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10 claves para trabajar como freelance

10 claves para trabajar como freelance: descubre el decálogo que cualquier autónomo debe conocer para sacar partido a su situación.
10 claves para trabajar de freelance|10 claves para trabajar de freelance

    10 claves para trabajar como freelance. Estos «diez mandamientos» serán tu guía para ser tu propio jefe y no perderte en el complicado mundo de los autónomos. Un mundo donde es muy fácil trabajar de más y aceptar condiciones inaceptables… Por eso, es fundamental tener claro qué es lo que quieres y cómo conseguirlo.

    No hace muchos años, la mayor parte los trabajadores estaban contratados por una empresa. Los únicos que se libraban, aparte de aquellos a los que les tocaba la lotería o tenían dinero de familia, eran los que regentaban un negocio propio: un bar, una tienda, una empresa de reparaciones… Pero la gran mayoría, sobre todo en las ciudades, la masa trabajadora la formaban las plantillas de las compañías.

    De hecho, los trabajos solían ser garantía de estabilidad. Empezabas a trabajar en una empresa con 20 años y te jubilabas en ella con 65, con la entrega de un reloj o una placa conmemorativa. Fue el caso de mi padre, que comenzó su andadura en la SEAT y en esa misma empresa se jubiló. Y también, el de la gran mayoría de los padres y madres de la gente de mi entorno.

    ¡Cómo ha cambiado el cuento! Actualmente y a no ser que seas funcionario, lo normal es cambiar de empleo varias veces a lo largo de la vida. Y tristemente, en los últimos tiempos también resulta bastante habitual pasar temporadas en el paro. Frente a este panorama de crisis e incertidumbre, son muchos los que han optado por liarse la manta a la cabeza y hacerse trabajadores autónomos… Y son muchas, las empresas que han pasado a externalizar algunos servicios y tirar de estos profesionales.

    Mi experiencia trabajando como freelance

    En este caso voy a hablar desde la experiencia. Llevo más de 15 años trabajando como autónoma por decisión propia. Y he de decir que, en mi caso, ha sido una excelente decisión. Evidentemente, no es un perfil para todos los gustos: de hecho, la mayoría de los trabajadores y trabajadoras prefieren tener un contrato indefinido con una empresa. Pero desafortunadamente, esto empieza a ser algo cada vez menos habitual… Y cuando lo es, las condiciones no suelen ser tan buenas como nos gustaría.

    Por eso, si tu personalidad y tu situación te lo permiten, no dejes de valorar la opción de trabajar como freelance. Es una alternativa muy interesante si el teletrabajo es lo tuyo, si no te gustan los horarios (o los jefes), si necesitas independencia y si tienes habilidades para captar clientes y oportunidades.

    En mi caso, en un principio no me quedó mas alternativa que hacerme autónoma. La situación de la empresa en la que trabajaba era delicada y estaba condenada al desastre. Así que me di de alta en el Régimen Especial de la Seguridad Social y empecé a buscar clientes entre mis contactos, redes sociales, portales de búqueda de empleo… Todo, desde mi casa y con mi ordenador.

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    Ventajas e inconvenientes de ser autónomo

    Los comienzos fueron muy duros, pero con el tiempo dieron fruto. Y ahora mismo no me cambiaría por nadie que trabaje con un contrato, por bueno que sea… Eso sí: debes tener en cuenta que es una alternativa con sus pros y sus contras. Entre las ventajas, se me ocurren las siguientes:

    • Eres dueño de tu propio tiempo
    • Puedes trabajar desde casa y ahorrar dinero en desplazamientos
    • Si un cliente se va siempre te quedarán los demás
    • No tienes que obedecer órdenes sin sentido o realizar trabajos que no se ajustan a tu cargo
    • Si aprendes a gestionar bien tu tiempo y a escoger a los clientes, podrás ganar un salario más que interesante

    En cuanto a los inconvenientes, también es importante que los conozcas:

    • Puedes llegar a trabajar muchas más horas, fines de semana y vacaciones (lo harás sobre todo al principio)
    • Debes gestionar tus pagos a la Seguridad Social y presentar las declaraciones trimestrales y anuales de impuestos
    • Hay que llevar libros de registro de las facturas, los ingresos y los gastos
    • Si trabajas en casa, tu vida social se reducirá mucho (corres el riesgo de pasar el día en pijama)

    Antes de meterme de lleno en las 10 claves para trabajar como freelance, te recomiendo que no te pierdas este vídeo de Javier Muñiz. Este autónomo, que además es un gran comunicador, nos cuenta su experiencia y da estupendos consejos. ¡No te lo pierdas!

