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Seguro que has ido al supermercado muchísimas veces. Y habrás visitado tiendas de ropa, de material deportivo o de cientos de sectores más. Pero, ¿has oído hablar del facing? Es más que probable que no, a no ser que te interese el mundo del comercio y estés pensando en dedicarte a él. Se trata de una técnica de colocación de los productos destinada a atraer al consumidor: un método fascinante que, sin duda, te va a sorprender. Te invito a que me acompañes en este artículo y descubras conmigo qué es facing en el punto de venta y cómo usar bien esta técnica.
Puede que pienses que en las tiendas, los productos están colocados como mejor le parece al propietario o al reponedor. O tal vez te parezca que están dispuestos por colores, por estética, por precio… Pues de eso, nada. Su colocación obedece (o debería obedecer, si la intención del negocio es vender la mayor cantidad de productos posible) a una estrategia encaminada a atraer la atención del comprador o compradora. Estrategia que, por otra parte, se combina con muchas otras para lograr el éxito comercial. Si te interesa este mundo y estás pensando en dedicarte al marketing comercial, no dejes de valorar presentarte a las Pruebas Libres de Grado Medio en Actividades Comerciales. Obtendrás una titulación imprescindible para desarrollar tu carrera laboral.
La palabra facing viene del inglés «cara, rostro». Y no es porque sí: es un término que nos habla de «encarar» al producto, de mostrar su mejor cara a los posibles compradores. Detrás de este método hay muchos estudios, investigaciones de mercado y análisis comerciales que se han ido llevando a cabo a lo largo de varias décadas, y que forman parte del marketing comercial o marketing para retail.
Por eso, para saber qué es facing en el punto de venta es importante relacionar los distintos aspectos del comercio. No es lo mismo mostrar los productos en una tienda de barrio que en una feria, un supermercado o un hipermercado. La organización de los lineales, las góndolas (estructuras donde se ponen los productos) o los mostradores depende del tamaño del espacio, y de factores tan curiosos como la velocidad a la que circulan los clientes. Sí, se puede calcular; y de hecho, está todo calculado.
¿Sabes qué es un lineal? Muy sencillo: se trata de las estructuras que se colocan a ambos lados de un pasillo, en un establecimiento comercial. Estan formados por góndolas y en ellos se establecen niveles de alturas, relacionados con la percepción del comprador. Los niveles más habituales son tres:
Para saber exactamente qué es el facing en el punto de venta, vamos a volver al término original. En realidad, se conoce como «facing» la unidad de presentación de un producto, visto desde su cara frontal. Por lo tanto, la técnica del facing consiste en decidir cuántas «caras» de un producto se van a colocar en el lineal.
Para entenderlo mejor, vamos con un ejemplo. Imagínate un lineal de un supermercado donde se venden paquetes de café. Cada marca y cada tipo de café tiene su propia «cara»; es labor del técnico en actividades comerciales decidir cuántas se ponen en cada grupo. Dependiendo del tamaño del negocio, se pondrán más o menos «caras». Por ejemplo: por cada tipo de café (natural, mezcla, torrefacto, etc.) se pueden colocar 3 o 5 caras de cada producto (es decir, 3 o 5 paquetes de cada marca colocados de frente).
En realidad, esto no se calcula tanto por número de caras como por tramos de distinta longitud, medidos en centímetros. Cada tramo dependerá del tamaño del negocio. Las fórmulas han sido estudiadas durante décadas, y en general se establecen los siguientes tramos:
Y además, existe un tope a partir del cual se genera lo que se conoce como «saturación visual», y que resulta contraproducente en el proceso de compra. cm Este tope está establecido en 12 facings o 90, y no es habitual que se llegue a él salvo en casos muy concretos.
Ahora ya sabes qué es facing en el punto de venta y para qué se utiliza. Como verás, es una técnica importantísima que cualquier experto en marketing comercial, retail o actividades comerciales en general debe conocer a fondo. En este artículo te he dado unos datos básicos para empezar, pero no lo dudes: te queda muchísimo que aprender. Se trata de una técnica compleja, que requiere formación y experiencia para sacarle todo el jugo posible.
Un técnico en marketing comercial que sepa cómo utilizar el facing y otras herramientas similares no se paga con dinero. Su trabajo puede lograr que las ventas de un establecimiento se multipliquen, aumentando los beneficios de una semana para otra. Los empresarios suelen ser conscientes de esto, por lo que los buenos profesionales se cotizan muchísimo y son muy buscados.
¿Te imaginas a ti mismo trabajando en este sector? Si te gusta el mundo del marketing y las técnicas de venta, eres una persona inquieta y creativa, y tienes buenas ideas para llevar a las empresas al éxito… No lo pienses más. Trabajar como técnico en actividades comerciales puede ser la actividad laboral perfecta para ti. La Formación Profesional cuenta con una titulación idónea que te permitirá desarrollar tu trabajo en cualquier entorno; y si has superado la edad máxima para matricularte, no te preocupes.
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