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No todas las frases de bomberos definen bien a estos profesionales abnegados y valientes. Incluso algunas de ellas hacen poca justicia a la verdad de un trabajo que, dicho sea de paso, está dedicado a salvar vidas y a sacar de apuros a los demás. Pero por lo general, estos técnicos de emergencias y rescate gozan de un gran prestigio social que queda reflejado en infinidad de sentencias populares, citas literarias y filmatográficas, y originales aforismos.
¿Quieres conocer algunas de ellas? Iniciamos este repaso por las más curiosas y populares.
En la Cabalgata de los Reyes Magos celebrada en el 2017 en Madrid, los bomberos llamaron mucho la atención con un eslogan que lucía en el camión con el que desfilaron. En la enorme pancarta que decoraba la carroza se leía: «Ideas de bombero para un mundo mejor».
Y es que, sin duda, una de las frases de bombero más populares, no ya dicha por ellos, sino refiriéndose a ellos, es lo de “tener ideas de bomberos”. ¿Cuántas veces la habrás escuchado? Pero…¿Sabes, en realidad, por qué se dice y a qué hace relación? Te lo desvelo.
Esta expresión se usa para describir un comportamiento descabellado o absurdo. Y si ya riza el rizo de lo singular o extravagante, se enfatiza diciendo “tienes ideas de bombero jubilado/retirado”. O sea, todavía es peor cuando dicho profesional se haya quedado ocioso y no tenga nada mejor que hacer.
El porqué de la frase podría obedecer a varias razones, que si bien no están contrastadas guardan cierto sentido. Buceando en los anales del Cuerpo, sabemos que en el pasado este servicio público servía para todo. Es decir, que además de apagar fuegos y ejecutar servicios de vigilancia y rescate, los bomberos se dedicaban a resolver cualquier incidencia que pudiera ocurrir en las ciudades. Cualquiera.
Eran una especie de «familia MacGyver», que echando mano de su ingenio y habilidad,“sofocaban” accidentes de toda índole. Incluidos los de cerrajería, fontanería y hasta albañilería. Así, cuando decimos de alguien que está de “apagafuegos”, nos referimos también a que no hay obstáculo que no pueda salvar de forma inmediata, sea del modo que sea. Incluso recurriendo a las soluciones más peregrinas. Como las de los bomberos jubilados: estrambóticas pero efectivas, al fin y al cabo.
Otra versión de esta célebre frase de bombero es la que defiende Luis Palomino, según relata el sociólogo Amando de Miguel en el artículo El origen de las palabras, publicado en Libertad Digital. Según Palomino, «la expresión ‘tener ideas de bombero’ es una corrupción de otra más lógica: tener ideas de bombero-torero».
Así queda claro que son ideas ridículas o cómicas. El Bombero Torero y sus Enanitos Toreros fue un espectáculo mítico que atraía a muchísima gente a las plazas de toros. Una charlotada que no faltaba en ferias taurinas de toda España, en la que el torero iba vestido de bombero.
Pero nada más lejos de la realidad. Lo cierto es que los bomberos tienen (y han tenido siempre) muy buena prensa. ¿Quién no ha soñado de niño con serlo? Si todavía lo sigues deseando, en este post te detallamos los requisitos necesarios para convertirte en uno de ellos.
Esta imagen intachable de los bomberos no está en absoluto idealizada. Al contrario, cumplen un servicio público de primer orden y su desempeño exige cualidades como el coraje, la entrega, la disciplina… y, por supuesto, la solidaridad. Por eso se entienden muy bien las frases de bomberos que relacionamos a continuación y que hablan de todos estos valores.
Se trata de uno de los dichos populares que toman de protagonistas a estos profesionales, pero que puede aplicarse a todo el mundo. No pisarse la manguera es una frase familiar empleada para censurar a quien trata de aprovecharse de una situación en detrimento de personas de su misma condición, o de colegas de trabajo. O sea, zancadillear de mala manera: algo que se presupone nunca harán los bomberos.
Un deseo de buena suerte y una de las locuciones habituales que se dedican entre ellos. Si para extinguir un incendio hay que usar una manguera cargada con agua, mantener las mangueras secas durante todo el turno implica que no se ha tenido que salir a realizar ningún servicio. Y, por tanto, no ha habido incendios.
