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La respuesta corta, y en términos generales, es que sí.
Si tu reclamación tiene fundamento y estás convencido de tener razón, por supuesto que deberías recurrir cualquier trámite o resolución que te perjudique.
Ten en cuenta que los miembros de los tribunales y órganos de selección pueden cometer errores.
Los procesos selectivos son complejos, la carga de trabajo suele ser grande y los plazos, limitados. Por tanto, es relativamente fácil que se produzcan erratas, equivocaciones, olvidos, etc.
Además, no pierdes nada por intentarlo, al menos en vía administrativa.
De todos modos, hay casos más obvios que otros, como ahora veremos.
Estos son los supuestos más habituales por los que se suele reclamar en unas oposiciones:
Estos son los supuestos más habituales por los que se suele reclamar en unas oposiciones:
Como sabes, después de presentar la instancia de participación, se publica el listado provisional de personas admitidas y excluidas.
Por ejemplo, son causas de exclusión:
Como es lógico, habrá cuestiones en las que merece la pena presentar alegaciones (para corregir algún error que hayas cometido o adjuntar el documento correcto), mientras que en otros casos será inútil.
Por ejemplo, si has presentado la solicitud fuera de plazo o si ya superas la edad de jubilación, poco puedes hacer.
Otro caso posible es que no aparezcas ni en la lista de admitidos ni en la de excluidos.
Este es un supuesto muy claro en el que deberías reclamar, pidiendo expresamente que te incluyan en el listado de personas admitidas a la oposición.
Sin duda, este primer supuesto es uno de los casos más obvios en los que merece la pena reclamar en una oposición. Al fin y al cabo, te estás jugando tu participación en el proceso selectivo.
Otro caso muy habitual en el que sirve de algo reclamar en unas oposiciones es si el cuestionario tipo test contiene errores.
Como sabes, en estos exámenes suele haber preguntas «de reserva». Estas solo se valoran cuando el tribunal anula alguna de las principales por contener errores.
Sin embargo, si el tribunal de la oposición pasa por alto algún error, podrías presentar una reclamación señalando dicha errata.
Ejemplos típicos de errores en estos cuestionarios son:
Este es otro caso evidente en los que sirve de mucho reclamar en unas oposiciones. Ten en cuenta que, en la mayoría de procesos selectivos, la diferencia entre conseguir plaza o no, radica en unas pocas décimas en la puntuación final.
Por supuesto, lo que hemos mencionado en el punto anterior también se aplica a otro tipo de pruebas.
Es muy habitual, por ejemplo, el caso de las pruebas físicas en oposiciones.
Puede haber errores en las instrucciones de ejecución de algún ejercicio, fallos en las mediciones o cronometrajes, exclusiones injustas, etc.
También en otros tipos de pruebas prácticas, test psicotécnicos, etc. es posible presentar alegaciones.
Aunque no se diera ningún error en los exámenes propiamente dichos (preguntas incorrectas, etc.), puede haber fallos al hacer el cálculo de puntuaciones y la ordenación de candidatos.
Por tanto, si no estás conforme con tu nota en un determinado examen o en la fase oposición en su conjunto, puedes presentar una reclamación o recurso frente a dichos listados de puntuaciones.
En aquellos procesos selectivos que incluyan una fase de concurso, es también posible reclamar frente a las listas de valoración de méritos.
Estos son algunos de los posibles motivos:
Como es lógico, algunos casos serán más claros que otros. Si estás convencido de tus razones, merece la pena que alegues.
El procedimiento suele ser muy sencillo, como ahora veremos.
Para saber cómo debes reclamar en unas oposiciones, deberías consultar las bases de tu convocatoria, así como la web específica del proceso selectivo.
Muchas veces, en la propia web de la oposición se proporcionan los formularios para realizar alegaciones en los distintos trámites que lo permiten.
Hoy en día, lo habitual es que se presenten a través de internet, en la sede electrónica del organismo correspondiente.
Lo más importante es que:
Dependiendo de los casos, puede que tu reclamación se realice mediante un simple escrito de alegaciones. En otros supuestos, deberás presentar un recurso administrativo, que puede ser:
Las propias resoluciones indican qué tipo de recursos proceden en cada caso y cuáles son los plazos para interponerlos.
La Ley 39/2015, de 1 de octubre, del Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Públicas, nos indica cuál es el contenido mínimo de este tipo de recursos:
Como puedes ver, es un modelo muy sencillo.
Si la Administración no te da la razón frente a una reclamación o recurso en las oposiciones, tienes la posibilidad de acudir a los tribunales de justicia.
También puedes hacerlo si no quieres utilizar la opción del recurso de reposición, como veíamos en el apartado anterior.
En estos casos, procedería la interposición de un recurso contencioso-administrativo.
Ten en cuenta que los procesos judiciales pueden alargarse considerablemente y conllevar gastos de honorarios de abogados y procuradores.
Efectivamente, ya desde antes de iniciarse el proceso selectivo, es posible reclamar frente a las bases de la convocatoria.
Así, si consideras que hay algún aspecto ilegal, tienes la posibilidad de acudir a una de las dos opciones que mencionábamos:
En definitiva, está claro que sirve de algo reclamar en oposiciones. Al fin y al cabo, te estás jugando una plaza de empleo público para el resto de tu vida laboral.
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