7 minutos
Si tu gato respira de forma agitada o más rápido de lo que es habitual, posiblemente padezca taquipnea. Es un término que se emplea tanto en medicina animal como humana para describir una frecuencia respiratoria más rápida de lo habitual y puede ser síntoma de patologías respiratorias o cardíacas más graves. En general suelen tener tratamiento así que es importante que observes a tu gato y acudas al veterinario ante cualquiera de estos síntomas.
La taquipnea se manifiesta, como ya dijimos, por una respiración agitada de tu gato cuando está en reposo. Es lógico que tu gato respire más fuerte después de un ejercicio físico, pero no si está en situación relajada o durmiendo.
Podemos hacer un cálculo para comprobar que su respiración es la normal. La frecuencia respiratoria habitual de un felino suele ser de entre 15 y 30 respiraciones por minuto. Para comprobarlo podemos observar las veces que nuestro gato toma aire en ese tramo de tiempo, pero teniendo en cuenta si nuestro amigo felino padece estrés u otras alteraciones que le pueden afectar a su ritmo respiratorio.
La respiración rápida puede ser también habitual sin ser preocupante en la fase REM del gato en la que realiza movimientos musculares rápidos o maullidos. Si está despierto puede respirar rápido si tiene mucho calor o si acaba de hacer ejercicio intenso. En el resto de situaciones una respiración agitada es sinónimo de alerta en el felino.
Entre los síntomas de alerta que debes tener en cuenta para llevar a tu gato al veterinario están, además de una respiración agitada, otros que pueden acompañarla e indicar una infección respiratoria o enfermedad de este tipo.
Pueden ser dificultad para moverse o cojera, agitación, síntomas de incomodidad y ansiedad durante el sueño, tos, exceso de saliva, arcadas y mucosas de color azulado, pérdida repentina o progresiva de peso, pérdida de conocimiento, dolores, jadeos, cuello y cabeza bajos por delante del cuerpo….
Pues existen varias causas que pueden originar que tu felino padezca taquipnea. Te explicamos algunas de las más comunes.
Además de la taquipnea, tu gato puede respirar de forma acelerada por otras causas o enfermedades como son infecciones causadas por virus, el asma felina de la que ya hablamos, parásitos en vías respiratorias, problemas dentales, alergias al polen, ácaros, hongos, alimentos etc.
El felino también puede respirar agitado por tener cuerpos extraños en las vías respiratorias o pólipos en la garganta.
Para hallar un tratamiento efectivo y curar la taquipnea en gatos, lo primero y más importante es acudir al veterinario ante cualquier síntoma de alarma y averiguar así la causa que puede estar detrás. El veterinario realizará exámenes físicos, pruebas de laboratorio y, en algunos casos, estudios de imágenes para determinar la causa.
Una vez que sepamos la causa de la taquipnea se aplicará un tratamiento que pueden ser antibióticos en caso de infección respiratoria o medicamentos cardíacos si se trata de una patología del corazón.
Si la situación es grave y tu gato no puede respirar por si solo el veterinario le podrá recomendar terapia de apoyo como oxígeno suplementario, fluidoterapia o medicamentos para aliviar los síntomas.
Una vez en casa, debes asegurarte de que el gato está en un entorno cómodo, limpio y ventilado con una temperatura adecuada.
El veterinario puede darte pautas específicas para el cuidado del gato en el hogar como dieta especial o pautas de administración de medicamentos.
Es vital seguir todas las recomendaciones y tener un seguimiento veterinario con visitas programadas para evaluar cómo tu gato con taquipnea responde al tratamiento y ajustarlo si es necesario. En general, si se siguen todas las pautas, la taquipnea puede mejorar o desaparecer en gatos.
Ahora si deseas formarte a fondo para poder tratar la taquipnea en gatos y cualquier otra patología que afecte a felinos o a otro animal puedes empezar con un curso de auxiliar de veterinaria. Entre los objetivos y finalidad de un curso así está el cuidado de animales, su preparación para pruebas diagnósticas y otros procedimientos.
Tu función fundamental es la de asistir al médico veterinario y deberás currar heridas a las mascotas, alimentar a aquellas que no puedan hacerlo por sus propios medios o realizar registros de temperatura. Podrás realizar radiografías de los animales y administrarles, pero no recetarles, los medicamentos necesarios.
Existen diversas áreas funcionales en las que vas a trabajar una vez finalices tu curso de auxiliar de veterinaria y que se resumen en las siguientes: atención al público, recepción de animales, ventas, apoyo en la hospitalización, consulta, quirófano y laboratorio de análisis clínico.
Además de los conocimientos teóricos sobre enfermería animal que adquieras en el curso de auxiliar de veterinaria, para desarrollar esta profesión necesitas una serie de habilidades a tener en cuenta. Entre ellas están las habilidades de comunicación, empatía y comprensión necesarias para tratar a los propietarios de los animales y a estos mismos, capacidad para trabajar en equipo, así como capacidad de adaptación y flexibilidad.
Ahora ya conoces qué es la taquipnea en gatos, qué la produce y cómo se puede remediar. Si deseas especializarte en el cuidado de animales y convertir tu pasión en tu profesión puedes contar con una academia especializada como es Campus Training. ¿Comenzamos?
Comprobamos el contenido y la veracidad del conocimiento presentado en este artículo a través de nuestro proceso editoria y de verificación de la información, para asegurarnos de que sea preciso y confiable
Conoce el proceso editorialBibliografía