¿Cómo se hace una férula de descarga?

La férula de descarga es uno de los tratamientos más utilizados en odontología para proteger los dientes y la mandíbula frente a los efectos del bruxismo y otras alteraciones de la mordida. Consiste en un aparato de resina personalizada y hecho a medida según las necesidades de cada paciente que puede mejorar mucho su calidad de vida. En este artículo te contamos en detalle cómo se hace una férula de descarga y para qué sirve realmente.

Férula de descarga. Qué es y para qué sirve

La férula de descarga es un aparato dental rígido y personalizado para cada paciente a medida para su mandíbula. Está elaborado de resina acrílica transparente y mide entre dos y tres milímetros. Normalmente se coloca en la arcada superior aunque también puede hacerse en la inferior.

La función principal de una férula de descarga es ejercer una barrera física e impedir así que los dientes de arriba toquen a los de abajo directamente durante el tiempo que se usa. Por tanto protege la dentadura y la articulación temporomandibular (ATM) frente a problemas derivados del bruxismo que consiste en movimientos de apretar o rechinar los dientes de forma involuntaria, sobre todo durante la noche.

Este aparato está diseñado para que la arcada inferior de la boca encaje sobre la férula de manera perfecta para que el cierre no sea lesivo.

Como ya dijimos la férula de descarga tiene una serie de funciones. La principal y más importante es evitar el rechinamiento de dientes en las personas que padecen bruxismo pero también permite relajar la mandíbula y la articulación temporomandibular (ATM) y prevenir y frenar desgastes y fracturas en los dientes. En ocasiones la tensión muscular facial y cervical origina dolores en cabeza, cuello o mandíbula que se pueden prevenir y evitar con una férula de descarga.

Este dispositivo no elimina por sí el hábito de rechinar los dientes pero ejercer de barrera física para amortiguar los efectos de hacerlo. Usarlo de manera diaria y continuada evitar efectos indeseados por el bruxismo siempre que se cuente con la supervisión y consejo de un profesional de la odontología.

La férula de descarga se puede usar de noche pero también de día, aunque su uso más recomendado es el nocturno para que no interfiera con la estética o con la vocalización. De noche el bruxismo se hace más notable de manera inconsciente. Si se produce por estrés, también es recomendable llevarla durante el día pero depende de la recomendación del odontólogo.

La férula debe humedecerse con agua antes de colocarse sobre la arcada correspondiente ejerciendo presión con los dedos para colocarla sin apretar los dientes de arriba contra los de abajo para evitar romperla.
Debe limpiarse bien con agua y jabón cada vez que se quite con la ayuda de un cepillo especial. No se debe usar pasta de dientes para no romper o tintar la férula. Cuando no se use debe guardarse en su funda correspondiente. Una vez al mes se debe limpiar con una pastilla efervescente limpiadora en un vaso de agua, igual a las que se usan para prótesis dentales.

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¿Cómo saber si necesitas o no una férula de descarga?

Esta evaluación siempre debe hacerla el profesional de la odontología. Se debe emplear si presentas dientes desgastados limados o más cortos de lo habitual con fisuras o grietas en el esmalte. Si te duele la boca al morder, bostezar o abrirla, también puede ayudarte una férula de descarga. En el caso de chasquidos y sonidos en la mandíbula o dolores de cabeza en cuello, cabeza u oído por el bruxismo, también se recomienda usarla.

El bloqueo de la mandíbula y rechinamiento de los dientes son otros síntomas que puede corregir o mitigar la férula de descarga.

Además de la férula de descarga, existen otros tipos como las de de blanqueo dental, las de mantenimiento que se usan tras haber recibido tratamiento de ortodoncia o una intervención quirúrgica y evitan que la dentadura se mueva o las deportivas que se usan en deportes de gran impacto, como boxeo, hockey, o rugby. Evitan los golpes en la boca y protegen la dentadura de quien la lleva.

