Teletrabajo en casa: herramientas que te ayudan

Teletrabajo en casa: lo que antes era solo una lejana opción hoy es una realidad implantada. Los acontecimientos han logrado lo que parecía imposible, que muchas personas puedan trabajar desde sus domicilios y sin desplazarse. ¡Aprende a sacar chispas a esta nueva situación!

¡Cuánto han cambiado nuestras vidas con la pandemia del COVID-19! Si hace un año nos hubieran dicho que íbamos a vivir una auténtica distopía, nos habría parecido imposible. Y aun así, el temido coronavirus ha convertido nuestra realidad en un episodio dela serie Black Mirror…

En un tiempo récord, a partir de marzo de 2020 nuestras vidas cambiaron de manera radical. Ahora nos encontramos inmersos en una nueva realidad en la que está prohibido circular sin una mascarilla. Una situación tan complicada como indeseada, sí; pero es lo que hay. Y tenemos que adaptarnos.

El teletrabajo en casa se ha revelado como una de las herramientas más eficaces para mantener los puestos de trabajo sin riesgos para la salud. Si forma parte de tu día a día, crees que más tarde o más temprano te va a tocar o estás planteándotelo como una posibilidad, sigue leyendo. Vamos a ver qué herramientas facilitan su implantación en tu casa y cómo sacarles todo el partido.

Teletrabajo en casa: la lista de «pros» y «contras»

¿Eres de esas personas que adoran hacer listas? Entonces, bienvenido al club. Me confieso una auténtica fan de las listas, de apuntar tareas y tacharlas después… Me ayudan a organizarme y a sentir que he hecho todo lo que me había planteado. Y son una solución genial para tomar decisiones.

Puede ser que la empresa para la que trabajas te haya impuesto el teletrabajo en casa como medio para seguir con la actividad. Pero si no es así y es más bien una opción personal (muchas empresas se están planteando ofrecerles esta alternativa a sus empleados), entonces tendrás que valorar sus ventajas e inconvenientes.

Ventajas: 

• No pierdes tiempo ni dinero en desplazamientos
• Puedes organizar tu tiempo y tus rutinas
• Es una opción que permite conciliar la vida familiar y la laboral
• No tienes a tus jefes «mirando» por encima del hombro… ¡Ni a esos compañeros con los que no te llevas demasiado bien!
• Puedes trabajar en cualquier lugar. Por ejemplo, si tienes terraza o jardín lo podrás hacer al aire libre (o en tu casa de veraneo, si la tienes)

Inconvenientes:

• Los costes de electricidad, calefacción, internet, etc. los asumirás tú. E incluso puede que tengas que usar tu propio equipo informático. Un consejo de alguien que ha vivido esa situación: si puedes, pídele a la empresa una subida salarial para compensar esos gastos e intenta que el equipo te lo faciliten ellos.
• Puedes terminar trabajando en pijama. El teletrabajo en casa nos aísla bastante, la verdad. Al final, si no tenemos una motivación para cuidarnos, podemos terminar hechos un desastre. Hay que intentar mantener las rutinas laborales; y si es posible, acudir a la sede física de la empresa todas las semanas (la proporción mágica es 2 días en sede /3 en casa) para reuniones, puestas al día, etc.
• Corres el riesgo de trabajar más horas. Es algo que hacen la mayoría de las personas que trabajan en casa. Y lo peor, muchas empresas se lo piden a coste cero. En este caso, lo único que puedo decirte es que no lo hagas: no se debe trabajar «gratis». Intenta que te instalen un sistema para fichar en el ordenador y respeta los tiempos. ¡No abras mails del trabajo fuera de tus horas laborales!
• Echarás de menos a algunos compañeros (y de «más» a tu familia). Es complicadísimo trabajar con los niños corriendo por ahí, otra persona hablando por teléfono o preguntándote mil cosas constantemente. Para evitarlo, establece un espacio privado y pon normas rígidas. ¡No te pierdas este artículo sobre cómo montar un rincón de estudio y teletrabajo en casa!

¿Qué herramientas te ayudan (de verdad) a teletrabajar?

Cuando hablo de las herramientas que necesitas para el teletrabajo en casa, me refiero tanto a objetos físicos como digitales. Los físicos ya los puedes ver en el artículo al que conduce el enlace del párrafo anterior. En cuanto a los digitales… Pues son tantos, que en un solo artículo no da para enumerarlos todos. Y cada día salen aplicaciones nuevas.

A mí hay varias cosas que me resultan imprescindibles. Además de las herramientas esenciales para el trabajo digital (el paquete Office, el Adobe Acrobat o simplemente Reader, los programas Photoshop o inDesign si trabajas en diseño o fotografía…), hay otras que te permiten comunicarte, compartir archivos muy pesados y organizar tu agenda y tu calendario sin que se te pase ni una cita.

Dentro de las herramientas de comunicación, desde los tiempos en los que salió Skype (la aplicación para videoconferencias por excelencia hasta hace bien poco) se han desarrollado un montón de opciones. Cada una es adecuada para determinados tipos de instituciones, empresas, grupos… Por supuesto, hablo de Hangouts Meet, Zoom, la omnipresente WhatsApp, Teams o Slack.

Por otra parte, están las opciones que te permiten organizar tu trabajo y tu agenda. Trello, Asana, JIRA… Si has trabajado con alguna de ellas, ya sabes en qué consisten. Son aplicaciones que muchas veces implantan las empresas y dan acceso a sus empleados. En ellas aparecen las tareas pendientes y realizadas, el proceso de resolución, los plazos, las acciones a realizar, los archivos adjuntos… También suelen incluir la opción de hablar por el chat, o incluso por videollamada en algunos casos.

No podemos olvidarnos de las aplicaciones que te permiten compartir archivos: los clientes FTP. Si quieres saber más sobre ellos, te invito a leer este artículo donde encontrarás información sobre los más empleados (y gratuitos). Para terminar, señalar que existen programas destinados a medir la productividad y optimizar el tiempo que dedicas al teletrabajo en casa. Por un lado están las que utilizan las empresas para «controlar» a sus trabajadores, pero hay otras como Focusmate, Toggl o Effiwork pensadas especialmente para autónomos o personas que deseen controlar su propio flujo de trabajo.

No solo teletrabajar: ¡también puedes estudiar en casa!

Durante el confinamiento hemos descubierto la cantidad de cosas que podemos hacer sin movernos del sitio. Con la desescalada, hay que intentar que muchos de nuestros propósitos no caigan en saco roto. Por ejemplo, ha habido miles de personas que se han planteado formarse para aprender un oficio y poder desempeñarlo en el futuro. ¡O para aprobar una oposición!

Si quieres sacar todo el partido al tiempo y dedicar tus esfuerzos a la formación, es el momento de tomar la decisión. Por ejemplo, un curso de Especialista en Marketing Digital te abrirá las puertas de uno de los sectores laborales más pujantes de la actualidad. El sistema de formación a distancia (con centros presenciales y muchas ventajas) de estos cursos garantiza un aprendizaje sólido y fundamentado.

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