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Lo más importante a la hora de buscar un curso de tatuador (precio aparte) es, sin duda, que permita empezar a trabajar lo antes posible. Y por supuesto, que te proporcione la mejor formación para conseguir crear auténticas obras de arte. Te distinguirás por la calidad de tus tatuajes y tus diseños, y lograrás una buena cartera de clientes. ¡Descube cómo alcanzar tu meta!
El mundo tattoo es increíble. Hace unos 30 o 40 años, los tatuajes estaban reservados a la contracultura. El «ciudadano de a pie» miraba receloso el arte que se creaba directamente sobre la piel. Arte que, entonces, se identificaba con determinados personajes: marineros, legionarios o incluso aquellos que habían pasado por la cárcel. Nada más lejos de lo que sucede ahora: los tatuajes se han convertido en un medio de expresión personal, y están totalmente normalizados y universalizados.
Desde los tribales que causaron furor en la década de los 2000, hasta los neorrealistas que triunfan en la actualidad, los tatuajes se han ganado su sitio en nuestra sociedad. Cada vez son más las personas que deciden tatuarse, lo que ha aumentando exponencialmente la oferta laboral para los profesionales del sector. Así que si decides matricularte en un curso de tatuador, ¡enhorabuena! Es una estupenda opción laboral para artistas y mentes creativas.
A la hora de escoger un buen curso de tatuador, el precio no es lo único a tener en cuenta (aunque seguro que es una de tus principales inquietudes). Seguro que te suena el viejo dicho «lo barato, a veces, resulta caro». De nada te servirá matricularte en el curso más económico que encuentres, si después no aprendes lo necesario para desarrollar tu profesión.
Más aun, no hay que olvidar que el tatuador trabaja directamente sobre la piel de sus clientes. Cuando termine su obra, si no te gusta no podrás tirarla al contenedor, y listo: tendrás que vivir con ella para siempre, o hasta que inviertas más dinero (y más intervenciones sobre tu piel) para eliminarla. Por esta razón, merece la pena buscar una formación que te garantice que tu trabajo cumplirá todas las medidas de higiene y seguridad, y que su calidad será impecable.
Tras investigar los distintos centros y modalidades formativas, podemos señalar que el precio de un curso de tatuador está entre los 800 euros y los cerca de 7.000 euros. Esta enorme horquilla indica que hay muchos tipos de programas; desde los que se limitan a enseñar a utilizar el material y a reproducir diseños, hasta los que forman a los profesionales para desarrollar su talento y crear obras personalizadas (los artistas del tatuaje o tattoo artists, auténticos maestros).
El mundo de la tinta sobre la piel no se termina en el tatuaje puro y duro, como lo conocemos. Hay otros ámbitos donde se puede trabajar con esta técnica para lograr resultados muy interesantes. Por ejemplo, si te gusta la estética, puedes realizar un Curso de Tratamientos Estéticos, Micropigmentación y Tatuajes.
Esta formación aumentará muchísimo tus opciones de trabajo. Si ya eres un profesional de la estética, ampliarás considerablemente tu oferta de servicios; y si estás dando tus primeros pasos, podrás trabajar en estudios de tatuaje, clínicas de estética, centros de belleza, balnearios, spas… ¡Incluso podrías participar en producciones teatrales o audiovisuales! Y si lo que te gusta es el mundo del tatuaje, puedes empezar con esta formación y continuar más adelante con cursos especializados
Este tipo de cursos proporcionan una formación muy versátil. Con ellos aprenderás a preparar el material, el espacio y la cabina de tatuaje de acuerdo a todas las medidas de higiene.
También te habilitará para aplicar todas las medidas de seguridad y prevención de riesgos, de acuerdo con la normativa. Pero eso no es todo: estarás capacitado para diseñar programas y protocolos de estética para tus clientes, realizar distintos tratamientos estéticos, aplicar masajes linfáticos y estéticos…
Ahora ya sabes en qué consiste un curso de tatuador, su precio medio y las alternativas que existen (sobre todo, si quieres enfocar tu trayectoria laboral hacia el campo de la estética). Con esta última formación, las salidas laborales que se presentan ante ti son muy variadas. Podrás trabajar como:
No lo dudes: en este campo tan delicado, los buenos profesionales se cotizan, y mucho. Un buen esteticista y especialista en masaje estético es capaz de conseguir una cartera de clientes muy fiel. ¡A nadie le gusta ponerse en manos de cualquiera! Si te formas, trabajas duro y demuestras tu capacidad, no tardarás en formar parte de un equipo especializado. O podrás empezar tu propio negocio, sin tener que depender de otros.
Ya solo me queda darte unas pistas sobre cómo elegir ese curso que te abrirá las puertas al mundo laboral. La oferta es enorme, algo lógico en un sector donde cada día se necesitan buenos profesionales. Para que no te vuelvas loco a la hora de escoger, hay una serie de claves que harán que no te equivoques.
Es fundamental que el curso esté actualizado y te forme en lo último en técnicas y aparatos. Deberás tener formación en prevención de riesgos laborales, y asegurarte de que la formación está adaptada al Certificado de Profesionalidad Tratamientos estéticos (IMP250_3). En cuanto a la parte dedicada al tatuaje, lo mejor es que se se ajuste a al itinerario del Módulo Formativo MF0068_3 Tatuaje.
¿Algo más? Por supuesto: las prácticas en entorno «real» son esenciales para no presentarte a las entrevistas con el currículum vacío de experiencia. La mejor formación es la que te permite trabajar en el sector una vez hayas terminado la parte teórica (y cuentes con la titulación necesaria).
Realizar entre 60 y 300 horas de prácticas te dotará de la experiencia necesaria, y te ayudará a desarrollar tu aprendizaje en un nivel profesional.
Si realmente quieres dedicarte a esta profesión, puedes rellenar el formulario que aparece sobre estas líneas. No te llevará más de unos segundos y no incluye ningún compromiso por tu parte. Si lo haces, en menos de lo que piensas tendrás toda la información sobre un curso con todos los requisitos que te acabo de listar, y muchas otras ventajas. ¿Estás listo para apostar por tu futuro? Da el paso, ¡y a por todas!