¿Sabes cuál es la clasificación oficial de tamaños de botellas de vino? Aunque seguramente conozcas los dos o tres tipos más comunes, habrá otros que te sorprenderán.
Si eres aficionado al vino, o si incluso estás pensando en hacer un curso de enología, es probable que ya conozcas muchos de los tamaños de botellas de vino y sus capacidades que se pueden encontrar en el mercado.
Como sabes, la medida estándar es la de 750 mililitros (también llamada “tres cuartos”). Este es el tamaño habitual de prácticamente cualquier botella que puedas comprar en el supermercado o te sirvan en un restaurante.
Otras medidas que seguramente conoces son el benjamín y el magnum. En el siguiente listado te encontrarás otros muchos posibles tamaños de botellas de vino:
Aunque algunos nombres se explican por sí solos, quizás lo más curioso sea el origen de los tamaños de botellas de vino de mayor capacidad.
Así, denominaciones como las de Rehoboam, Matusalén, Salmanazar o Melchor tienen su origen en personajes bíblicos. Por ejemplo, tanto Jeroboam como Rehoboam o Salmanazar son antiguos reyes de Israel. Como sabes, Melchor y Baltasar son dos de los tres reyes magos, mientras que Matusalén es el patriarca judío célebre por su longevidad.
Aunque hay diversas teorías que tratan de establecer la relación entre estas denominaciones y la capacidad de las botellas, no existen datos concluyentes. Por ejemplo, la avanzada edad de Matusalén podría relacionarse con la idoneidad de esa botella para envejecer vinos.
Sin duda, una de las preguntas más interesantes que podemos hacernos en relación con los tamaños de botellas de vino es sobre el porqué del tamaño estándar.
Acerca de esta cuestión se han difundido distintas teorías hasta nuestros días, aunque no hay ninguna que se haya podido demostrar plenamente. Algunas de las más conocidas son las siguientes:
Existen otras teorías acerca de esta cuestión, incluso remontándose a envases utilizados por el ejército romano. No obstante, las más difundidas y aceptadas son las tres que hemos mencionado.
Como decíamos más arriba, el magnum es otro de los tamaños de botellas de vino más conocidos. Además, solemos asociarlo a marcas de prestigio y calidad. Pero ¿qué ventajas tiene realmente este tipo de botella?
En primer lugar, esa imagen quizás provenga de una simple cuestión de precio: una botella de tamaño magnum suele costar más que el equivalente en botellas estándar (es decir, más del doble). La razón para esto es que todos los materiales (corcho, botella, etiquetas…) son más caros que los normales y, sobre todo, debido a que el proceso de embotellado suele ser manual y no mecanizado.
Por otra parte, este tamaño es el que suele elegirse para vinos destinados a envejecer en botella. Por tanto, suele tratarse de vinos de mayor calidad (y por ello más caros). Esto se debe a que la parte del vino expuesta al oxígeno es proporcionalmente menor a la de una botella estándar, de modo que será menos propenso al deterioro.
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Como has visto, la variedad de tamaños de botellas de vino es muy grande. Y, aunque los más utilizados sean solo unos pocos, todo profesional o incluso aficionado a la enología debería conocerlos. ¿No crees?