Marketing político: qué es y cómo te afecta

¿Sabes qué es el marketing político? Si no lo sabes, ¡cuidado! Te interesa saber qué estrategias emplean los partidos para conseguir tu voto. Se trata de un sector apasionante que merece la pena conocer, e incluso valorar de cara a escoger una carrera laboral. Vamos a ver en qué consiste y qué métodos se utilizan habitualmente para convencer… y para vencer.

Antiguamente, las guerras se libraban en el campo de batalla. Hoy, la gran mayoría de las contiendas tienen lugar a través de los medios; sobre todo, digitales. Porque cuando decimos que el marketing está en todas partes, nos referimos literalmente a todas. Incluso a ámbitos tan delicados como la política o la religión (que, por cierto, están intrínsecamente conectadas).

Porque los políticos y los partidos saben que sin marketing no son nada: para conseguir votos y apoyos, primero hay que vender el producto. Y para ello, el marketing político se convierte en la herramienta indispensable destinada a aupar a los candidatos al éxito. Una herramienta que se basa en un concepto clave: la comunicación.

Por todas estas razones, podemos definir el marketing político como el conjunto de estrategias de comunicación empleadas por los políticos, instituciones y partidos para conseguir el apoyo del electorado. Evidentemente, su aplicación nos afecta a todos y a todas, como posibles votantes que somos. Y por eso, a todos y a todas nos interesa saber qué es y cómo se aplica. ¡Vamos a analizarlo!

Marketing político: un ejemplo tristemente célebre

Hablar sobre este tema, me parece interesante empezar por un caso que saltó a los medios hace unos años. Y no fue para menos, ya que la aplicación de ciertas estrategias de marketing político (totalmente censurables) dio como resultado la aprobación del Brexit o incluso la elección de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos de América. ¿Te suena el nombre de Cambridge Analytica?

En resumen y para no extendernos demasiado, esta empresa consiguió de Facebook los datos de alrededor de 50 millones de usuarios. Los datos fueron recopilados a través de unos tests de aspecto totalmente inocente, creados y difundidos por la red social. Quienes rellenaron estos tests facilitaron sin saberlo sus listas de contactos a Cambridge Analytics.

La empresa, entonces, envió a muchos de estos contactos publicidad dirigida encaminada a manipular la intención de voto de cada persona. El resultado, a la vista está… El escándalo terminó con una sanción de 5.000 millones de dólares para Facebook y un más que dudoso final, ya que son muchos los que opinan que la red social no ha hecho lo suficiente para evitar que algo similar suceda en el futuro. Si quieres saber más sobre este fascinante caso, no te pierdas esta entrevista realizada al «cerebro» de Cambridge Analytica y publicada en El País.

Estrategias, herramientas y aplicación

Evidentemente, el marketing político es mucho más que escándalos o «manzanas podridas». En realidad, es un sector laboral en auge tan fascinante como complejo. En él entran aspectos como la RSC (responsabilidad social corporativa), la legalidad, la ética y el uso de la comunicación de una forma correcta y adecuada.

Si eres fan de series como Borgen, la presencia del marketing político en cualquier campaña electoral no te resultará en absoluto extraña. Los equipos que acompañan a los candidatos utilizan todo tipo de estrategias para lograr el éxito de sus clientes. La gran mayoría utilizan más o menos las mismas estrategias, que se pueden clasificar en:

Investigación del mercado electoral

Si no conoces a tus posibles votantes, no llegarás a ellos. Por esta razón, antes de emprender una  campaña de estas características cualquier equipo que se precie debe investigar el «mercado electoral». Es importante conocer las tendencias de voto por regiones y niveles, qué aspiraciones sociales tienen los grupos, qué tipo de candidatos son los que más valoran…

Los métodos más empleados son las encuestas y los estudios de mercado. Sin embargo, hoy día el uso de redes sociales se está implantando como una alternativa muy potente frente a estos medios. ¿Te gustaría moverte en este ámbito? Entonces, no dudes en realizar un Curso de Especialista en Community Manager: puede abrirte muchas puertas a la hora de trabajar  en el sector del marketing político (y de cualquier tipo de marketing).

Diseño y creación de marca

Seamos francos: al final, un político es también un «producto» que hay que vender. Así como suena. Y como tal producto, si la marca es buena al final se venderá mucho mejor. Crear una marca (lo que hoy día se conoce como branding) es esencial para cualquier político o partido. ¿No queda claro? Pues veamos un ejemplo. Un candidato debe identificarse con algo: puede ser un ideal, una ética, un campo de conocimiento…

A partir de ahí, el equipo de marketing político creará la marca. Pueden relacionar al político con un campo específico  de actuación, como la sanidad, la cultura o la justicia; también utilizarán su pasado y su formación para crear una imagen de marca reconocible y valorada por sus posibles votantes.

Formación de lazos sociales

Formar una comunidad alrededor del candidato o el partido es esencial para el éxito. Antes, los políticos tenían que «partirse el espinazo» en la calle, a base de activismo y militancia, para convertirse en las cabezas visibles de las comunidades.

Hoy esto también es algo fundamental; la gente necesita ver a sus candidatos en persona para identificarse con ellos. Pero al mismo tiempo, la presencia en los grupos de las redes sociales tiene cada vez más importancia. En este sentido, la figura del community manager vuelve a revelarse como indispensable.

Generación constante de contenidos

Si algo caracteriza a los contenidos actuales es su cortísima vida. Cualquier persona que navegue por internet de vez en cuando sabe que una página web que no se actualiza constantemente corre el riesgo de desaparecer. Los contenidos se miran con lupa para que cumplan una serie de requisitos: estar actualizados, tener una buena orientación SEO, mostrar una redacción impecable, ser creativos e incluso divertidos (o provocativos), representar correctamente al candidato y sobre todo, generar interés.

Y cuando hablamos de contenidos, no me refiero solo a los textos escritos: hablo de vídeos, tweets, publicaciones de Facebook o Instagram, fotos, stories… ¡Todo un mundo de posibilidades!

Presencia en los medios

Con el permiso de las redes sociales y los canales de internet, la televisión sigue siendo el mayor escaparate para los políticos de este país. Su presencia en debates, informativos, entrevistas, programas de actualidad, tertulias, etc. es imprescindible si realmente quieren que los votantes se queden con sus caras (para bien).

Y no hay que menospreciar el valor de la radio, un medio que cuenta con millones de oyentes y que cualquier político debe incluir en su agenda.

¿Te interesa el marketing político? Conviértelo en tu profesión

Si no te pierdes un programa de La Sexta Noche o Al Rojo Vivo; si estás al tanto de la actualidad política día a día; si tus redes sociales arden literalmente con las últimas noticias, comentarios o novedades de las campañas electorales… Está claro: tienes todas las papeletas para triunfar en un perfil laboral relacionado con el marketing político.

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