¿Cómo se trata la mordida abierta?

La mordida abierta es una maloclusión dental que se caracteriza por la falta de contacto entre los dientes superiores e inferiores al cerrar la boca. Va más allá de un problema únicamente estético y puede afectar a funciones básicas de la boca y la salud en general. Si deseas saber cómo se trata la mordida abierta, no te pierdas nada de este artículo donde te lo contamos.

Mordida abierta. Qué es

Seguro que has escuchado hablar de mordida abierta pero no tienes claro de qué trastorno dental se trata. En concreto, la mordida abierta es un tipo de maloclusión dental. Sucede cuando los dientes de arriba y los de abajo no se tocan, es decir que existe un espacio abierto entre los superiores y los inferiores, lo que impide un contacto adecuado. Este espacio puede encontrarse en la parte anterior (zona de los incisivos), en la parte posterior (zona de molares) o ser de carácter mixto. La mordida abierta es una de las maloclusiones dentales más frecuentes y puede afectar tanto la estética como la función masticatoria. Se da cuando hay una disminución del grado de sobremordida normal, es decir, cuando la sobremordida es inferior a ⅓. Pero también se puede dar si hay un contacto borde a borde o una apertura clara entre los incisivos. En algunas ocasiones los incisivos superiores llegan a cubrir verticalmente a los incisivos inferiores, pero no hay un contacto entre el borde incisal de los inferiores con los antagonistas. En estos casos estamos hablando de una mordida abierta funcional.

Las consecuencias de una mordida abierta, van mucho más allá de problemas estéticos y pueden alterar funciones básicas como la masticación o la deglución y en casos más graves la respiración. Afectan también a la pronunciación y produce desgaste en las piezas dentales además de dolores en la mandíbula o tendencia a padecer problemas periodontales.

Existen varios tipos de mordida abierta. Por un lado está la mordida lateral abierta que provoca un espacio entre la mandíbula superior e inferior en un lado o en ambos. Tiene causa genética o se debe también a la falta de espacio al crecer los dientes.
La mandíbula abierta anterior esquelética es cuando se separan los dientes delanteros de arriba y de abajo y se inclinan hacia afuera. En este caso los dientes no se tocan al estar cerrada la boca. Puede deberse al crecimiento anormal de la cara o desarrollo irregular de maxilares o molares.
Por último está la mordida abierta posterior que sucede en la parte de atrás de la boca cuando los dientes posteriores no se encuentran al cerrar la boca. Puede deberse a malos hábitos durante la infancia.

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Causas de la mordida abierta

No existe una causa concreta de la mordida abierta y en muchos casos se debe a una combinación de factores ambientales o genéticos. Podemos señalar entre las causas más comunes de mordida abierta las siguientes:

• Factores genéticos. 

La genética es clave en la formación de dientes, músculos faciales o huesos maxilares. Algunas veces suceden alteraciones en el crecimiento de los maxilares lo que puede llevar a tener una mordida abierta esquelética debido a que el hueso maxilar o mandibular crece de manera desproporcionada. La deglución atípica puede provocar que la lengua empuje los incisivos superiores e inferiores.

• Hábitos orales.

En la infancia tener ciertos hábitos pueden provocar una mordida abierta en el futuro. Entre estos hábitos están algunos como la succión digital o chuparse el dedo. Si perdura más allá de los 3 o 4 años puede ejercer presión constante en los dientes frontales y por tanto desplazarlos hacia delante creando un espacio. Otro hábito perjudicial es usar el chupete o biberón durante largos períodos de tiempo que puede alterar la posición de los incisivos y afectar a la correcta oclusión. Por último el empuje lingual, es decir cuando la lengua se interpone entre los dientes al hablar o tragar, impide que las piezas entren en contacto e influye en el desarrollo de la mordida abierta anterior.

• Problemas respiratorios.

Algunas personas tienen problemas para respirar por la nariz y eso conlleva a una respiración bucal crónica con consecuencias. En casos de desviación del tabique nasal, rinitis alérgica o amígdalas, la respiración obliga a mantener la boca abierta y alterar la postura de la lengua. Por tanto esto favorece una mordida abierta y afecta al desarrollo de los maxilares.

• Trastornos funcionales y musculares.

Si existe un desequilibrio en la función de la musculatura orofacial puede producirse una mordida abierta en el futuro. Es el caso de una lengua muy grande o un tono muscular bajo en mejillas y labios. El equilibrio de fuerzas se altera y los dientes cambian de lugar. Los trastornos de la articulación temporomandibular causan dolor crónico en la mandíbula. Las personas que lo padecen usan la lengua para separar los dientes y reposicionar cómodamente la mandíbula, lo que puede provocar una mordida abierta.

Cómo se trata la mordida abierta. Soluciones para corregirla

La mordida abierta puede ocasionar problemas de salud diversos pero por suerte existen tratamientos que permiten tratar esta patología y corregirla. Te contamos algunas de las soluciones y pasos que debes seguir si tienes una mordida abierta. Las soluciones y el tratamiento dependen de cada caso en particular, de la edad y de la magnitud del problema y siempre deben ser recomendados por un experto.

Conseguir un diagnóstico.

Este es el primer paso para buscar soluciones a un problema de mordida abierta. Para ello debes someterte a la evaluación de un experto en odontología y se deben incluir exámenes y radiografías que permitan un diagnóstico. Es importante que se lleve a cabo en edad temprana, a poder ser entre los 7 y los 12 años para evitar complicaciones en la vida adulta. Los padres pueden identificar factores de riesgo en niños como succionar el pulgar y acudir al dentista para solucionar esta situación. Cuanto antes se diagnostique y trate la mordida abierta, mayores serán las probabilidades de éxito con procedimientos sencillos y menos invasivos.

