de la escala downton para los ancianos

    La escala downton sirve para evaluar esos factores de riesgo de caídas, especialmente en personas ancianas.

    Esta evaluación es importante conocer las posibles consecuencias de esas caídas y que pueden ser físicas, psicológicas y sociales.

    La mayoría de los efectos de la escala de riesgo de caídas que presentan los ancianos no presentan gravedad. Los más comunes son contusiones-esguinces, equimosis y fracturas. Las consecuencias psicológicas las produce el “síndrome postcaída”, es decir, la ansiedad o miedo porque se vuelva a producir la situación. Esto puede conllevar un mayor aislamiento y dependencia de estas personas.

    A la hora de prevenir caídas en personas ancianas es necesario tener en cuenta una serie de consejos. Entre ellos tener un entorno seguro sin peligros en el suelo como cables, alfombras, etc. Instalar barras de seguridad en el baño y pasamanos en las escaleras puede evitar caídas. También una vida sana y con cierta actividad física suave para mejorar equilibrio y fuerza. Es importante revisar la medicación con el médico para asegurarte de que no haya efectos secundarios que puedan afectar el equilibrio o la coordinación. También lo es realizar exámenes regulares de la vista y la audición y hacer ajustes, como el uso de lentes correctivos o audífonos, según sea necesario.

    Emplear zapatos sean cómodos, de suela antideslizante y que se ajusten correctamente es vital. Las habitaciones de la casa deben estar bien iluminadas, especialmente escaleras y pasillos. No está de más considerar el uso de bastones, andadores u otras ayudas técnicas recomendadas por profesionales de la salud. Una hidratación adecuada y dieta equilibrada así como chequeos médicos regulares permiten prevenir cualquier problema de salud. Factores psicológicos como la depresión o la soledad también deben ser tenidos en cuenta para prevenir caídas.

    Formación para saber más sobre la escala downton

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    Entre los contenidos de este curso están algunos como apoyo en la organización de intervenciones en el ámbito institucional, intervención en la atención higiénico-alimentaria en instituciones, intervención en la atención sociosanitaria en instituciones o apoyo psicosocial, atención relacional y comunicativa en instituciones.

    Otros contenidos del curso son relativos a salud y bienestar en la tercera edad, comunicación y habilidades sociales, alimentación y nutrición para adultos mayores, apoyo a la movilidad de estas personas, cómo administrar médicamente, primeros auxilios, situaciones de emergencia, apoyo psicosocial de adultos mayores, trabajo colaborativo con el resto del equipo del centro así como legislación y normativas en el ámbito sociosanitario, confidencialidad y protección de datos.

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