¿Sabes qué son las oposiciones? Aunque probablemente ya tendrás una idea bastante aproximada de en qué consisten este tipo de procedimientos, aquí encontrarás un análisis detallado de cómo funcionan y qué requisitos debes cumplir para presentarte.
¿Qué son las oposiciones?
Tal y como dice el diccionario de la RAE, una oposición es un “conjunto de pruebas selectivas en que los aspirantes a un puesto de trabajo, generalmente en la Administración pública, muestran su competencia, que es juzgada por un tribunal”.
Algunos de los rasgos más importantes que caracterizan a las oposiciones en España son los siguientes:
- Su objetivo es seleccionar a los candidatos más adecuados para un determinado empleo público.
- Para ello, deberán superar una serie de pruebas o exámenes de distinto tipo.
- Son calificadas por un tribunal compuesto por empleados públicos y que debe actuar con total imparcialidad.
- Según establece la Constitución, el acceso al empleo público debe regirse por los principios de igualdad, mérito y capacidad.
¿En qué consiste una oposición?
Con carácter general, cualquier oposición consiste en realizar una serie de pruebas o exámenes que se desarrollan de forma sucesiva. El contenido concreto de cada proceso selectivo variará en función del tipo de plaza que se haya convocado.
Algunos de los tipos de pruebas más habituales en los procesos de oposición son los siguientes:
- Cuestionarios tipo test. Como sabes, son exámenes escritos que consisten en elegir la respuesta adecuada entre varias opciones. Habitualmente solo existe una respuesta correcta por pregunta. Además, en la mayoría de oposiciones te descontarán puntuación por las respuestas erróneas.
- Exámenes de desarrollo por escrito. Consisten en desarrollar un tema, propuesto por el tribunal, redactando una respuesta amplia a partir de los contenidos del programa.
- Exámenes escritos de preguntas cortas. En este caso, se trata de que redactes respuestas breves, de unas pocas líneas o párrafos, sobre aspectos concretos del programa.
- Exámenes orales. Estas pruebas consisten en desarrollar un tema de forma oral ante el tribunal. Como sabes, se trata de una de las modalidades de examen más exigentes, que suele utilizarse en las oposiciones más difíciles.
- Cuestionarios psicotécnicos. Se trata de pruebas con fundamento psicológico, cuya finalidad es determinar las aptitudes de una persona o evaluar ciertos rasgos de su personalidad. Son habituales en las oposiciones de las fuerzas y cuerpos de seguridad (Policía Nacional, Guardia Civil, Policías Locales…).
- Pruebas físicas. Se trata de una serie de ejercicios físicos que deben superar los candidatos para demostrar su capacidad para el desempeño de las funciones del puesto de que se trate. De nuevo, son habituales en los cuerpos policiales, pero también en el caso de las plazas de Bomberos, entre otras.
¿Y qué es un concurso – oposición?
Un concurso – oposición es una modalidad de proceso selectivo que aúna una parte de oposición con otra de concurso:
- Por tanto, la fase de oposición consistirá en superar una serie de pruebas o exámenes.
- En la fase de concurso se valorarán los méritos alegados por aquellos candidatos que hayan superado la fase de oposición. Ten en cuenta que solo serán objeto de valoración los méritos admitidos por las bases de la convocatoria, que se puntuarán según el baremo establecido en dichas bases. Algunos de los méritos que suelen tenerse en cuenta son la experiencia profesional, la formación académica, la experiencia docente, publicaciones, etc.
¿Qué tipos de oposiciones existen?
Aunque pueden existir muchas clasificaciones, las más habituales son las dos siguientes:
- Tipos de oposiciones según la administración convocante:
- Oposiciones del Estado.
- Oposiciones de las Comunidades Autónomas.
- Oposiciones de Entidades Locales (ayuntamientos, diputaciones provinciales, cabildos y consejos insulares, consorcios, etc.).
- Oposiciones de Universidades Públicas.
- Tipos de oposiciones según el grupo de clasificación de las plazas (ligado a la titulación exigida):
- Oposiciones del grupo A1.
- Oposiciones del grupo A2.
- Oposiciones del grupo C1.
- Oposiciones del grupo C2.
- Oposiciones del antiguo grupo E (actualmente denominado “otras agrupaciones profesionales sin titulación”).
Ventajas de las oposiciones
Las principales ventajas del sistema de oposiciones son las siguientes:
- Para la Administración, es un sistema objetivo que le permite seleccionar a los mejores candidatos para un determinado tipo de puesto.
- Para los aspirantes, es una forma de acceder a un empleo público estable y de calidad, compitiendo en condiciones de igualdad con los demás candidatos.
Y alguna desventaja
Como es lógico, las oposiciones tienen también ciertas desventajas:
- Es un sistema lento y costoso. Así, no es un procedimiento ágil para la selección de funcionarios y supone una gran inversión de recursos públicos.
- Sigue primando en exceso la capacidad memorística. Aunque se hayan incorporado otros tipos de pruebas, la memoria sigue siendo un aspecto esencial en la mayoría de oposiciones. Como es lógico, esto tiene la ventaja de permitir una evaluación muy objetiva, pero no asegura la selección de los mejores candidatos (en sentido amplio) para cada tipo de puesto.
¿Qué necesito para presentarme a unas oposiciones?
Para saber exactamente qué requisitos debes cumplir para presentarte a unas oposiciones, deberías siempre revisar las bases de la convocatoria a la que quieras acceder.
En cualquier caso, además de las exigencias particulares de cada procedimiento, suelen exigirse los siguientes requisitos:
- Tener la nacionalidad española, la de un estado miembro de la UE o la de otro país con el que exista un tratado internacional que permita la libre circulación de trabajadores.
- Tener cumplidos 16 años y no superar la edad máxima de jubilación forzosa, aunque en ciertas oposiciones hay límites más estrictos.
- Disponer de la capacidad funcional necesaria para realizar las funciones del puesto.
- No haber sido separado mediante expediente disciplinario del servicio de cualquiera de las Administraciones Públicas.
- Disponer de la titulación exigida en las bases de la convocatoria.
- No estar inhabilitado para empleos o cargos públicos.
Ahora que ya sabes qué son las oposiciones, ¿te gustaría prepararte para superarlas? Sin duda, es un reto que merece la pena.