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¿Cuáles son las funciones de un chapista? Si tu pasión por los coches va más allá de conducirlos y lo que quieres es ponerte a trastear con las manos, restaurar coches, motos y otros vehículos, un curso de chapa y pintura puede ser ideal para ti.
En este artículo te contamos en qué consiste el trabajo de estos profesionales: sus tareas diarias, sus salidas profesionales ¡y más!
Antes de nada, vamos a explicar quiénes son estos profesionales. Si le preguntas a alguien, es muy probable que solo sepa decirte que un chapista es la persona que arregla los golpes de un coche.
En efecto, los chapistas son mecánicos que trabajan eliminando abolladuras, sustituyendo partes de la carrocería, colocando las puertas, puliendo la pintura, etcétera.
Veamos en detalle cuáles son las funciones de chapista:
En cuando a las tareas de la parte de pintura, en tu día a día llevarás a cabo trabajos como los que enumeramos:
En ocasiones, es posible que también estés al cargo de lavar vehículos y ponerlos a punto para su entrega.
Además de estas tareas, como especialista en chapa y pintura también tendrás que realizar alguna tarea administrativa básica como, por ejemplo, la elaboración de presupuestos para peritaciones y reparaciones.
También es posible que tengas que hacer facturas, sobre todo si trabajas como autónomo y tienes tu propio negocio.
¡Fórmate en Las funciones de un chapista: profesionales mecánicos!
Descarga gratis la guía formativaComo ves, las funciones de chapista son muy variadas y se aplican a diversas partes de un vehículo. Pero la verdad es que esta profesión abarca más que las tareas mencionadas.
Para realizar las funciones de chapista es necesario desarrollar ciertas competencias, siendo la más importante la habilidad para los trabajos manuales y una gran capacidad de atención al detalle.
A continuación enumeramos una serie de características y habilidades que necesitarás tener para desempeñar adecuadamente tu trabajo de chapista.
Ser una persona paciente y demostrar constancia es fundamental para conseguir un buen acabado. Hay que prestar atención a los detalles y ser preciso y metódico.
El trabajo de chapista conlleva un desgaste físico, por lo que hace falta estar en buena forma física. Además, esta profesión no está indicada para personas que sufran problemas respiratorios.
Por otro lado, el estado de tu visión debe ser óptimo, ya que es posible que en algún taller de chapa y pintura te pidan una prueba para confirmar una buena visión de los colores.
Por norma general, el trabajo de chapista se realiza en interiores con luz artificial y en condiciones de suciedad y ruido, por eso es muy importante que tengas buena resistencia a la fatiga y puedas concentrarte en tareas de precisión a pesar del entorno.
Con el fin de reducir los riesgos laborales y de salud, deberás cumplir con la normativa establecida en materia de seguridad e higiene.
Esto implica utilizar monos de trabajo y máscaras para protegerte del polvo, la suciedad y la grasa; y en ocasiones cascos especiales para aislar el ruido.
Si te gustaría desarrollar de manera profesional las funciones de chapista, vas a necesitar una formación especializada, algo que podrás conseguir gracias a un buen curso de chapa y pintura. En este tipo de formaciones adquirirás los conocimientos que necesitas para conseguir trabajo de chapista.
En Campus Training podemos ayudarte con tus objetivos y, para ello, te ofrecemos un completo curso de chapa y pintura.
Echa un vistazo a los contenidos que estudiarás durante el curso:
Además de estos módulos, el programa de nuestro curso de chapa y pintura te ofrece formación adicional en prevención de riesgos laborales, protocolos de seguridad en la empresa y primeros auxilios, formación en idiomas y técnicas de estudio.
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Gracias a tus conocimientos, una vez tengas tu título en la mano podrás optar, entre otros, a estos puestos de trabajo en talleres de chapa y pintura:
Disfrutarás haciendo lo que te gusta al tiempo que recibes una remuneración atractiva. Ten en cuenta que el sueldo de chapista se sitúa en torno a los 16.000-19.000 euros anuales. No está mal, ¿verdad?
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