En este artículo te explicaremos cuáles son las características de una empresa y sus principales tipologías. Además, encontrarás unos consejos básicos para maximizar tus opciones de conseguir un trabajo en el mundo empresarial.
Definición de empresa
Antes de entrar de lleno a ver las características de una empresa, es importante partir de una definición básica del concepto.
Así, el diccionario de la Real Academia define «empresa» del modo siguiente:
«Unidad de organización dedicada a actividades industriales, mercantiles o de prestación de servicios con fines lucrativos».
Por tanto, esta definición ya nos da varias pistas acerca de las características de las empresas, que pasamos a analizar a continuación.
Características de una empresa
Efectivamente, las principales características de una empresa son las siguientes:
- Se trata de una entidad organizada. Las empresas reúnen y organizan una serie recursos para desarrollar su actividad. Así, cuentan con:
- Un capital, es decir, recursos financieros.
- Edificios o instalaciones.
- Materias primas, si se dedican a la fabricación de bienes.
- Equipos y maquinaria.
- Recursos humanos.
- Medios de transporte, en algunos casos.
- Etc.
- Distribuyen sus funciones en distintos departamentos. Desde el punto de vista interno, las empresas suelen estructurarse en departamentos especializados en las distintas actividades que deben realizar: fabricación, marketing, logística, recursos humanos, departamento financiero, administración, etc.
- Se dirigen a satisfacer necesidades o deseos de sus clientes. La razón de ser de las empresas es cubrir la demanda que exista o pueda existir de un determinado bien o servicio.
- Tienen ánimo de lucro. Con carácter general, las empresas desarrollan su actividad con el objetivo de conseguir un beneficio económico. No obstante, este objetivo puede ser compatible con otros de tipo social, medioambiental, etc. Además, en el caso de las empresas de titularidad pública, el lucro no sería la finalidad principal.
- Deben tener una razón social o denominación que las identifique. El nombre suele ir acompañado de una indicación acerca de cuál es la forma jurídica de la empresa: sociedad anónima, sociedad de responsabilidad limitada, cooperativa, etc.
- Están sujetas a una normativa que las rige. Así, tanto a nivel contable, como laboral, mercantil, sanitario, etc., existe todo un ordenamiento jurídico que va a condicionar su actividad. Además, también a nivel interno suele haber normas y protocolos que regulan todas sus actuaciones.
- Elaboran una estrategia para conseguir sus objetivos. De este modo, a parte de su misión y visión general, las empresas suelen diseñar sus estrategias sobre la base de objetivos a corto, medio y largo plazo, planes de actuación, cronogramas y otras herramientas similares.
Tipos de empresas: características básicas
Una vez vistas las principales características de una empresa, podemos analizar brevemente los distintos tipos de empresas que pueden existir, de acuerdo con los siguientes criterios de clasificación:
- En función de su forma jurídica, tenemos:
- Sociedades Anónimas
- Sociedades de Responsabilidad Limitada
- Empresarios/as individuales
- Sociedades Cooperativas
- Comunidades de Bienes
- Sociedades Comanditarias
- Sociedades Colectivas
- Asociaciones sin ánimo de lucro
- De acuerdo con su tamaño, podemos distinguir:
- Microempresas (menos de 10 trabajadores)
- Pequeñas empresas (entre 10 y 50 trabajadores)
- Medianas empresas (entre 50 y 250 trabajadores)
- Grandes empresas (más de 250 trabajadores)
- En función de su sector de actividad, tenemos principalmente empresas del sector:
- Primario, si realizan actividades de extracción y transformación de recursos naturales (agricultura, pesca, sector forestal, etc.)
- Secundario, si transforman materias primas en bienes (industria, construcción, etc.)
- Terciario, si se dedican a la prestación de servicios
- Por su titularidad o propiedad del capital, podemos distinguir entre:
- Empresas públicas
- Empresas privadas
- Empresas mixtas
- Según su ámbito de actuación, distinguimos entre empresas:
- Locales
- Nacionales
- Internacionales (se localizan en un país, pero venden en varios)
- Transnacionales (si están establecidas en diversos países)
Cómo trabajar en una empresa
Sin duda, las características de una empresa influyen en el tipo de perfiles profesionales que pueden necesitar.
De todos modos, con carácter general, tendrán en cuenta los siguientes aspectos:
- Formación o titulación académica: una adecuada formación puede abrirte las puertas a muchas oportunidades laborales. Así, según el sector y, sobre todo, el departamento en el que quieras trabajar, deberás encaminar tu formación hacia una u otra rama. En cualquier caso, todas las empresas necesitan al menos un departamento de administración, por lo que una FP oficial de Administración y Gestión o un buen curso de administración son opciones muy demandadas.
- Experiencia laboral: desde luego, la experiencia previa es un factor muy valorado para acceder a determinados puestos en cualquier empresa. Así, cuanto más altos estén en la jerarquía, más años de experiencia suelen requerir.
- Habilidades, capacidades y conocimientos: al fin y al cabo, el objetivo primordial es que sepas hacer bien tu trabajo. No obstante, no solo se valoran las llamadas hard skills (habilidades técnicas), sino también las soft skills (flexibilidad, capacidad de trabajo en equipo, resiliencia, resolución de conflictos, etc.).
Por tanto, procura trabajar en estos tres frentes para lograr tus objetivos profesionales, sin descuidar la elaboración de un currículum bien diseñado y la creación de perfiles atractivos en las diversas páginas web de empleo, así como en LinkedIn.
Ahora que ya conoces las principales características de una empresa, seguro que te resultará más fácil planificar tu formación y mejorar tu perfil profesional para encontrar un empleo que realmente te satisfaga. ¿No crees?