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El edadismo laboral es un problema que empieza a ser realmente preocupante. En una sociedad que cada vez envejece más, el mercado laboral parece estar enfocado más hacia los perfiles jóvenes. Y mientras tanto, los mayores de 55 años luchan por hacerse un hueco en un campo que tiende a rechazarles. Hoy te contamos qué es el edadismo laboral y qué soluciones pueden aplicarse para afrontar el problema. ¡No te lo pierdas!
Que vivimos cada vez más tiempo es un hecho comprobado. Y más en nuestro país, donde tenemos una de las poblaciones más longevas del mundo… Sea por la dieta mediterránea, por el clima o por aquello de Spain is different, la cuestión es que cada vez hay más personas que superan la barrera de los 55 y están en perfectas condiciones para trabajar.
Paradójicamente, el fenómeno del edadismo (laboral y general) se está implantando a marchas forzadas, a nivel mundial. La cultura considera un valor el mero hecho de «ser joven», a diferencia de lo que sucedía hace décadas cuando los ancianos eran admirados y valorados como sabios. Ni una cosa, ni la otra; pero lo que es cierto es que el mero hecho de tener determinada edad no debería causar ningún tipo de discriminación.
Y si hay alguien que tiene plena responsabilidad en esta cuestión, esos son sin duda los departamentos de selección de laboral de las empresas. ¿Estás planteándote trabajar en este campo? Entonces, para poder gestionar el problema del edadismo laboral de forma profesional, no dejes de informarte sobre la posibilidad de realizar un buen curso de Gestión y Dirección de Recursos Humanos. Una herramienta imprescindible para saber cómo actuar en cualquier ocasión.
Es un dato increíble, facilitado por la Campaña Internacional contra el Edadismo a través de su informe «Iniciar una conversación sobre el edadismo». Y aún hay más: el mismo informe revela que en Europa, el porcentaje es mayor entre los más jóvenes. Por otra parte, según datos registrados por el INE durante el último trimestre de 2021, el edadismo laboral en España ha crecido de forma exponencial. Los datos cantan: el desempleo registrado entre los mayores de 55 años durante ese trimestre duplica el del año 2008 (13%, frente al 6% de entonces).
Las razones de este paradigma son muy variadas, pero podemos entrever algunas que resultan evidentes. A partir de una edad, son muchas las personas que no están dispuestas a aceptar salarios reducidos o pérdidas de derechos. Porque no es lo mismo vivir con tus padres y trabajar, que tener que pagarte una hipoteca o un alquiler y sacar adelante a tu familia, ¿verdad?
Pero eso no es todo. El edadismo laboral también tiene sus raíces en aspectos como la formación en tecnología, los nuevos perfiles laborales, la movilidad… Y tristemente, también la imagen. Seguro que has visto alguna de esas ofertas de trabajo que empiezan con eso de «somos una empresa joven y dinámica», o algo similar.. Da la sensación de que las personas mayores, por el simple hecho de serlo, no tienen sitio en esas empresas, oficinas o proyectos.
Puede que todavía te pille lejos esta situación, aunque también es posible que la estés sufriendo a través de padres o madres, familiares o conocidos. De cualquier manera, el edadismo laboral es un problema que nos afecta a todos. Porque más tarde o más temprano, con suerte alcanzaremos los 55 años… Y si no somos funcionarios o nos ha tocado la primitiva, corremos el riesgo de experimentarlo en carne propia. Por eso, es importante empezar a poner freno a esta práctica cuando antes.
No es fácil encontrar la manera de enfrentarse al problema. Además de cambiar nuestra perspectiva y nuestra forma de pensar ante los seniors (eso de «¡que se jubilen y nos dejen trabajar!» no es justo ni realista), también podemos actuar como profesionales. Por ejemplo, si trabajamos en el departamento de RRHH de una empresa, está en nuestras manos evitar esta práctica y apoyar a los trabajadores y trabajadoras de cualquier edad. Jóvenes o mayores.
Pero como muchas prácticas están ya implantadas, tanto en la forma de trabajar de las empresas como en nuestra propia mentalidad, es fundamental trabajar para intentar mejorarlas. Aunque parezca imposible, se puede conseguir: de hecho, la franja de población ocupada mayor de 55 años es muy superior en muchos países de Europa, que en España. Si ellos pueden, ¡nosotros también!
Si trabajar en un Departamento de Recursos Humanos (los famosos RRHH) es tu objetivo, ponte las pilas. Las viejas prácticas en los métodos de selección de los trabajadores y de gestión de plantillas están totalmente en desuso. Afortunadamente, hoy puedes matricularte en cursos profesionales de Gestión y Dirección de Recursos Humanos diseñados específicamente para dar impulso a tu carrera profesional. Y por supuesto, para superar hándicaps como el edadismo laboral, tanto si te afecta a ti como a los empleados de las empresas donde entres a trabajar.
Hoy día, los últimos acontecimientos a nivel mundial (léase pandemia) nos han enseñado que es posible trabajar, estudiar e incluso divertirse a distancia. Y todo gracias a la tecnología, que lleva todo tipo de ventajas a nuestras casas a través de los portátiles y los teléfonos móviles. De hecho, en los últimos tiempos la formación a distancia ha ganado un prestigio y una popularidad nunca antes vistos…
¿A dónde quiero llegar con esto? Muy sencillo: puedes formarte como gestor y director de RRH desde tu propia casa, gracias a la formación online. Con el curso de Campus Training tendrás todo tipo de ventajas: tutorías personalizadas, clases telepresenciales en directo que puedes volver a ver siempre que quieras, interacción con profes y compañeros, titulación propia de prestigio y diplomas en idiomas y Prevención de Riesgos Laborales…
Pero eso no es todo. Una vez finalizada tu formación, pasarás a realizar hasta 300 horas de prácticas en empresas reales. En ellas afrontarás todo tipo de retos, desde combatir prácticas como el edadismo laboral hasta manejar software para contabilidad, fiscalidad o facturación. Un aprendizaje que te sumergirá de lleno en el día a día de los profesionales y te permitirá rellenar el apartado «experiencia» de tu CV.
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