Es así cómo el cuerpo de Bomberos Voluntarios de Zárate, en Argentina, se viene arriba. ¿Qué te parece este grito de guerra? A mí ha encantado el sentido del humor con que describen su singular tarea. En efecto, son seres especiales. Y aún más, cuando se trata de una partida de voluntarios que realizan una labor tan arriesgada altuistamente, como sucede en esta ciudad de la provincia de Buenos Aires y en muchos países de todo el mundo, en el que no existen presupuestos para dedicarlos a este cometido.
Estas palabras inspiradoras fueron dirigidas a las familias de un colectivo de bomberos caídos en 1910 por Edward Croker, jefe del departamento de bomberos de la ciudad de Nueva York de 1899 a 1911.
Pionero en la creación de leyes de protección contra los riesgos de incendio, Croker construyó lo que supuestamente era la primera casa «a prueba de fuego”, con paredes y vigas de cemento, puertas y muebles de metal y revestimientos de amianto. En la fiesta de inauguración llevó a todos sus invitados al segundo piso, y vertiendo gasolina en una habitación, encendió un fósforo y cerró la puerta… mientras sus invitados cenaban en la habitación contigua, que permaneció intacta.
La figura del bombero siempre se ha presentado en novelas y películas como la de un héroe. Un caballero andante que antepone la vida de los otros a la suya propia.
En este sentido, hay algunas frases de bomberos impagables, recogidas en los libros y en los filmes sobre incendios y catástrofes varias. Merecen ser recordadas, aunque haya que ponerlas en contexto para entenderlas. Así que eso vamos a hacer: repasar frases de bomberos (y también alguna parrafada) de cintas más o menos conocidas. Seguro que has visto más de una. ¿Serías capaz de reconocerlas? ¡Empecemos!
De la película Only the Brave, traducida en España como Héroes en el infierno (2017, Joseph Kosinski). Una de esas frases de bomberos que ponen los pelos como escarpias: se trata del desafío que un hombre, ya exhausto, lanza al fuego en su última batalla contra la muerte. Imaginaos la escena, ese bombero en la montaña, plantado frente al incendio pavoroso que avanza para devorarlo desde la colina más cercana.
Desde luego, te hace brincar en la butaca del cine. Sobre todo, si sabes que la película está inspirada en hechos reales ocurridos en Yarnell Hill (Arizona) en junio de 2013, cuando 19 bomberos de élite de los Granite Mountain Hotshots fallecieron debido a un gran incendio en el que la naturaleza ardió durante dos semanas.
Más que una frase de bombero, es un discurso completo, el que se marca el protagonista y jefe del destacamento (Steve McQueen) en El coloso en llamas (1974, John Guillermin). La recriminación cargada de amargura va dirigida al arquitecto (Paul Newman). Él ha diseñado ese rascacielos gigantesco, cuya instalación eléctrica defectuosa provocó el incendio en el que murieron cientos de personas cuando acudieron a la inauguración. Solo por disfrutar del duelo interpretativo, merece la pena rescatar esa cinta.
Provocar fuegos en vez de apagarlos. Las frases de bomberos memorables que se repiten en la novela Fahrenheit 451 (la temperatura a la que arde el papel) podrían ser muchas. Pero la que he entrecomillado resume algo muy latente en las historias que giran alrededor del fuego: la oscura fascinación que supone prenderlo y dejar que se expanda. Y resulta todavía más inquietante saber que quien lo desencadena debería hacer lo contrario.
En esta magnífica distopía de Ray Bradbury, el bombero ejemplar Guy Montag recibe la orden de quemar los libros prohibidos por el gobierno…. Y hasta ahí puedo leer.
La obra fue llevada al cine en 1966 por François Truffaut, que hizo una adaptación brillante. Para refrescarte la memoria, nada como ver esta impresionante escena en la que una brigada de bomberos entra en una casa para encontrar y calcinar cuantos libros “subversivos” hallen en ella. Ojo con los títulos de las «obras malditas».
Como has podido ver, a través de este recorrido por las frases de bomberos más motivadoras, divertidas o dramáticas, esta profesión se presenta rodeada de un halo de romanticismo. Pero, en realidad, para ejercerla se requiere enorme dedicación, esfuerzo y sacrificio.
Y la preparación es exigente, aunque siempre compensa. Ofrecer tus servicios a los ciudadanos y desempeñar funciones de labores de extinción de incendios, protección y salvamento, o evitar situaciones de riesgo, resulta muy gratificante.
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