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Lo sabemos, estudiar puede ser agotador. Pero no hay recompensa sin esfuerzo, así que en esta entrada te enseñamos técnicas de estudio que pueden ayudarte a obtener mejores resultados en tus exámenes, con menos tiempo de estudio. Recuerda que lo importante no es prepararse durante más tiempo, sino hacerlo de la mejor manera.
Lo primero, es que no debes apostar todo a tu memoria. ¿Sabes qué es la curva del olvido? Fácil, lo que aprendas hoy, sin repaso, puede reducirse a la mitad mañana. Por eso, cuanto menos tiempo pase entre nuestro estudio y nuestro repaso, más fácil nos resulta recuperar la información que hemos almacenado.
Si empleamos las técnicas de estudio adecuadas, mejoramos el proceso de retención de información y las probabilidades de éxito en nuestros exámenes.
Toma nota, porque aquí van algunas ideas:
Lo más difícil de recordar en una prueba son datos concretos: fechas, términos, elementos de un listado… ¡No trates de aprendértelos sin más! Busca un hilo conductor. Trata de elaborar una historia con todos tus elementos. Cuando llegues al examen, cada episodio de tu historia te ayudará a anticipar el siguiente.
También puedes crear una ruta imaginaria. Es decir, si estamos trabajando un tema de sanidad o turismo, podemos pensar en los lugares en que se ejecutan esas acciones, podemos vincularlas a colores o incluso a experiencias personales o anécdotas que conozcamos.
Con frecuencia nos cuesta acordarnos de listados o enumeraciones de cosas. ¡Hagamos un acrónimo! Formemos una nueva palabra con la inicial de cada uno de los términos o temáticas que queremos memorizar. De este modo esa palabra clave nos ayudará a recordar toda la lista.
También podemos hacer rimas o buscar términos parecidos o con un significado especial para nosotros, que nos ayuden a memorizar aquello que nos cuesta. Y si se trata de un número, transformémoslo en una palabra. Es muy útil a la hora de memorizar leyes o fechas de aprobación de normativas. Y existen diferentes técnicas para asociar números y letras y crear palabras. Piensa que es más fácil visualizar un objeto, el que representa una palabra, que recordar una cifra.
¿Eres una persona visual? Haz dibujos, gráficos, viñetas. Trata de explicar con imágenes aquello que quieres memorizar. De este modo, a la hora de hacer el examen te será más fácil recordar tu dibujo. ¡No estarás perdiendo tiempo, estarás ganándolo!
Necesitas técnicas de estudio, pero, sobre todo, tu proceso de aprendizaje tiene que ser divertido. Usa el humor o, si no, será difícil hasta sentarse en la silla para empezar. Recuerda películas, indaga de manera amena sobre el tema de estudio, busca en otras fuentes aspectos que te resulten amenos. ¡Haz que sea interesante! En el fondo esto es solo un proceso para prepararte para trabajar en lo que te gusta.
Una buena herramienta pueden ser los mapas conceptuales, que, además, puedes diseñar en apps y llevar contigo en tu móvil o tableta.
Organiza sesiones de estudio, o foros, incluso con whatsapp. Comenta tus dudas con amigos o compañeros y elaborad una explicación conjunta. No es solo una forma de memorizar, también de motivarte. Y aprovecha para compartir tus conocimientos. Así podrás evaluar lo que sabes en realidad.
La mejor manera de no dejar para mañana lo que puedes hacer hoy es fijarte objetivos. Haz un calendario con los días en los que puedes estudiar y las horas en las que estás más fresco o dispones de más tiempo. A continuación, márcate pequeños objetivos o temática para trabajar en cada una de esas jornadas. Cada prueba que superes, te ayudará a motivarte para la siguiente.
Para reforzar lo que ya sabes y que no se te olvide, trata de ir vinculando todo lo que aprendes con lo que ya has estudiado. Así te será más fácil recordar lo nuevo y no olvidar lo viejo.
Recuerda que en Campus Training tenemos un equipo profesional enfocado únicamente a ayudarte a prepararte y guiar tu proceso de formación. Además de en nuestro docentes, ¡puedes confiar en nuestros asesores pedagógicos!
¡Te esperamos! Encuentra tu vocación.