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¿Te imaginas trabajar en terapia con gatos? No sabes en qué consiste el verdadero relax hasta que no te has echado una siesta con un minino ronroneante aplastándote (la barriga, los pies, la cara…). Los felinos son auténticos maestros zen portadores del máximo conocimiento sobre el descanso sin remordimientos. ¡Tenemos mucho que aprender de ellos!
Además de enseñarnos a reposar sosegadamente y relajarnos con la cadencia de su ronroneo, estas mascotas también pueden ayudar a las personas que más lo necesitan.
¿Tienes idea de lo que es la terapia asistida con animales? Pues básicamente consiste en una disciplina pensada para ayudar a las personas con problemas físicos, psicológicos, sociales o emocionales por medio de la intervención de animales.
Esto sí que lo sabes de sobra: la simple presencia de un animal es capaz de modificar nuestro estado de ánimo. ¡Y cuando se trata de una cría adorable y juguetona ya ni te cuento!
Cada vez son más los estudios que se centran en determinar la eficacia de los tratamientos terapéuticos con mascotas.
Las terapias con animales deben ser una alternativa al tratamiento de los pacientes, nunca un sustitutivo de este. De hecho, los proyectos de este tipo de terapias tienen que estar coordinados con el equipo multidisciplinar que trate al paciente: médicos, psicólogos, fisioterapeutas, etc.
Por otro lado, todas las intervenciones tienen que estar planificadas y supervisadas por el especialista. Además, los animales deben pasar los pertinentes controles de salud y tener su calendario de vacunas al día. ¡Garantizar la seguridad y la salud de los pacientes y de los animales es lo primero!
¡Trabajar en esta disciplina te va a encantar! Algunas de las tareas que tendrás que realizar consisten en seleccionar a los animales más apropiados y entrenarlos, planificar cada intervención según los objetivos que se quieran conseguir, presentar los animales a los pacientes y fomentar el vínculo entre ellos, etc.
Las intervenciones asistidas por mascotas pueden consistir en jugar con los animales, en achucharlos, en peinarles el pelo, en pasear a su lado, en leerles un cuento… ¡Hay mucho margen para la creatividad a la hora de proyectar las actividades!
Formarte en esta profesión tan bonita puede abrirte muchas puertas en el mercado laboral. Cuando hayas aprendido todos los secretos de la Terapia Asistida con Animales con un curso de especialización adecuado, podrás ayudar a muchas personas:
¡Las posibilidades son muchas! Este tipo de terapias alternativas tienen cada vez más demanda dada su efectividad y su inocuidad.
Además, los animales de terapia también pueden colaborar en actividades didácticas y de ocio. Con esta formación podrías trabajar con colegios, campamentos de verano, retiros de empresa, etc.
Que no te engañen, tú y yo sabemos que internet se inventó exclusivamente para ver vídeos de gatitos. ¡Era una necesidad para nuestra sociedad! En los tiempos ajetreados que corren, tener acceso a este remedio rápido para el estrés supone un gran avance. ¡Y no nos olvidemos de los gif de felinos saltando como poseídos!
Sin duda alguna, los gatos son mascotas graciosísimas y muy cariñosas. Su compañía puede derivar en:
La terapia con gatos se basa en el vínculo especial que se establece entre estos animales y las personas. Pasar la tarde jugando, dando mimos y escuchando el ronroneo de un gato ayuda a reducir significativamente el estrés y la ansiedad.
La Terapia Asistida con Animales puede llevarse a cabo con la ayuda de todo tipo de animales: caballos, delfines, perros, halcones, etc. No obstante, estos animales tienen que reunir ciertas características para poder colaborar en las intervenciones con pacientes.
Los gatos de terapia deben ser escogidos especialmente por su carácter sociable, confiado, equilibrado y tranquilo. Si el animal presenta cualquier signo de agresividad, será descartado y no podrá participar en actividades de terapia.
Una vez seleccionado el gato perfecto para la terapia, el especialista tiene que educarlo para que sepa interactuar de manera adecuada ante cualquier persona y en cualquier entorno.
Los beneficios de la terapia asistida con perros son conocidos desde hace siglos. Ya en el año 1200 a. de C., los griegos tenían perros en sus templos de sanación.
A pesar de que la terapia con perros es la más habitual, los gatos de terapia también aportan múltiples beneficios a las personas que lo necesitan:
Además, durante el ronroneo, las cuerdas vocales de los gatos vibran con una frecuencia de entre 25 y 50 hercios, ¡justo la que se usa en las terapias de radiofrecuencia para las lesiones en los huesos!
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¡Ayuda a las personas a conocer los beneficios de la terapia con gatos!