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¿Quieres dar un cambio total a tu vida, no solo profesional sino también en lo espiritual? Estudiar yoga puede ser esa salida que tanto te apetece plantearte. Formarte e iniciarte en esta disciplina deportiva milenaria nacida en la India. ¡Conviértela en tu nuevo trabajo!
Te has hecho la pregunta del millón: ¿cuánto te aporta el trabajo en el que estás volcado ahora mismo? Y la respuesta es así de rotunda. Es cierto que es cómodo, no está nada mal remunerado… pero te llena cero. La realidad es que te encantaría probar otros proyectos con los que ilusionarte.
Te apetece empaparte de nuevos conocimientos, explorar el mundo de la meditación para conocerte mejor y vivir el presente: Carpe Diem como mantra absoluto. ¿Qué te parecería estudiar yoga? Puede encajar muy bien en ese cambio vital que persigues. ¡Adelante con el plan! Si tienes grandes dotes comunicativas y te gustan las técnicas orientales conviértelo en tu nuevo proyecto profesional.
La decisión de estudiar yoga te descubrirá una nueva manera vivir mucho más saludable, serena y equilibrada. En realidad, esta disciplina deportiva es todo un estilo de vida volcado en sanar, cuidar y fortalecer el cuerpo. No sólo físicamente: también la mente y el espíritu.
Por si no lo sabías, es una profesión en auge junto con la de personal trainer. El asesoramiento deportivo especializado y personalizado cada vez encuentra más seguidores entre la gente de las grandes ciudades.
Estudiar yoga será la antesala, el inicio de tu cambio profesional con el que poder alcanzar la base y los conocimientos precisos que te permitirán llegar a ser un instructor de esta materia. Una etapa formativa imprescindible, con la que te irás ilusionando a medida que seas consciente de tu crecimiento personal.
Además de estudiar yoga para formarte como instructor, hay una serie de cualidades personales que te ayudarán en gran medida a triunfar en tu meta. Atención a las más relevantes:
Detrás de un maestro listo para iniciar una sesión de yoga no solo hay aprendizaje, esfuerzo y muchas horas de dedicación. También se despierta una vocación por compartir con los demás los conceptos asimilados: esa sabiduría que te habrá propiciado estudiar yoga, llevada a la práctica.
No te preocupes si no te sientes así al principio; se irá despertando en ti poco a poco, a medida que compruebes lo gratificantes que son las clases para tus alumnos. Y si flaqueas en este aspecto, siempre hay herramientas para mejorarlo.
En este trabajo, conectar con tus alumnos y escucharlos es fundamental; y no solo a nivel afectivo. También tendrás que ser capaz de crear un vínculo espiritual con tu grupo, para que su cuerpo y mente se equilibren tal y como lo consigues tú. Gracias a este lazo podrás abstraerte por completo, sin darle importancia al entorno que te rodea.
Cualquier escenario puede ser perfecto como lugar de meditación donde comenzar a respirar en silencio y realizar las posturas o asanas. La mayoría de las veces,tu sesión tendrá lugar en una sala dentro de un centro o escuela de yoga; pero otras puede que sucedan en el gran vestíbulo de unas oficinas, en las instalaciones de una comunidad de vecinos o en la pradera de un parque, como una fantástica clase al aire libre. ¿Por qué no?
Un instructor de yoga está siempre dispuesto a impartir una sesión, sin que la hora sea un impedimento. Lo importante es el momento. Sobre todo si trabajas por tu cuenta, piensa en esta opción como la ganadora. Así podrás ofrecer clases particulares con la mayor flexibilidad de horarios posible: un valor añadido para tus servicios que muchísimas personas agradecerán.
Esta circunstancia te ayudará a consolidarte y a que tu cartera de clientes crezca, porque podrás acudir allí donde otros profesores no lo hagan. Ahora bien, eso no quiere decir que no tengas derecho a descansar y a tener tiempo para ti: tendrás que ser muy organizado para no caer en jornadas interminables.
Cuando se termine tu etapa de estudiar yoga, entrarás en otra igual de apasionante. Un profesor de esta disciplina deportiva puede ejercer su profesión con diferentes situaciones laborales, y en negocios muy distintos. Otra posibilidad es formarte como personal trainer y experto en nutrición deportiva: descubre en qué consiste en este interesante artículo.
En España, cerca de 2 millones de personas practican esta disciplina deportiva. Es un momento fantástico para incorporarte al mundo laboral convertido en un profesor cualificado. No pierdas más tiempo, ¡empieza ahora tu preparación!