Ventajas de tener una férula de descarga

El bruxismo es un hábito involuntario con consecuencias negativas para la salud dental. Provoca el desgaste progresivo del esmalte y deja expuesta la capa interna del diente que se conoce como dentina. Como consecuencia la sensibilidad al ingerir alimentos muy fríos o calientes será mayor. Los dientes pueden fisurarse y fracturarse y además puede aparecer dolor y tensión muscular y articular además de dolor en cabeza, oído o mandíbula por la contractura constante de estos músculos.

Usar una férula de descarga para dormir puede solucionar algunos de estos problemas y además tiene una serie de ventajas como:

• Prevenir y disminuir el desgaste dental, así como la posible fractura de los dientes debido al roce constante.
• Evitar la tensión muscular. Una férula de descarga puede ayudar a mejorar la contractura constante de la musculatura masticatoria y relajar la mandíbula.
• Reducir o evitar dolores en cara, cuello, cabeza cervicales o de oído.
• Proteger la articulación temporomandibular (ATM) preveniendo y mejorando este tipo de trastornos
• Mejorar el descanso nocturno.

Cómo se hace una férula de descarga

La férula de descarga es uno de los tratamientos más utilizados en odontología para proteger los dientes y la articulación temporomandibular frente a los efectos del bruxismo y otras alteraciones de la mordida. Es un aparato que, aunque parece sencillo, requiere un proceso minucioso para elaborarse y ajustarse siempre con la supervisión de un profesional de la odontología. Estos son los pasos que se deben seguir para hacer una férula de descarga.

Estudio inicial.

Antes de hacer la férula es necesaria una exploración clínica detallada y un estudio completo de la boca, lo que incluye una exploración bucodental y la toma de radiografías. Tras este análisis, el odontólogo evalúa si el paciente presenta bruxismo, desgaste dental, dolores musculares o problemas en la articulación temporomandibular. También se valoran posibles maloclusiones y la salud general de la boca. Es una fase vital para determinar si la férula es el tratamiento adecuado.

Toma de impresiones.

El odontólogo toma impresiones (medidas) de los dientes del paciente, lo que servirá para fabricar la férula de manera personalizada. Para ello se utilizan cubetas especiales y materiales de impresión como alginato o silicona o con un escáner intraoral. Estas impresiones recogen con precisión la forma y la posición de los dientes. En algunos casos se hace un registro de mordida para conocer cómo encajan ambas arcadas al cerrar la boca.

Elaboración del modelo y de la férula.

Con las impresiones obtenidas, el laboratorio dental fabrica un modelo en yeso que reproduce fielmente la dentadura del paciente. Con el escáner intraoral usado por algunos odontólogos es posible crear un modelo digital en 3D y por tanto tener una férula más precisa. La férula se elabora por lo general con resina acrílica transparente, un material duro y resistente. El técnico dental emplea técnicas de termoconformado o colado de resina para moldear la férula sobre el modelo de yeso o digital. La férula debe cubrir los dientes de la arcada y ser cómoda y ajustable a la mandíbula.

Prueba y ajuste.

Una vez fabricada, el odontólogo prueba la férula en la boca del paciente y comprueba que encaje de manera correcta, sin movimientos indeseados ni puntos de presión excesiva. El siguiente paso es ajustar la oclusión, es decir, la forma en que los dientes superiores e inferiores entran en contacto con la férula para distribuir de manera equilibrada fuerzas de mordida y evitar sobrecargas.

Pulido y entrega.

Antes de entregarla al paciente la férula se debe pulir para eliminar aristas o rugosidades que puedan causar molestias. Finalmente, se entrega al paciente junto con las indicaciones de uso y cuidado. El odontólogo explica cuánto tiempo se debe llevar el aparato, cómo limpiarlo, qué precauciones se deben tener o cuándo acudir a revisión. Lo recomendable es usarla durante la noche, limpiarla después de cada uso y acudir a revisiones periódicas para comprobar su estado.

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Los objetivos del curso son conocer el sistema sanitario y la odontología, identificar el material sanitario y su limpieza, gestionar los historiales y burocracia de la clínica, conocer las funciones de cada figura en una clínica, manejar pruebas y muestras en odontología y conocer tipos de pruebas e intervenciones.

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