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Cuando buscamos una vivienda para vivir, a parte de la superficie y número de estancias de las que disponga, una de las características que impera sobre las demás, es que disponga de una buena proporción de luz solar. A nadie le gusta vivir en un espacio oscuro, o en el que tenga que estar encendiendo la luz cada dos por tres.
Las carencias de luz no solo afectan a cómo percibimos el espacio, o del número de lámparas que debamos utilizar durante del día, sino también a nuestro estado de ánimo sin que nos demos cuenta.
En las próximas líneas exploraremos por qué la luz del sol es tan importante en el hogar y cómo se puede transformar el ambiente de una vivienda y otros espacios. Además, te daremos algunas ideas sencillas para aprovecharla al máximo. No te preocupes, que no te dejaremos a oscuras. ¡Vamos, que empezamos!
En ocasiones se comenta en la red sobre los ciclos circadianos, en la importancia de una buena regulación, y en esto tiene mucho que ver la luz solar. El ritmo circadiano se conoce popularmente como reloj biológico, y hace referencia a cuantos cambios experimenta nuestro cuerpo a lo largo del día; tanto físicos como fisiológicos.
La relación entre la luz y oscuridad, pero no solo la luz solar sino también la artificial, marca el ritmo de nuestro cuerpo.
El funcionamiento es sencillo, en el momento de que nuestros ojos reciben la luz, el celebro recibe una señal para controlar la melatonina; la hormona que nos sumerge en los dulces sueños.
Cuando se hace de noche y la oscuridad llega, el cuerpo produce más melatonina, es hora de irse a dormir; mientras durante el día el cerebro la disminuye para que no nos durmamos.
En cambio, si estamos demasiado tiempo expuestos a la luz, en especial a la luz artificial y aún más determinante a la luz azul (aquella que emanan dispositivos como la TV, móviles, ordenador o incluso relojes con números azules brillantes), estamos alterando nuestro ritmo circadiano.
De día no pasa nada, porque estamos activos, pero por la noche esa luz puede engañar al cerebro y hacerle creer que todavía no es hora de dormir. Y es ahí, cuando aparecen los problemas para conciliar el sueño, convirtiéndose el insomnio en nuestra sombra nocturna.
Además, alterar nuestro ritmo circadiano no solo afecta al sueño sino también a nuestra salud en general. Y así lo plasma la Asociación Americana del Corazón, en su artículo: Papel de la salud circadiana en la salud cardiometabólica y el riesgo de enfermedad.
En él, comentan como las personas con cronotipos nocturnos, es decir aquellas que suelen estar más activos por la noche o también las que trabajan en turnos nocturnos, presentan una mayor desalineación entre su reloj biológico elevando el riesgo de enfermedades y afectando negativamente el bienestar físico y mental. Trastornos como el insomnio, apnea del sueño y el jet lag, así como alteraciones del estado de ánimo (depresión, ansiedad, trastorno bipolar), son frecuentes en quienes ven comprometido su ciclo circadiano.
En la siguiente tabla resumimos algunas de las consideraciones más relevantes para que te tomes en serio controlar tu reloj biológico y que así puedas evitar enfermedades relacionadas.
| Aspecto relevante | Relación con luz y ciclos circadianos | Riesgos de enfermedad asociados |
| Exposición a luz azul (dispositivos electrónicos) | Disminuye melatonina, interfiere con el sueño | Insomnio, fatiga, trastornos emocionales |
| Trabajo nocturno y jet lag | Desajustan el reloj biológico | Diabetes, obesidad, problemas digestivos |
| Melatonina y ciclo luz-oscuridad | Se produce en oscuridad, se inhibe con luz | Alteraciones metabólicas, inmunitarias |
| Ritmo circadiano alterado | Cambia procesos hormonales y metabólicos | Enfermedad cardiovascular, cáncer |
| Trastornos del sueño | Muy relacionado con la exposición nocturna a luz artificial | Fatiga, bajo rendimiento, depresión |
Si quieres profundizar aún más en este tema, te indicamos dos ejemplos de estudios en arquitectura y psicología ambiental que muestran una mejora en la productividad y reducción de síntomas depresivos, con la mayor exposición a la luz natural:
El Dr. Arturo Orrego Monsalve en su estudio sobre: Exposición a la luz nocturna, disrupción del ritmo circadiano y la obesidad, publicado en la Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo, demostró como la exposición de las personas a ciclos de luz natural en lugar de artificial, ayudaba a sincronizar el ritmo circadiano y disminuir la variabilidad de la melatonina, mejorando así la calidad del sueño y regulando el ciclo sueño-vigilia en trabajadores y estudiantes.
El Dr. Eduard Estivill, director de la Unidad del Sueño del Hospital Universitari General de Catalunya Distintos, comenta como estudios médicos han evidenciado que la luz intensa por la mañana ayuda a sincronizar el ritmo de vigilia y sueño, favoreciendo un mejor estado de ánimo y productividad diurna. Señala como regular la exposición a la luz natural puede mejorar hasta un 78% la calidad del descanso y favorecer la salud psíquica y cognitiva en adultos y niños.
Como te comentábamos anteriormente, la iluminación natural en los espacios habitables es muy importante para aumentar la calidad de vida y gozar de una buena salud, tanto física como mental. Ahora bien, ¿cómo incrementamos la entrada de luz natural?
Si está en nuestra mano y estamos construyendo o diseñando nuestra casa desde cero, lo primero es conseguir maximizar las aberturas al exterior. Lo podemos conseguir ya sea mediante la instalación de ventanales amplios, la sustitución de tabiques opacos por cristaleras o con la incorporación de tragaluces y claraboyas en las cubiertas cuando la estructura lo permite.
