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Lidia Folgar es dietista-nutricionista por vocación, especializada en nutrición pediátrica y amante de la cocina saludable. Le interesa mucho el punto de vista nutricional de la gastronomía y está acostumbrada a cocinar con productos ecológicos de su propia huerta. Lleva 12 años dedicada a la consulta y formación en nutrición y es toda una referencia en la red sobre nutrición y cocina. ‘Aprender a comer solo’ es su primer libro dedicado a la alimentación complementaria y en concreto desde el enfoque Baby-led Weaning. Y acaba de publicar ‘La salud en tu plato’, para enseñar a llevar una dieta sana a través de tres pilares básicos: aprender a comer, aprender a comprar y aprender a cocinar.
En Campus Training incorporamos clases magistrales en algunas de nuestras formaciones más demandadas. El objetivo es ofrecer a nuestros alumnos una formación exclusiva a través de reconocidos profesionales. Lidia Folgar es la encargada de las Masterclass sobre nutrición y dietética y nos cuenta en esta entrevista su visión profesional sobre la alimentación saludable.
¿Qué es lo que más te gusta de la nutrición? ¿Por qué decidiste formarte en este ámbito?
No nací con la vocación, si no que la descubrí. Quería ayudar a la gente a mejorar su salud a través de la nutrición. Y a partir de ahí empecé a estudiar Nutrición y a querer saber cada vez más. Realicé estudios específicos como el Grado en Nutrición Humana y Dietética (UCAM), el Máster de condicionantes genéticos, ambientales y nutricionales para el crecimiento y desarrollo (USC) y el Posgrado en Nutrición en el Deporte y en Nutrición en la Infancia (UB).
¿Qué consejos le darías a alguien que quiera dedicarse a esta profesión?
El ámbito de la nutrición es una profesión relativamente nueva, en España apenas lleva 20 años de recorrido. Recomiendo a la persona que quiera dedicarse a esta profesión que se mantenga siempre actualizada para seguir una ciencia que permanece en constante evolución.
¿Qué es lo que más valora una persona que se está formando en nutrición?
Lo más importante son los consejos prácticos, y sobre todo, la aplicación práctica de la teoría. Como profesional es importante ser capaz de crear una base que te permita mantenerte actualizado y conocer dónde están las fuentes de información que te van permitir manejar datos médicos y bibliografía científica.
¿Qué tipo de paciente atiendes en tu consulta?
Llevo casi 12 años pasando consulta y se percibe que hay más gente concienciada sobre la repercusión de la alimentación sobre la salud. El 70% de las consultas son por sobrepeso, obesidad o por enfermedades asociadas como diabetes, hipertensión, hipercolesterolemia… Además, hay otros perfiles que también demandan servicios de asesoramiento nutricional como pueden ser las mujeres durante el embarazo, deportistas y familias con niños para aprender a comer mejor o para tratar intolerancias alimentarias.
En general, ¿la dieta de los españoles es correcta? ¿Qué deberíamos añadir y/o eliminar?
Lo primero, consumir los alimentos lo más parecido posible a su estado original, es decir, mínimamente procesados. Y que el 70% de nuestra alimentación provenga de fuentes de origen vegetal: verduras, frutas, frutos secos.
¿Cuáles son los productos que nunca deberían faltar en nuestras despensas y neveras?
En la nevera es importante que el estante de la fruta y la verdura tenga una presencia mayoritaria y haya variedad. En nuestra despensa no deben faltar frutos secos y legumbres (lentejas, garbanzos, alubias). Y mi recomendación es no comprar carne o pescado procesados.
Las conservas de pescado, de marisco y de vegetales al natural son una opción saludable y un recurso rápido para facilitar el consumo de vegetales y pescado en estos tiempos que vamos con prisas y sin ganas de cocinar.
En tu libro ‘Aprender a comer solo’ abordas una de las últimas novedades en nutrición, la alimentación complementaria desde el enfoque Baby-led Weaning. ¿En qué consiste y cuáles son las claves de esta disciplina?
El Baby-led Weaning, consiste, resumiendo mucho, en una alimentación en la que a partir de los 6 meses de edad, que es cuando el bebé comienza a comer alimentos distintos de la leche, se le ofrecen alimentos sólidos (blandos), no se le dan papillas y se deja que el niño coma por sí mismo.
Se trata de darle al niño cualquier alimento que incluirías en una papilla pero entero, por ejemplo, muslo de pollo cocido desmenuzado, patata cocida y un poco de brécol cocido aliñado con aceite de oliva.
Este enfoque, el Baby-led Weaning, resulta un poco controvertido para algunos padres…
En otros países es mucho más común, en España es un fenómeno muy reciente. Por ejemplo, en Reino Unido, las matronas son las que enseñan a los padres las pautas de cómo deben comer los bebés. En Nueva Zelanda, Canadá y Reino Unido están a años luz que nosotros. En España va todo más lento. Desde que se lanza una recomendación hasta que se aplica en la práctica clínica pueden pasar 20 o 30 años.
¿Están los profesionales de la sanidad preparados para aplicar este nuevo enfoque?
La mayoría de los pediatras todavía no están actualizados en Baby-led Weaning y no dan las pautas y consejos que normalmente se dan a los padres. El peligro está en que cada uno lo haga por su cuenta. Si lo haces con una guía y con un patrón, hay evidencias científicas que demuestran que los niños no se atragantan más que los que toman papillas; empiezan a gestionar los alimentos antes y también reducen las arcadas.
¿Son nuestras preferencias alimentarias innatas?
La mayor parte de nuestras preferencias alimentarias son aprendidas. Se definen en los tres primeros años de vida y se modifican muy poco después. Depende mucho de lo que te den de comer y de los alimentos que veas en tu entorno.