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La humanidad ha convivido y experimentado los beneficios del agua desde tiempos inmemoriales. Pero la balneoterapia, aunque hay constancia de que se empezó a dar forma en la Edad Antigua, recibió un nombre y se constituyo como terapia a lo largo de los siglos XVIII y XIX. Desde entonces se aplica como tratamiento, pero hay casos en los que esta presenta contraindicaciones que serán el objeto de este artículo.
Aviso. Este artículo no está redactado por especialistas, por lo que consulta siempre con tu terapeuta todas tus dudas sobre la balneoterapia y si es recomendable para tu caso. Si lo que buscas es formarte y convertirte en uno, te ofrecemos nuestro Curso de especialista en SPA y Balneoterapia para que lo logres.
Como cualquier terapia, puede haber casos para los que no está indicada y es bueno que cuando te sientes con el/la profesional seas 100% honesto/a sobre todas tus condiciones para valorar si serías apto/a para ese tratamiento y que no se produzcan efectos adversos en su aplicación.
La balneoterapia se aplica como tratamiento para múltiples enfermedades, como la reumatología, afecciones respiratorias o digestivas.
¿Por qué la balneoterapia tiene efectos adversos? Para responder, tenemos que conocer sus dinámicas. Y es que es objeto de la especialidad médica de la hidrología, diseñada para recetar y pautar el uso de aguas mineromedicinales en el tratamiento de patologías, tomándola o de forma externa. Y aunque hace bien a muchos pacientes, también es contraindicada en otros tantos casos que veremos a continuación.
Bajo ningún concepto pueden hacer uso de la balneoterapia todos/as aquellos/as pacientes que presenten una serie de condiciones para las que esta disciplina puede agravar seriamente:
Las contraindicaciones relativas, por definición, son patologías en las que, con la supervisión profesional, habría una ventana en la que podría valorarse la terapia, o no, al paciente que las sufre conforme a su condición específica. Por lo tanto, los casos que detallaremos a continuación no son ni un no tajante ni un sí redondo a recibir los beneficios de la hidrología.
Los/as especialistas en balneoterapia lo tienen bien estudiado y aseveran que ocurren con muy poca frecuencia. Pero es bueno conocer los efectos secundarios y tenerlos en cuenta si te vas a embarcar en un tratamiento por estos medios.
La balneoterapia puede producir efectos adversos cuyo origen pueden ser las altas temperaturas en el agua o bien que esta esté excesivamente mineralizada, pero rara vez suceden.
En cualquier caso, si suceden muy pocas veces es porque el/la profesional conoce a la perfección qué casos tratar y cuáles no para evitar que los sufra el/la paciente. Son los que siguen, señalados en este artículo científico.
Este artículo ha cobrado un cariz negativo por las contraindicaciones de la balneoterapia y los posibles efectos adversos, pero estas crisis suceden pocas veces. Este tipo de tratamientos en realidad han probado ser altamente beneficiosos en casos como patologías renales, reumáticas, metabólicos, estrés y ansiedad o prevención de infecciones.
Son aplicaciones muy controladas y con una buena preparación, sabrás perfectamente en qué escenarios debes aplicarlos y en cuáles recomendar otras vías curativas a tus pacientes. ¿Es un área en la que te encantaría especializarte? ¡Estás más que a tiempo de convertirla en tu carrera profesional! Con el Curso de especialista en SPA y Balneoterapia de Campus Training podrás darle un vuelco a tu carrera. ¡Contáctanos para contarte cómo!