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Convertirse en funcionario en España requiere un proceso previo de preparación y estudio que dará como resultado un puesto de trabajo estable y con muchas ventajas. Si estás planteándote estudiar para ser funcionario y presentarte a una oposición de las muchas que existen, debes leer este artículo para saber si realmente merece la pena ser funcionario en España. Te lo contamos.
Ser funcionario o funcionaria del Estado es un objetivo y una aspiración que cada día se plantean miles de personas en España y que tras un duro proceso de preparación algunas consiguen. Entre los grandes reclamos del funcionariado en España están la estabilidad laboral, los beneficios sociales y las condiciones laborales. Sin embargo, ¿realmente merece la pena ser funcionario en el contexto socioeconómico actual?
Un funcionario es una persona encargada de cumplir funciones y cargos laborales públicos y al servicio del Estado, tras haberse incorporado voluntariamente a la estructura orgánica del mismo. Este perfil profesional se compromete a prestar sus servicios laborales a la Administración Pública donde ha sido designado tras pasar por un arduo proceso selectivo de oposiciones.
Uno de cada cuatro españoles ha preparado o está preparando oposiciones. En total son casi 5.700.000 opositores. Este dato se desprende del estudio “El peso del opositor en España, distribución geográfica, contexto económico y motivaciones”. Según este también podemos decir que dos de cada diez españoles de entre 18 y 55 años piensa en opositar próximamente.
“En total 5 millones de personas en España tienen interés en opositar y la gran mayoría son jóvenes de entre 18 y 34 años y mujeres.”
El opositor medio en España es una mujer, de 30 años, compagina el estudio de la oposición con un trabajo a tiempo completo y dedica entre 5 y 6 horas de estudio al día. El tipo de oposiciones más demandadas son las relacionadas con puestos públicos administrativos y auxiliares, sanidad y educación.
Que las personas jóvenes se decidan a opositar tiene mucho que ver con las oportunidades laborales en España para esta franja de edad. En 2023, el 86% de los nuevos parados tenía menos de 25 años y España es el país con la tasa de desempleo juvenil más alta de la Unión Europea con casi un 30% de jóvenes sin trabajo. Esto hace que la principal motivación para presentarte a una oposición sea encontrar una alternativa en el mercado laboral y una opción de estabilidad para el futuro.
Ahora que sabemos cómo es el perfil de personas que opositan en España, vamos a ver de cerca si merece la pena ser funcionario teniendo en cuenta todas las ventajas y desventajas de esta decisión.
Veamos en primer lugar las ventajas o beneficios que supone conseguir una plaza de funcionario en España.
Esta es la principal ventaja de ser funcionario en España. Si logras tu plaza dentro del sistema de funcionariado tendrás una plaza fija para siempre donde no podrán despedirte por lo general, a excepción de contadas excepciones. A diferencia de los trabajadores del sector privado, como funcionario disfrutarás de una seguridad total en la continuidad y permanencia de tu trabajo. Esta estabilidad laboral te permitirá hacer planes de futuro como tener una hipoteca, adquirir bienes o realizar alguna inversión económica, algo más arriesgado si trabajas en la empresa privada debido a la inestabilidad y precariedad del mercado.
Entre estas condiciones están los horarios fijados que se respetan, sin necesidad de realizar horas extras. La jornada laboral tiene horarios estables de 37,5 horas semanales. Sin embargo, en algunos casos, se pueden establecer horarios flexibles o jornadas reducidas para adaptarse a necesidades específicas, como conciliación laboral y familiar. Tienen mejores condiciones de cotización en la Seguridad Social y jubilación garantizada. Además podrás disfrutar de un buen período anual de vacaciones pagadas. La duración de las vacaciones puede variar según el tipo de Administración pública y el tiempo de servicio, pero generalmente oscila entre 22 y 30 días hábiles al año. Además también tendrás derecho a días festivos oficiales. Estos días son establecidos por ley y suelen incluir festividades nacionales, regionales y locales. Los funcionarios pueden tener derecho a permisos remunerados en diversas circunstancias, como permisos por enfermedad, permisos para asuntos familiares o personales, permisos para realizar exámenes, permisos por matrimonio, permisos para conciliación, entre otros.
