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Granada es el lugar perfecto para practicar yoga. Puede ser por la contemplación de tanta belleza, por la paz que se respira en las intrincadas calles del Albaicín o la magia que tienen las puestas de sol cuando se contemplan desde el mirador de San Nicolás. Descubre cómo encontrar la mejor formación de yoga en Granada y haz realidad tu sueño de convertirte en profesor.
Es la ciudad de la Alhambra, y esta su tesoro mejor guardado (lleva 25 años siendo Patrimonio de la Humanidad, un título extraordinario otorgado por la Unesco). Pero este no es su único mérito. Granada tiene vida, y al mismo tiempo es tranquila y serena.
Inmersa en un paisaje muy especial, desde sus miradores es posible contemplar escenas espectaculares, que no se olvidan. Un paraíso para cualquier persona, y más para todos aquellos que desean volver la vista hacia el interior y dedicarse a la práctica del yoga.
Granada no hace más que atesorar premios, títulos y galardones. En el año 2018 fue elegida como la mejor ciudad del mundo para visitar, según un blog internacional de viajes Foxnomad.com Y lo cierto es que la Alhambra tiene mucho que ver en ello.
Tenerla muy presente es casi inevitable si vives en la ciudad del Darro. Es la joya de la Corona, todo un espectáculo para los sentidos. Contemplar los palacios nazaríes desde la Silla del Moro, en el corazón del Parque de la Dehesa del Generalife, y después practicar yoga en plena naturaleza es, sin duda, uno de los placeres más auténticos para un yogui convencido.
Si el yoga es una de tus actividades favoritas y lo ejercitas con asiduidad, ya te habrás dado cuenta de qué manera determina todas las áreas de tu vida. Tiene multitud de beneficios tanto físicos, como mentales y espirituales.
¿Te imaginas poder transmitirlos a otras personas y hacer de ello tu profesión? Podrás conseguirlo si sabes cómo encontrar la mejor formación de yoga en Granada para convertirte en profesor.
Una de las cosas que aprenderás en tu formación de yoga en Granada, y en cualquier otro lugar, es que no hay un único yoga, sino que son muchos los tipos que se han ido desarrollando con el transcurrir del tiempo.
De hecho, después de conocer los fundamentos de esta disciplina ancestral, conviene conocer las diferentes variedades que existen, y más si pretendes estudiar yoga y convertirte en instructor.
Son muchas las corrientes que abarca esta disciplina milenaria: algunas muy clásicas (como el Kundalini, el Yoga Nidra o el Mantra Yoga) y otras más innovadoras (como el Vinyasa, el Iyengar, el Bikran Yoga, o el Acroyoga, entre otras).
El acroyoga, por ejemplo, reúne en un mismo concepto acrobacia, yoga y masaje tailandés, y abarca una dimensión física y mental muy especial. Esta variedad tiene muchos adeptos en Granada. Allí se celebra cada año el Acroyoga Sur Festival, en el que se desarrollan talleres, masterclass, conciertos y espectáculos, además de muestras de otros tipos y variedades.
La sexta edición tendrá lugar del 15 al 17 de mayo en La Alfaguara, un paraje en el Parque Natural de Sierra de Huétor. Puedes encontrar toda la información sobre el festival en su página web. Sin duda, un acontecimiento para descubrir, conocer y disfrutar del yoga.
En caso de estar totalmente decidido a formarte como profesor, te vendrá bien conocer las muchas especializaciones que existen y que pueden convertirse en tu objetivo en el futuro.
Interiorizar el yoga y convertirlo en tu estilo de vida será el primer requisito que tendrás que cumplir si quieres ser un buen maestro en la materia. La práctica continuada de la disciplina y una formación adecuada te ayudará a conseguir tus objetivos.
Una vez estés convencido de que quieres iniciar ese camino profesional, tendrás que buscar la mejor enseñanza en Granada.
Para trabajar en centros públicos (como colegios, centros culturales, residencias de la tercera edad, etc.) necesitas estar en posesión del Certificado de Profesionalidad en Instrucción de Yoga. Acreditar una formación en esta disciplina con 400 horas como mínimo, más un curso de primeros auxilios, es una de las maneras de conseguir dicho certificado.
La otra forma consiste en poder acreditar que has trabajado como profesor de yoga en empresas privadas durante 2.000 horas y 3 años como mínimo.
Querer estudiar y aprender es el primer requisito, y el más importante, para conseguir una formación determinada en cualquier área. Sin embargo, hay ocasiones en las que acudir a clases de forma presencial se hace muy cuesta arriba.
En esos casos lo mejor es apostar por una formación a distancia. Podrás organizar tu programa de estudios, las clases y los horarios, en función de tus necesidades. De esta manera te resultará más fácil cumplir tus objetivos.
Una vez hayas valorado los pros y los contras y hayas tomado la decisión… ¡habrás hecho lo más difícil! Ahora prepárate para la increíble experiencia de aprender una disciplina que te apasiona y te interesa, y descubre cómo puede convertirse en tu trabajo, en tu medio de vida y en tu futuro. ¡Adelante!