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La robótica ya no es una fantasía de ciencia ficción perteneciente a un futuro distante. Al contrario, forma parte de nuestra realidad en más formas de las que creemos a simple vista. Hoy en día, la robótica transforma industrias, mejora nuestra calidad de vida y redefine el trabajo tal y como lo conocemos. Sin embargo, ¿sabrías decir en qué consiste exactamente? En el artículo de hoy vamos a definir con precisión qué es la robótica, dónde se aplica y cuáles son sus principales componentes. ¡Sigue leyendo para conocer todos los detalles!
Seguro que ya estás más que familiarizado/a con el término “robótica”, una palabra que debe su origen al escritor de ciencia ficción Isaac Asimov. Cuando hablamos de robótica, nos referimos a una rama de ingeniería y ciencia que se encarga de diseñar, construir, operar y utilizar robots.
Los robots pueden tener funciones y formas de lo más diversas, pero todos tienen el mismo objetivo: realizar tareas de manera autónoma o semiautónoma, replicando habilidades humanas o mejorándolas.
En la robótica intervienen varias disciplinas al mismo tiempo: la electrónica, la informática, la mecánica y, sobre todo en los últimos años, la inteligencia artificial (IA). El resultado de esta combinación son máquinas que interactúan con su entorno, procesan una gran cantidad de información y están diseñadas para actuar en consecuencia.
Estas son las principales ventajas que se deducen de lo que es la robótica:
Ya tenemos claro qué es la robótica. No obstante, si te estás preguntando dónde actúa la robótica hoy en día, quizá deberíamos darle la vuelta a esta pregunta y reformularla en negativo: ¿dónde no tiene cabida esta disciplina? La robótica se utiliza en ámbitos tan numerosos que nos llevaría todo un artículo explicarlos todos, y cada día aparecen nuevas y sorprendentes aplicaciones.
En los siguientes apartados vamos a conocer cuáles son algunos de los sectores donde la robótica supone una disciplina clave. ¡Apunta!
Es probable que uno de los usos de la robótica en los que primero hayas pensado sea el de la fabricación de productos en un entorno industrial. Al fin y al cabo, desde la Revolución Industrial, la automatización ha ido creciendo a una velocidad de vértigo e incorporando elementos robóticos para mejorar todavía más la producción.
Hoy en día, los robots trabajan codo con codo con los humanos para realizar tareas de soldadura, ensamblaje, pintura e incluso manipulación de materiales. Sus principales ventajas: una mejor precisión, una mayor velocidad y una optimización general de la productividad.
Algunos ejemplos habituales de la aplicación de la robótica en esta área son:
También a los hogares ha llegado la robotización, convirtiendo las viviendas en espacios más cómodos e inteligentes. Los sistemas domóticos incorporan robots y dispositivos en los hogares que agilizan funciones de lo más variadas, desde la seguridad hasta la limpieza, la iluminación o el entretenimiento.
Veamos algunos ejemplos de su uso:
Otro de los sectores que más se benefician de la robótica hoy día es la medicina, donde esta disciplina ha supuesto una revolución para el diagnóstico y tratamiento de enfermedades.
Gracias a la robótica, han surgido soluciones más precisas y menos invasivas que las opciones tradicionales, mejorando así tanto la labor de los profesionales del sector como la calidad de vida de los pacientes.
Algunos ejemplos de las aplicaciones de la robótica en la medicina son los siguientes:
En el ámbito educativo, la robótica también ha tenido un impacto considerable, sobre todo en la última década, con la aparición incluso de asignaturas de robótica en muchos centros escolares.
Su principal logro: convertirse en una herramienta didáctica que ayuda al profesorado a fomentar el aprendizaje activo, la autonomía y el pensamiento crítico en el alumnado.
Los usos de la robótica en el sector han abarcado un amplio espectro, siendo algunos ejemplos notables los talleres de construcción de robots, las plataformas interactivas de aprendizaje o los kits de robótica educativa, que ayudan a los estudiantes a construir sus propios robots.
Entender por completo qué es la robótica implica también conocer cuáles son los componentes fundamentales que la nutren. Veámoslos en el siguiente listado:
Tenemos clara la respuesta: ¡sí! La robótica es un campo que no deja de crecer y, como hemos comprobado hoy, con aplicaciones en múltiples sectores. Si te decides a formarte en esta área, no solo abrirás las puertas a oportunidades laborales en empresas tecnológicas, sino que también contribuirás a la creación de soluciones que mejoran la vida de las personas.
Pero estos no son los únicos motivos por los que aprender robótica es una buena idea. ¡Toma nota de todas estas razones de peso!
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