La retribución de un funcionario tiende a ser competitiva con el tiempo, gracias a los aumentos salariales periódicos y las pagas extras.Como funcionario en España tendrás salarios regulares en función de una escala salarial establecida. El salario se ajustará en función de la inflación y de otros factores. Las oposiciones se dividen en grupos dependiendo de la titulación académica exigida y por tanto el salario base depende del grupo funcionarial con diferencias importantes entre ellos. Al salario base se le deben sumar otros complementos como los complementos de antigüedad, de destino, de productividad, específicos además de pagas extraordinarias y gratificaciones.
Los funcionarios tienen acceso a una amplia gama de beneficios sociales, como planes de pensiones, seguros de salud y programas de formación continua.
En la mayoría de puestos de funcionario existe la posibilidad de crecer profesionalmente mediante la promoción interna. Es posible presentarse a las diferentes convocatorias gracias a la experiencia adquirida en el puesto de trabajo y de este modo conseguir un ascenso mediante concurso oposición y por tanto tener un puesto de trabajo mejor pagado y de mejor categoría.
En caso de no estar contento con el puesto o lugar de trabajo se puede solicitar un cambio de puesto o lugar siempre dentro del Cuerpo específico al que se pertenezca como funcionario. Si perteneces a la Administración General del Estado (AGE) puedes solicitar cambio de destino geográfico.
Al tener una jornada laboral concentrada y siempre ajustada a los mismos horarios, el funcionariado permite conciliar mejor y tener un mayor equilibrio entre la vida personal y laboral. Es un trabajo ideal para compaginar con actividades personales y con compromisos familiares y personales.
Si atendemos a estas ventajas de convertirse en funcionario, estudiar y aprobar una oposición merece realmente la pena. Sin embargo, aunque pocas, existen algunas desventajas de ser funcionario que resumimos a continuación.
Llegar a ser funcionario es un proceso arduo que puede llevar mucho tiempo. Además debes estar preparado para la alta competitividad y para la gran demanda de dedicación y esfuerzo con momentos duros donde te puede costar seguir. También exige inversión de dinero para estudiar en una academia y prepararte. Puede interferir si tienes otro trabajo o estudias por lo que tu tiempo libre se verá reducido. Existe la posibilidad de que aunque apruebes no llegues a tener plaza así que tendrás que lidiar con la frustración y saber cómo hacerlo.
En algunas áreas, los funcionarios pueden ser destinados a diferentes localidades. Esto puede suponer un inconveniente para tu vida si tienes ataduras o compromisos familiares o personales en la ciudad en la que vives.
Aunque hay posibilidades de ascenso, el ritmo de promoción puede ser más lento en comparación con el sector privado donde puedes recibir una recompensa más rápida por el trabajo realizado.
Trabajar en la administración pública puede implicar lidiar con una mayor burocracia y procedimientos administrativos. Esto puede llegar a ser frustrante para los que prefieren un entorno de trabajo más dinámico y ágil.
En general, el sistema de funcionariado es rígido y limitante. Existen excesivas jerarquías, sistemas y modelos de trabajo muy tradicionales. Por lo general, no podrás teletrabajar y tendrás que asistir cada día a tu puesto de trabajo de manera presencial.
En ocasiones, los funcionarios pueden enfrentarse a percepciones negativas por parte de la sociedad, asociadas a estereotipos de ineficiencia o falta de motivación.
A veces ser funcionario implica un trabajo rutinario y monótono en el que tendrás pocos retos profesionales o creativos y pocos desafíos. Es por tanto poco recomendado si eres una persona inquieta que le gusta el cambio.
Ahora podemos responder a la pregunta de si merece la pena ser funcionario en España y la respuesta no es sí o no, depende de muchos factores. En términos generales es una buena salida profesional si eres una persona que busca y valora la estabilidad laboral pero no es tan ideal si buscas nuevos retos o te aburres enseguida.
La decisión de ser funcionario debe tomarse evaluando pros y contras y teniendo en cuenta tus propias aspiraciones profesionales y personales. Elige la opción que mejor se adapte a tus necesidades y no olvides formarte para ello.
Si deseas ser funcionario en España has de comenzar por elegir el tipo de oposición que desees y la formación a tu medida para cada una de ellas.
Puedes elegir oposiciones a Justicia, Hacienda, Educación, Salud, Administración y Archivo o Prisiones o Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado.
Sea cual sea la especialidad que elijas es importante que busques una academia a tu medida especializada por tipos de oposición, con un método práctico e innovador, con buenos recursos didácticos y temario personalizado, un temario a la altura y buenas valoraciones.
Si deseas convertirte en funcionario en España apuesta por una academia con experiencia y especializada en preparar oposiciones como es Campus Training.
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