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A la hora de diseñar un escaparate que cumpla perfectamente su objetivo (más adelante veremos cuál es), las técnicas de escaparatismo empleadas por los profesionales se revelan como herramientas clave para el éxito. Vamos a ver cuáles son las más importantes y cómo implementarlas bien. ¡Presta atención y aprende a exhibir toda tu creatividad!
¿Eres un «alma» creativa? ¿Te pasas el día imaginando decorados, interiores, escenarios, salones…? ¿Te apasiona la decoración y no te pierdes ni un episodio de los hermanos Scott? Entonces, puede que en tu interior se esconda un escaparatista profesional.
El escaparatismo y el diseño de interiores tienen muchas cosas en común, pero el primero incluye ciertos factores de interés que te pueden ayudar a inclinar la balanza en su favor. Por ejemplo, esta profesión tiene mucha relación con el marketing. Si tienes talento comercial, puede ser ideal para ti.
En resumen, la función de un escaparate es, en primer lugar, atraer a quienes pasan por delante de él. En segundo lugar (y tan importante o más que el primero), su meta es conseguir que los viandantes entren en el establecimiento y terminen comprando. Para ello, es necesario contar con determinadas habilidades y saber emplear las técnicas de escaparatismo básicas.
Por ejemplo, aprender a trabajar con los elementos estructurales de un escaparate (maniquíes, bases, pedestales, bustos…) es fundamental para conseguir estos objetivos. En este vídeo de Yolatta Escaparates te cuentan cómo hacerlo. ¡Échale un vistazo!
Entre las técnicas de escaparatismo básicas, las primeras que hay que tener en cuenta son las del trazado de línea. A grandes rasgos, consisten en trazar una serie de líneas imaginarias en el escaparate que permitan dividir y articular el espacio, para conducir la atención del espectador y hacer un recorrido por el montaje.
Teniendo en cuenta que el cerebro humano está acostumbrado a «leer» los espacios de izquierda a derecha, los escaparates también se estructuran en esta dirección. Así, el trazado de línea tendrá que generar este recorrido visual. Se puede hacer en distintas direcciones:
El escaparate y todos sus elementos se organizan en líneas horizontales, como si fueran gradas. Puede ser una sola línea o varias, aunque los expertos recomiendan no trazar más de tres niveles. Es el método más sencillo y tradicional, pero puede resultar poco original o algo anticuado.
Consiste en colocar los objetos en sentido diagonal, poniendo los más pequeños a la izquierda o la derecha y escalonando los demás hacia la derecha. La disposición triangular coloca un objeto en el centro y otros dos más pequeños (o en niveles más bajos) a ambos lados.
Los escaparatistas profesionales no se limitan a usar estas líneas básicas, sino que las combinan para crear efectos escalonados y dinámicos. Eso sí, siempre invitando al espectador a empezar el recorrido visual por la izquierda del escaparate (colocando allí objetos llamativos o más grandes).
Además de la línea, el punto es el otro factor esencial a la hora de diseñar un escaparate eficaz. Cuando hablamos del punto, nos referimos a un lugar concreto situado en el espacio. En lugar de trazar un recorrido lineal, las técnicas de escaparatismo que se basan en esta premisa concentran la atención en un foco y alrededor de él se articula el resto del relato.
Las técnicas de escaparatismo que se basan en el uso del punto son las siguientes:
Consisten en colocar los elementos más importantes y llamativos del escaparate en una de las dos zonas principales del mismo: a la izquierda (principal) y a la derecha (opuesto). En el primer caso, la atención se dirige de forma natural hacia lo expuesto; en el segundo, la idea es romper con lo establecido obligando al espectador a replantear su mirada.
También llamado «concéntrico», esta técnica establece un punto en el centro del escaparate alrededor del cual se dispone el resto de los elementos. Es un escenario que genera armonía y equilibrio.
En este caso, la idea es crear una especie de decorado teatral que cuente una historia alrededor de un punto en concreto. Puede ser un maniquí, una pantalla, un objeto, una escultura… Este tipo de escaparate es el más llamativo y creativo, aunque hay que tener cuidado para no sobrecargar el espacio.
En esta técnica, el escaparate se segmenta en zonas y en cada una se coloca un punto de atención. Es una disposición muy práctica para exponer objetos pequeños y valiosos: joyas, relojes, bolsos…
¿Quieres saber más sobre cómo diseñar escaparates? Te invitamos a leer este artículo sobre los distintos tipos de escaparate que existen y cómo trabajar en cada uno de ellos.
Estas técnicas son la base de la fascinante profesión de escaparatista. Pero como podrás imaginar, son solo un punto de partida. Para formarte como tal tendrás que aprender muchas otras técnicas y dominar herramientas de diseño, planificación, etc. Para ello, es imprescindible que te matricules en un curso de calidad.
Las opciones que tienes son muy variadas: desde másteres hasta formación profesional, pasando por cursos de especialización. Estos últimos son perfectos para completar tu formación si ya eres interiorista o decorador (descubre cómo formarte como tal en este artículo sobre dónde y cómo estudiar diseño de interiores).
Entre otras opciones, encontrarás cursos abiertos o a distancia que te permitirán estudiar desde cualquier lugar. Eso sí, es importante que cuentes con el apoyo de profesionales en activo, con tutorías presenciales y complementos como clases magistrales, charlas, encuentros, etc.
Si además el curso ofrece un número suficiente de horas de prácticas en empresas, aprenderás sobre el terreno a desarrollar tu labor como escaparatista. Como imaginarás, aprender de los que saben y hacerlo en los propios escaparates es la mejor manera de adquirir conocimientos.
Una buena opción es el Curso de Escaparatismo y Visual de Merchandising de Campus Training. En nuestra academia, te proporcionaremos una formación completa y avalada por una metodología premiada. Si te interesa, puedes rellenar el formulario para conseguir información sin compromiso sobre dónde, cómo y cuándo empezar tu curso.
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