8 minutos
La formación financiera es una de las áreas más demandadas y versátiles de cara al mercado laboral. Sea cual sea tu nivel de estudios y tu ambición profesional, seguro hay un curso perfecto para ti. ¿Quieres descubrirlo?
El concepto de educación o formación financiera es realmente amplio y puede utilizarse en distintas acepciones:
En consecuencia, tanto si pretendes dedicarte profesionalmente a ello como si solo quieres aprender a gestionar mejor tu dinero, la formación financiera puede ser tu gran aliada. Veamos cómo.
Dejando aparte, de momento, la educación financiera para particulares (que retomaremos en el último apartado), podemos distinguir los siguientes tipos de formación financiera:
A continuación analizamos cada uno de estos tipos de formación financiera con más detalle.
Como ya sabrás, el área de economía y finanzas es una de las más demandadas en el ámbito universitario. En el nivel de grado, con una duración habitual de cuatro cursos académicos y 240 créditos, podemos destacar carreras como las siguientes:
En lo que se refiere a los masters de formación financiera, la oferta es, si cabe, todavía más amplia. Algunos de los más conocidos ofrecen titulaciones como las siguientes.
Hoy en día puedes cursar diversos grados y, sobre todo, masters en finanzas sin necesidad de asistir a clases presenciales. Así, la oferta de estudios online o semipresenciales no ha dejado de crecer y (sobre todo) mejorar en los últimos años.
Ten en cuenta que, para acceder a los grados universitarios, deberás disponer de un título de Bachillerato y haber superado la EBAU, sin perjuicio de las otras vías de acceso a la universidad. En el caso de los masters, en general, suele exigirse contar con una titulación previa de grado.
Fuera del ámbito universitario también es posible cursar estudios reglados y oficiales que te ofrecen una formación financiera de calidad.
Este es el caso de ciclos de Formación Profesional como el de Técnico Superior en Administración y Finanzas. Los principales módulos que integran esta titulación son los siguientes:
Para acceder a este tipo de formación financiera de FP, debes disponer de un título de Bachiller, Técnico o equivalente (COU, titulación universitaria previa, etc.).
Como en el caso de los grados, la Formación Profesional te ofrece también una gran flexibilidad. Aparte de la enseñanza presencial tradicional, puedes completar tu titulación a distancia a través de internet. Así, puedes prepararte por tu cuenta sin necesidad de asistir a clase y luego presentarte a las pruebas libres para la obtención del título.
En el ámbito de la formación financiera, existen también algunas certificaciones que gozan de un gran prestigio en el ámbito laboral.
Suelen configurarse como una serie de exámenes bastante duros que dan acceso a la obtención de una certificación que acredita tus conocimientos en el área financiera.
Sin duda, el más conocido y valorado es el CFA, Chartered Financial Analyst o Analista Financiero Certificado. Se trata de una titulación expedida por el CFA Institute y que exige la superación de tres duros exámenes organizados según el nivel de dificultad:
Otras certificaciones en formación financiera también muy valoradas, aunque quizás menos conocidas, son las dos siguientes:
Al margen de la formación reglada de carácter oficial y de las certificaciones, hay muchas otras opciones para adquirir una buena formación financiera con orientación profesional.
En este sentido, los cursos de especialización profesional pueden aportarte una formación financiera de calidad al tiempo que presentan las siguientes ventajas respecto de otro tipo de titulaciones:
Las opciones en este ámbito son realmente amplias, cubriendo diferentes aspectos del área de formación financiera. Por ejemplo, si quieres adquirir unos conocimientos amplios y polivalentes, puede ser interesante que realices un curso de Administración y Finanzas.
Finalmente, es interesante al menos mencionar una faceta más general y accesible de la formación financiera. Nos estamos refiriendo a una educación financiera básica, para todos los públicos, que pueda ser útil en la vida cotidiana.
En este sentido, en los últimos años muchos países han empezado a incorporar este tipo de contenidos en la educación primaria o secundaria, además de promover acciones formativas en finanzas para adultos.
Algunos de los objetivos que se pretende alcanzar con este tipo de educación financiera son los siguientes:
La incidencia de este tipo de acciones formativas, tanto a nivel individual como social, puede ser realmente positiva. Aunque todavía falta mucho por hacer, el interés en la educación financiera no ha dejado de crecer en los últimos años.
En definitiva, sean cuales sean tus aspiraciones personales y profesionales, la formación financiera siempre va a aportarte algo positivo. ¿No te gustaría mejorar tus conocimientos en esta área y, de paso, transformar tu perfil profesional?