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Terapia con caballos, ¿qué es y cómo se realiza?

Una buena terapia con caballos puede aportar múltiples beneficios para mejorar habilidades en pacientes con trastornos físicos o mentales. ¡Infórmate!
terapia con caballos

    El uso de animales como caballos para terapias enfocadas a la rehabilitación de pacientes está siendo cada vez más habitual. Una buena terapia con caballos puede aportar múltiples beneficios para la recuperación de ciertas enfermedades o para mejorar habilidades en pacientes con trastornos físicos o mentales. En este artículo te contamos con detalle todo lo que necesitas saber sobre la terapia con caballos.

     

    ¿En qué consiste la terapia con caballos?

    Es sabido que la convivencia con animales, especialmente los domésticos, puede tener ciertas propiedades beneficiosas sobre la salud física y mental. Además, existe lo que se conoce científicamente como terapia con animales o más propiamente dicho, intervención asistida con animales. Se trata de actividades terapéuticas en las que un animal es incorporado como parte del proceso. El objetivo de esta terapia es provocar una mejora en las funciones físicas, emocionales, sociales, cognitivas o educativas en las personas. Para poder aplicarla debes elegir una formación específica.

    La terapia asistida con animales interviene en el proceso de rehabilitación de un paciente mediante la interacción con un animal. Para estas funciones, tanto el animal como el guía deben reunir unos criterios específicos relacionados con la enfermedad a tratar. ¿Qué animales se pueden usar en este tipo de terapia? Pues animales domésticos como perros y otros que reúnan una serie de características. Entre ellos, también están los caballos. ¿Cómo y en qué consiste la terapia con caballos?

    La terapia con caballos o equinoterapia es un tipo de tratamiento en el que se usa a los caballos como soporte terapéutico en enfermedades físicas y psíquicas. Principalmente la terapia con caballos está enfocada a mejorar la calidad de vida de personas que padecen algún tipo de discapacidad. 

    Se considera que esta terapia es capaz de lograr nuevos estímulos en los pacientes y se puede emplear de forma complementaria a terapias o tratamientos tradicionales. Se puedes usar el caballo pie en tierra pero también mediante la monta para aplicar este tipo de terapias. 

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    El origen y la historia de la terapia con caballos 

    La relación entre el hombre y el caballo siempre ha sido íntima a lo largo de la historia. Ya desde tiempos antes de Cristo se aprecia la equitación humana como una disciplina muy beneficiosa para la salud.

    En este sentido podemos remontarnos a Hipócrates, el más conocido médico de la antigüedad, considerado como el “padre de la Medicina”. Hipócrates escribió una obra llamada “Las Dietas”. En ella hablaba de la equitación para “regenerar la salud y preservar el cuerpo humano de muchas dolencias y sobre todo el tratamiento del insomnio”

    Siguiendo en la antigüedad, Claudio Galeno, médico griego del emperador Marco Aurelio, recomendaba la práctica de la equitación para que el emperador desempeñara sus funciones con mayor agilidad y rapidez.

    Si avanzamos al siglo XVIII, el médico inglés Thomas Sydenham también recomendaba la equitación como un tratamiento sumamente apropiado para la tuberculosis, cólicos biliares y flatulencias.

    En su enciclopedia Diderot entre 1747 y 1750 mencionaba que la equitación estimulaba el movimiento de los músculos, por lo que tenía influencia en todo el cuerpo.

    Ya en el siglo XIX, el médico francés Charles Marie E. Chassaignac afirmó que la equitación mejora el equilibrio, el movimiento de las articulaciones y el funcionamiento de los músculos. Afirmó que era especialmente útil para parapléjicos y para pacientes con trastornos neurológicos. Además, descubrió también que mejoraba el estado de ánimo de sus pacientes.

    Este descubrimiento puede considerarse el origen de la equinoterapia, una disciplina que pretende promover la rehabilitación de pacientes tanto a nivel cognitivo como social, psicológico o neuromuscular y que ha sido usada como herramienta terapéutica tanto por profesionales de la salud física como mental.

    En el siglo XX, concretamente en el año 1917, en el Hospital Universitario de Oxford, Inglaterra, comenzaron a realizar actividades ecuestres. Tras la I Guerra Mundial el caballo empezó a ser empleado d en los tratamientos de rehabilitación en los soldados con secuelas. Los países escandinavos fueron los primeros en emplear la equinoterapia. Esto conllevó a la creación de otros centros de atención con equinoterapia en Alemania, Francia e Inglaterra.

     

    Funciones y beneficios de la terapia con caballos

    El caballo es el único animal de los usados en terapia que se puede montar y su movimiento es fundamental porque produce sensaciones similares a las que los humanos tienen al caminar. Además el caballo transmite calor corporal que facilita la relajación muscular , transmite impulsos rítmicos ideales para relajarse o regular el tono muscular y ofrece un patrón de locomoción tridimensional  igual que el de la marcha humana pero sentado sobre el caballo. 

    Para pacientes con problemas de movilidad o en proceso de rehabilitación física o con problemas de psicomotricidad el movimiento del equino es la base de la terapia. Este movimiento produce sensaciones muy parecidas a las que sentimos los humanos al caminar. El andar del caballo produce vibraciones que se transmiten a la médula, por lo que el cerebro recibe los mismos estímulos que si estuviera caminando y así el paciente que no puede andar se familiariza de nuevo con esta capacidad. 