    10 claves para trabajar como freelance: tu decálogo de cabecera

    Y sin más, pasamos a los 10 Mandamientos de la Ley del Autónomo. O por lo menos, a los diez que se me ocurren a mí después de llevar más de la mitad de mi vida laboral trabajando como freelance. ¡Aquí los tienes!

    1. Estudia algo que te guste y que puedas gestionar

    Hoy día, no se me ocurre ninguna profesión que no se pueda realizar online gracias a las nuevas tecnologías. O de manera presencial, pero regentando tú mismo el negocio. Lo de que «te guste» es válido tanto si eres freelance como si te contratan; pero ya que vas a emprender tu carrera en solitario, lo mejor es que escojas algo que te apasione.

    Si la tecnología es lo tuyo, no dudes en hacer un Curso de Especialista en Marketing Digital o Community Manger; si eres más de trabajar sobre el terreno, puedes elegir uno de Organizador de Eventos y Wedding Planner o Especialista en Imagen Personal. ¡Hay miles de opciones!

    2. Aprende a llevar la contabilidad y la fiscalidad (o busca a alguien de confianza)

    Si hay algo que te puede echar para atrás cuando valores trabajar como freelance, es lo de los números. Algo que no solo es necesario, sino obligatorio. Tendrás que llevar un libro de facturas emitidas y recibidas, y otro de ingresos y gastos. Cada tres meses, además, hay que presentar las declaraciones trimestrales; y al final del año, los resúmenes anuales.

    La verdad es que no es muy complicado: solo hay que apuntar lo que ingresas y lo que gastas en tu actividad. Los libros, además, te ayudarán a tener una idea clara de tus finanzas. Un consejo: si te lo puedes permitir, la opción de contratar a un gestor o asesoría para llevar los libros y presentar los impuestos (o solo para los impuestos) puede ser una excelente idea.

    3. Nunca trabajes solo para un cliente

    Durante los años que llevo como freelance, este ha sido sin duda uno de los mejores consejos que me han podido dar (gracias, Virginia). Si solo tienes un cliente fuerte, el típico «cliente estrella» del que obtienes la práctica totalidad de tus ingresos, corres un gran riesgo: que termine su colaboración contigo. Si eso sucede te quedaras prácticamente sin nada. Mi consejo es que diversifiques tu actividad. Es mejor tener cuatro, cinco, seis o más clientes que te abonen doscientos, trescientos o cuatrocientos euros cada uno, que uno solo que te pague dos mil. ¡Tenlo presente!

    4. Infórmate sobre las ayudas oficiales

    Es algo fundamental si vas a empezar a trabajar como freelance por primera vez en tu vida. Como nuevo autónomo, durante dos años tus cuotas a la Seguridad Social se reducirán a 60 euros mensuales (frente a los 284 € de la cuota mínima que abonamos los veteranos; puedes encontrar más información en este artículo). Y durante ese tiempo solo tendrás que restar un 7% de IRPF a tus facturas.

    5. ¡Suma y vencerás! Colabora y alíate con otros freelancers

    El punto sobre no tener un solo cliente «estrella» está directamente relacionado con este. Si quieres conservar un cliente pero no das abasto, no dudes en aliarte con otros autónomos del mismo sector. Deben ser personas de total confianza, responsables y que realicen un trabajo de calidad. La idea es compartir los encargos: por ejemplo, podéis crear una Comunidad de Bienes y facturar vuestras colaboraciones bajo un mismo nombre.

    Eso sí, tendréis que avisar a vuestros clientes de que el trabajo se va a repartir entre varias personas. Si quieren que seas tú quien lo haga, entonces puedes pasar a tus compañeros otras colaboraciones. La idea es no tener que perder un buen cliente solo porque en ese momento no puedas dar salida a todos tus encargos.