Ortodoncia.

La ortodoncia es una especialidad de la odontología que se enfoca en el estudio, prevención y tratamiento de las malposiciones dentales y de los huesos maxilares. En el caso de la mordida abierta se pueden emplear para su corrección tratamientos de ortodoncia mediante brackets que son diferentes en niños o en adultos. En el caso de los niños el pronóstico suele ser más favorable, ya que los huesos aún están en crecimiento y los hábitos pueden corregirse con mayor facilidad. Se les suele aplicar una ortodoncia interceptiva. Para ello se usan aparatos expansores que guían el crecimiento de los huesos maxilares y favorecen una mordida correcta. Así se evitan problemas más complejos en la edad adulta. En el caso de mordida abierta en personas adultas se usa una ortodoncia fija (brackets o alineadores invisibles). Permiten corregir el espacio entre los dientes y ayudar a cerrar el espacio entre incisivos. Si el caso es leve se puede apostar por alineadores transparentes.

Cirugía ortognática.

Si la mordida abierta tiene una causa esquelética, el tratamiento a seguir pasa por un tipo de cirugía llamada ortognática. El objetivo es reposicionar los maxilares para que la oclusión sea correcta y hay armonía facial. Con esta cirugía se reposiciona la mandíbula superior por la maloclusión causada por lesiones o genética. Es una opción más invasiva pero los resultados son mejores en casos donde la mordida abierta es más compleja.

Correción de hábitos nocivos.

En niños es posible corregir hábitos sencillos para evitar tener una mordida abierta en el futuro. Por ejemplo se puede eliminar el uso prolongado del chupete o empuje lingual o evitar que el niño se chupe el dudo. Se puede hacer usando rejillas linguales o aparatos removibles que hagan difícil colocar la lengua o el dedo entre los dientes.

Terapia miofuncional y terapia combinada.

Este tipo de terapia incluye ejercicios para fortalecer la musculatura orofacial y reeducar la posición de la lengua. Son ejercicios muy efectivos en casos de respiración bucal o relativos a empuje lingual que pueden ayudar mucho a corregir la mordida abierta. En el caso de la terapia combinada se trata de mezclar la ortodoncia con terapia miofuncional y así asegurarnos que la ortodoncia no reaparezca a largo plazo.

Peligros de tener mordida abierta

Si no se trata la mordida abierta, especialmente en los años iniciales de vida, las consecuencias para la salud pueden ser importantes y afectar no solo a la salud bucodental sino a la calidad de vida de las personas que padecen este trastorno. Estos son los principales peligros que puede acarrear tener la mordida abierta.

• Problemas funcionales.

La masticación es una de las funciones más dañadas al tener la mordida abierta. Como los dientes no hacen un contacto adecuado los alimentos no se trituran de manera correcta y por tanto las digestiones son más pesadas y los nutrientes se absorben peor. Los pacientes pueden sobrecargar el sistema digestivo y muchos presentan deglución atípica. La lengua busca ocupar el espacio entre los dientes, interfiriendo en el cierre natural de la boca. Esto también peude causar fatiga muscular y dolores en la articulación temporomandibular (ATM). El habla es otra función que se puede ver afectada por la mordida abierta al tener dificultad para pronunciar algunos fonemas como la s o la z que requieren contacto entre los dientes.

• Problemas respiratorios.

La respiración bucal crónica suele asociarse a la mordida abierta. Al no poder cerrar adecuadamente la boca, las personas desarrollan el hábito de respirar por la boca en lugar de hacerlo por la nariz. Este patrón respiratorio puede causar además de sequedad oral, mayor riesgo de infecciones respiratorias, ronquidos y, en algunos casos, apnea del sueño. Este tipo de respiración si se prolonga en el tiempo interfiere en el desarrollo correcto de los maxilares y por tanto haciendo más grave el problema de la mordida abierta.

• Daños dentales.

Padecer mordida abierta genera desgaste desigual en las piezas dentarias que entran en contacto. Esto, además de desgastarlas también produce sensibilidad dental, microfracturas y mayor riesgo de caries en zonas sobrecargadas. La mala oclusión dificulta la higiene dental y por tanto hace que los paciente acaben padeciendo problemas periodontales, inflamación de encías o pérdida de hueco al acumularse con más facilidad la placa.

• Problemas estéticos y psicológicos.

La mordida abierta altera la armonía facial y hace que los labios no se cierren de forma natural. Al sonreír aparece un espacio anómalo entre los dientes y por tanto deriva en problemas estéticos. Esto puede afectar a la autoestima de los pacientes y minar la confianza afectando a las relaciones sociales. Muchos pacientes tienen dificultades para hablar, sonreír o comunicarse, sobre todo si trabajan en puestos que requieren comunicación o atención al público continuada.

• Dolores musculares.

Si padeces mordida abierta es posible que tengas dolores en la articulación temporomandibular (ATM). Esto sucede porque la mandíbula busca constantemente una posición funcional que compense la falta de contacto dental. Así se generan crujidos al abrir y cerrar la boca, dolores de cabeza e incluso molestias cervicales. En caso de no corregir la mordida abierta se puede producir un trastorno temporomandibular crónico que empeora mucho la calidad de vida de quien lo padece.

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