¿Merece la pena opositar a Justicia?

Si no tienes claro si merece la pena opositar a Justicia, en este artículo encontrarás todos los datos que necesitas para decidirte. Como verás, los pros superan ampliamente a los contras.

¡Sigue leyendo para conocer todos los detalles!

¿Cómo saber si merece la pena opositar a Justicia?

Antes de nada, hay que aclarar que nadie puede decidir por ti si merece o no la pena opositar a Justicia. Aquí entran en juego muchos aspectos subjetivos y circunstancias personales.

Lo que sí podemos hacer es analizar los factores objetivos que caracterizan a estos procesos selectivos, para que puedas llegar a una conclusión mejor fundamentada. Y es que, como cualquier otro tipo de oposiciones, tienen tanto aspectos positivos como negativos.

Empecemos por estos últimos.

¿Por qué no deberías preparar estas oposiciones?

Aunque no existen muchos motivos en contra, estas podrían ser algunas razones por las que no valdría la pena opositar a Justicia:

• Total falta de tiempo para estudiar: solo si te resulta absolutamente imposible sacar algunas horas a la semana para preparar la oposición, podrías tener una razón clara para no comprometerte. De todos modos, ten en cuenta que, la mayoría de las veces, el problema es la mala priorización de actividades o una organización poco eficiente.
• Tener otra vocación profesional muy definida: si tienes un gran interés en otra rama profesional, quizás merezca la pena que te centres más en ese ámbito que en el de Justicia. Ten en cuenta que prácticamente existe una oposición adecuada para cada vocación profesional. En este sentido, puedes echarle un vistazo al artículo en el que explicábamos cómo elegir oposición.

En los demás casos, es muy probable que sí pueda interesarte preparar este proceso selectivo. Veamos cuáles son sus ventajas más destacadas.

¿Por qué merece la pena opositar a Justicia?

Los principales motivos que nos llevarían a decir que merece la pena opositar a Justicia son los siguientes:

• Diversidad de opciones: dentro de las oposiciones de los cuerpos generales de Justicia, puedes elegir entre las plazas de Gestión, Tramitación y Auxilio, dependiendo de tu titulación académica y del tiempo que quieras dedicar a la preparación. De hecho, incluso podrías preparar dos de ellas al mismo tiempo, ya que comparten muchas materias.
• Posibilidad de promoción: una vez superada la oposición, podrás participar en los procesos de promoción interna para ascender a un cuerpo superior. Por ejemplo, de Auxilio a Tramitación, o de
• Tramitación a Gestión. Así no tendrás que competir con aspirantes externos y los exámenes serán más sencillos.
• Convocatorias regulares: las oposiciones de Justicia se convocan con bastante regularidad, dada la escasez de personal que suele existir en este sector. Por tanto, no te faltarán oportunidades para ponerte a prueba.
• Estabilidad laboral: como cualquier otra plaza de funcionario, las oposiciones de Justicia te garantizan total estabilidad laboral hasta el momento de tu jubilación. Salvo que cometas un delito u otra infracción grave, no tendrás que preocuparte de conseguir empleo nunca más.
• Son relativamente fáciles: aunque cualquier oposición requiere esfuerzo y una buena preparación, las de Justicia son bastante asequibles, sobre todo las de Auxilio y Tramitación. Los ratios son bastante aceptables, los temarios, sencillos, y predominan los exámenes tipo test.
• Salario y otras ventajas: pese a que no te harás rico/a, los sueldos son bastante atractivos, pudiendo acceder, además, a permisos, licencias y otros beneficios. Si quieres más detalles, échale un vistazo a estos artículos sobre salarios:
  • Sueldo de Auxilio Judicial.
  • Sueldo de Tramitación Procesal.
  • Sueldo de Gestión Procesal.

Como ves, las ventajas de preparar alguna de estas oposiciones de Justicia son bastante convincentes.

Consejos para superar estas oposiciones

Si quieres maximizar tus opciones de aprobar las oposiciones de Justicia, ten en cuenta las siguientes recomendaciones:

• Dedícales el tiempo suficiente: aunque no sean muy difíciles, estas oposiciones requieren un tiempo de preparación suficiente para llegar a las pruebas con ciertas garantías de éxito.
• Organiza y planifica tu preparación. En este sentido:
  • Márcate objetivos de temas a estudiar por días, semanas o meses.
  • Comprueba periódicamente si estás o no cumpliendo las metas. Haz los ajustes que sean necesarios.
  • Distribuye el tiempo de preparación entre las distintas tareas: subrayado, estudio, repaso, práctica con test, etc.
• Consigue un buen temario de Justicia: debe adecuarse a la convocatoria en vigor, estar bien redactado y permanentemente actualizado.
• Práctica: combina el estudio teórico y los repasos con una práctica regular con test de autoevaluación. También puedes hacer simulacros de exámenes de Justicia de vez en cuando.
• Descansa: tan importante como el tiempo de estudio es respetar las pausas y descansos necesarios. Si no lo haces así, tu productividad se verá muy mermada y corres el riesgo de abandonar la oposición. De hecho, deberías reservar al menos un día a la semana para desconectar totalmente de la preparación.
• Busca ayuda especializada: si puedes, matricúlate en una buena academia de oposiciones de Justicia. Y es que, aunque sea posible prepararse por libre, un buen centro especializado en oposiciones te ofrece numerosas ventajas:
  • Te proporciona materiales de estudio de calidad, siempre actualizados.
  • Te ofrece un sistema de preparación optimizado para maximizar tus opciones de aprobar.
  • Cuenta con profesores y tutores que podrán guiarte en el estudio y resolver todas tus dudas.

Tienes más consejos de estudio en el artículo que dedicamos a explicar cómo aprobar las oposiciones de Justicia.

Ahora que ya tienes todos los datos, ¿crees que merece la pena opositar a Justicia?

Si tu respuesta es «sí», no esperes más: empieza hoy mismo a prepararte para la próxima convocatoria y podrás conseguir tu objetivo antes de lo que te imaginas.

¡Ánimo y suerte!