Un ejemplo que es redondo en si mismo, es el programa Open House de Case Study Houses, llevado a cabo durante los años cuarenta y sesenta en California. Aquí con el uso extensivo del vidrio se logró no solo aumentar la iluminación sino también mejorar la integración visual con el entorno.
Es un claro ejemplo como el diseño bien pensado puede solucionar varios problemas a la vez en un bonito gesto entre belleza y funcionalidad.
¿Y si no podemos diseñar la casa desde el principio? Si ya disponemos de un interior construido, entonces una buena solución es recurrir a la colocación de espejos de forma estratégica que favorezcan esa incidencia solar en las zonas más oscuras. También, el uso de otras superficies reflectantes, como son los acabados en tonalidades claras que ayudarán a la propagación lumínica.
El mobiliario de baja altura, puertas de cristal y cortinas translúcidas contribuyen igualmente a que la luz penetre en zonas menos favorecidas del hogar.
¿Y si el contexto urbano limita la incidencia solar directa? Esta situación suele darse en patios interiores, viviendas orientadas al norte o cuando los edificios frente a nuestra fachada están muy cerca.
En este caso, te recomendamos optes por el rediseño funcional de los espacios y sitúes las áreas de mayor uso en las zonas más iluminadas. Zonas de especial atención son las utilizadas para el trabajo o el estudio que necesitan de cantidad extra de luz natural. Veamos cómo influye en este caso.
La iluminación adecuada en áreas de estudio no solo es deseable sino también esencial desde una perspectiva científica. Se ha demostrado que niveles insuficientes de iluminación en entornos de trabajo intelectual inducen fatiga visual, alteraciones de la concentración y un mayor riesgo de cefaleas.
Si estás preparándote para sacar una oposición o simplemente estudias o trabajas habitualmente desde casa, sobra decirte que el lugar donde estudies es importante goce de una adecuada cantidad de luz, y no solo solar, sino también artificial para los momentos nocturnos.
Para estudiantes universitarios y opositores, se recomienda un mínimo de 500 lux en el plano de trabajo, alcanzable posicionando el escritorio cerca de una ventana y complementando, en horas nocturnas, con lámparas LED de espectro neutro (temperatura de color entre 4000K y 5000K).
Un ejemplo real lo supone el sistema de iluminación de la Biblioteca Nacional de España, donde el diseño integra tanto la luz cenital natural como sistemas artificiales programados, favoreciendo la lectura prolongada sin incomodidades.
El uso de flexos con regulación y sistemas anti-deslumbramiento previene el deterioro ocular y mejora el rendimiento cognitivo. En hogares donde la luz natural es escasa, es idóneo instalar paneles LED de bajo consumo con sensores de luminosidad. De esta forma mantenemos los niveles óptimos de iluminación a lo largo del día, respetando el ritmo circadiano y evitando la sobreexposición a luz azul durante la noche.
En las oficinas es habitual que para ahorrar espacio se dispongan las mesas en pradera, es decir, alineadas en las partes centrales del espacio dejando corredores de circulación a ambos lados.
Si el edificio no dispone de amplios ventanales o si dan a un patio interior o reciben poca luz por la proximidad de edificios, lo más seguro es que la cantidad de luz que reciban estos lugares de trabajo sea mínima.
El reto de iluminar oficinas de tipo “pradera” requiere soluciones respaldadas por estudios ergonómicos y de ingeniería lumínica.
La guía técnica del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) destaca la importancia de combinar iluminación general (paneles LED, plafones regulables) con luz localizada en cada puesto de trabajo.
En este caso, tendremos que recurrir a la luz artificial, en concreto a la que genera una luz simulada natural, como si de un lucernario se tratase. A este respeto los diseños de luminarias han mejorado mucho, y aunque no es lo mismo que la luz natural, pues al menos nos compensa las zonas oscuras evitándonos estropear nuestros preciados ojos.
Así pues, la luz artificial que coloquemos debe ofrecer una temperatura de color entre 3300K y 5300K, simulará el espectro solar y se ajustará en intensidad a lo largo de la jornada.
En oficinas de entidades internacionales como Google o Microsoft, la elección de paneles de alto índice de reproducción cromática (IRC>80) y sistemas de control centralizado ha demostrado mejorar la productividad y reducir el absentismo por causas visuales.
También el uso de sistemas de control automático para regular la intensidad según la incidencia solar permite ajustar la luz a las actividades y al clima externo.
También los focos orientables y los apliques de pared con luz indirecta, junto con mamparas de vidrio en vez de paneles opacos, contribuyen a una distribución más homogénea de la luminosidad.
Y del mismo modo debe prestarse atención en la colocación de luminarias al índice UGR (Unified Glare Rating), que debe mantenerse en valores inferiores a 19 para evitar deslumbramientos perjudiciales para la salud visual.
Escoger luminarias LED de bajo consumo y de regulación inteligente, junto con una planificación adecuada, constituye la base científica y técnica para solucionar los problemas de oscuridad en espacios de oficina modernos.
Tal y como hemos visto, en términos de diseño interior y arquitectura, la luz natural es cuanto podemos desear en nuestro hogar y espacio de trabajo. Con ella potenciaremos la estética, la funcionalidad de los espacios y podremos disfrutar de ambientes más productivos y en especial más saludable.
Y ahora que hemos llegado al final de este contenido y ya conoces la importancia de luz solar en el hogar, ¿no te gustaría poder diseñar espacios? Con nuestra Formación en Diseño de Interiores, alcanzarás los conocimientos esenciales para empezar a proyectar y con ello ayudar a los demás a vivir mejor. Si esta es tu vocación. ¡No esperes más y consúltanos cualquier duda que tengas!
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