    Para pacientes con problemas de comportamiento o trastornos como el autismo la terapia con caballos puede ayudar a corregir problemas de conducta, mejorar la autoestima, disminuir la ansiedad y estimular la concentración y la memoria.  

    En general otros pacientes que se pueden beneficiar de la equinoterapia son pacientes con espina bífida, esclerosis múltiple, distrofia muscular, ceguera, sordera, lesiones medulares, parálisis cerebral, Síndrome de Down, adicciones, anorexia/bulimia entre otros. 

    Los caballos también pueden ser útiles para tratar enfermedades mentales como esquizofrenia, depresión o bipolaridad o incluso para combatir problemas de drogodependencia o de conducta. 

    Se ha demostrado que con la terapia con caballos se producen mejoras en la postura, la conducta, el ajuste emocional o el desarrollo de habilidades motoras de este tipo de usuarios. 

    En general la terapia con caballos produce una serie de beneficios como mejora del equilibrio, control de la postura, fortalece el tono muscular, mejora la coordinación neuromotora, la lateralidad, la percepción del esquema corporal. Además esta terapia produce muchos beneficios psicológicos como mayor autoestima, aumento de la confianza, estimula la concentración y la atención, desarrolla el autocontrol, el lenguaje  y permite nuevos aprendizajes respecto al entorno y a la naturaleza.

    En la terapia con caballos se establece un nexo de unión importante entre el caballo, el paciente o usuario y el terapeuta. El caballo además es capaz de interpretar el lenguaje no verbal y por tanto es útil para trabajar conductas disruptivas o actuar como regulador de las emociones. 

    La terapia con caballos se suele realizar en un entorno natural, al aire libre y por tanto es propicio para la relajación y para generar estímulos y sensaciones agradables y beneficiosas para los pacientes en este tipo de entorno.

    Debemos destacar que la terapia con caballos o equinoterapia siempre es un tratamiento complementario que puede ayudar a mejorar la calidad de vida y la recuperación de personas con algún tipo de trastorno o enfermedades de las enunciadas anteriormente. Nunca puede usarse como terapia exclusiva para el tratamiento de este tipo de enfermedades. 

     

    Tipos de terapia con caballos 

    A la hora de aplicar la terapia con caballos no existe una sola forma de equinoterapia, si no que podemos hablar de varias en función de la forma de aplicarla. Estas son las más destacadas.

    • Hipoterapia. Se basa en el movimiento del caballo y en aspectos como la transmisión de calor corporal al cuerpo del equino. Esto genera estímulos en el paciente que le permiten mejorar el equilibrio o la coordinación. La sesión puede realizarse tanto a lomos del caballo como a su lado y debe estar dirigida por un fisioterapeuta. 
    • Equitación terapéutica.  Esta técnica sirve para estimular los sentidos y corregir problemas de adaptación o aprendizaje. El usuario o paciente se responsabiliza de los cuidades que necesita el caballo y así se estimula la afectividad.
    • Equitación adaptada.  Es la práctica de la disciplina de equitación pero enfocada a personas que presentan algún tipo de minusvalía.
    • Equinoterapia. Es una terapia ideal para superar conflictos adaptativos y crear vínculos afectivos entre humano y caballo.
    • Terapias ecuestres ocupacionales. Favorecen la inserción laboral de personas con diversidad funcional.
    • Volteo terapéutico. El usuario monta el caballo solo sobre una manta para realizar movimientos sobre el dorso del equino. La práctica tiene efectos fisioterapéuticos y también psicopedagógicos. 

     

    Cómo se debe aplicar la terapia con caballos

    Para llevar a cabo un tratamiento con equinoterapia es vital conocer el historial y necesidades del paciente además de sus limitaciones. Es muy importante también establecer una relación de confianza entre el usuario y el caballo para que el animal se encuentre relajado al montarlo. Son aconsejables acciones iniciales como acariciarle el pelo, darle de comer y establecer un primer contacto físico.

    Antes de la monta es también aconsejable entrenar un poco ya que se trata de una actividad física que requiere preparación. La frecuencia de las sesiones de terapia con caballos dependerá de las necesidades de cada paciente pero lo aconsejable es establecer una frecuencia de una vez por semana dependiendo también de los avances del paciente. 

    Un caballo que se emplee para terapia equina debe reunir una serie de características. Han de ser dóciles, de comportamiento tranquilo y entrenados de forma natural para que el animal tenga confianza en las personas. Es importante que esté familiarizado con la gente y con los materiales usados durante las sesiones de terapia. 

    Como ves, la terapia con caballos es una técnica con múltiples beneficios para tratar diferentes trastornos y patologías. Es importante tener una formación adecuada para ejercer este tipo de terapia que actualmente cuenta con demanda y muchas opciones de futuro.  Si lo haces tendrás acceso a posibilidades de trabajo en hospitales y centros médicos, en los que se desarrollan programas de rehabilitación con animales junto con el personal sanitario correspondiente. Podrás trabajar en centros públicos y privados que desarrollen este tipo de terapias: prisiones, centros educativos y de acogida, residencias de ancianos, etc. 

    Si quieres formarte en terapia asistida con caballos o con otros animales, en Campus Training podemos ayudarte. 

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