    6. Establece unas tarifas y mantenlas

    Tras la crisis que comenzó en 2008, no me quedó otra opción de trabajar como freelance. A diferencia de ahora, entonces no fue una elección personal sino simplemente una obligación. En aquellos tiempos los blogs estaban más o menos «en pañales», y los precios andaban literalmente por los suelos. ¿Cuál era la razón? Pues que cualquier persona podía escribir, ya que entonces Google no valoraba la calidad sino la cantidad. ¡He llegado a escribir posts por 2 euros!

    Cierto es que aprendí muchísimo y gané experiencia, pero en realidad era pura explotación. Y lo que sí aprendí es a no tirar los precios: tanto por mí, como por el resto de compañeros y compañeras que se trabajan en mi sector. No lo dudes: infórmate sobre lo que cobran otros profesionales de tu ámbito y considera lo que puedes ofrecer. Cursos de formación, prácticas, idiomas, programas, tecnología… Todo suma. Puedes negociar el precio si el volumen de encargos es alto, pero no lo rebajes demasiado. ¿Un mínimo? Intenta no cobrar menos de 12-15 euros netos por hora trabajada. ¡Haz cálculos!

    7. Mima a tus buenos clientes

    ¿Cuáles son esos clientes que todo freelance desea tener? Pues aquellos que establecen un precio justo por el trabajo, que lo aprecian y lo saben valorar, que se comunican contigo y están ahí cuando hace falta, y que pagan las facturas de forma puntual. Con el tiempo aprenderás a reconocerlos y los recordarás. Si tienes uno, tienes un tesoro: hay que cuidarlos bien. Puedes hacerles propuestas para rebajar un poco tus tarifas si te dan mucho trabajo, ayudar a crear calendarios y buscar temas, dar ideas, darles prioridad frente a otros clientes no tan buenos… ¡Seguro que se te ocurren cosas!

    8. Imponte unos horarios y unas vacaciones

    Este es uno de los mandamientos más importantes para cualquier freelance. Y tristemente, uno de los que menos se cumplen. Muchos autónomos meten horas y horas trabajando, incluso de noche o los fines de semana. No digo que no lo tengas que hacer en algunos casos; cuando hay que terminar proyectos, solucionar problemas o cumplir deadlines, por ejemplo. Pero si no descansas y desconectas, tu trabajo se resentirá muchísimo.

    Ojo, porque puedes llegar a perder clientes… ¿Conoces ese refrán que dice «quien mucho abarca, poco aprieta»? Pues aplícate el cuento. En los comienzos como autónomo es probable que tengas que meter horas y trabajar festivos. Y puede que incluso te quedes sin vacaciones. Pero con el tiempo, tendrás que empezar a renunciar a algunos encargos peor pagados y a sacar algo de tiempo para ti. Te lo garantizo: te compensará de sobra.

    9. Nunca dejes de buscar oportunidades

    Uno de los aspectos más fascinantes de trabajar como freelance, por lo menos para mí, es buscar nuevas oportunidades. Esa emoción que surge cuando recibes un mail de alguna empresa u oferta a la que habías escrito; la ilusión de acudir a una entrevista y conocer a nuevos posibles clientes; el reto de empezar proyectos innovadores… De verdad, no se pagan con dinero. Pero para que eso se materialice, es importante que estés siempre en búsqueda activa.

    Aunque tengas trabajo de sobra, dedica un par de horas todas las semanas a bucear un poco por las plataformas de empleo. Busca en Google y muévete por Linkedin: ofrece amistad a directivos, jefes de personal y responsables de equipos de tus sector, escribiéndoles una carta personal. Usa y abusa de las redes sociales, que cada vez son más importantes para «vender» tu trabajo. ¡Y diviértete!

    10. ¡Comparte lo que sabes!

    La idea de escribir este post me surgió, precisamente, pensando en este último mandamiento. Empezar a trabajar como freelance no es fácil; si a mí alguien me hubiera dicho cómo hacerlo, me habría ahorrado tiempo, preocupaciones e incluso dinero. A medida que adquieras experiencia, cuenta lo que sabes a otros autónomos y saca partido también de su situación. Puedes escribir un blog, comentar por las redes o simplemente, contar lo que has aprendido en vivo y en directo.

    Trabajar como freelance puede ser perfecto para ti si, como a mí, te gustan los retos y no te apetece tener un trabajo «de nueve a cinco». Con estas diez claves tienes las bases para comenzar… El resto, ¡está en tu mano!

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