
6 minutos
Si alguna vez te has preguntado qué hay que tener en cuenta antes de cambiar de oposición y cuáles son los desafíos que te encontrarás en una decisión de este tipo, en este artículo trataremos de resolver todas tus dudas.
Como ahora verás, no hay una respuesta válida para todas las personas, aunque sí hay ciertos criterios objetivos que te ayudarán en el proceso de decisión.
¡Sigue leyendo para conocer todos los detalles!
Como ya sabes, preparar oposiciones requiere constancia, esfuerzo y disciplina.
No es un camino fácil ni necesariamente rápido (aunque sea posible preparar una oposición en 3 meses). Pero, a cambio, puede proporcionarte una enorme recompensa: un puesto de trabajo para toda la vida, con buenas condiciones laborales y posibilidades de ascenso.
Por tanto, no es tan raro caer en el desánimo, sentirse abrumado o, incluso, plantearse abandonar la preparación.
En este sentido, una de las posibilidades que muchas personas barajan en algún momento del camino es la de cambiarse de oposición.
Ahora bien, esta es una decisión que no debe tomarse a la ligera. A continuación, veremos qué aspectos debes tener en cuenta antes de tomar una determinación definitiva.
Efectivamente, decidir entre cambiar de oposición o seguir con la que habías elegido inicialmente, es algo muy personal.
Nadie puede tomar esta decisión por ti y tampoco deberías hacerlo de forma impulsiva. En este sentido, aquí tienes algunos de los factores que te pueden ayudar a encontrar la mejor opción para ti:
A veces, plantearse un cambio de oposición es solo el síntoma de tener una estrategia de preparación incorrecta.
Por ejemplo:
Todo ello puede acabar causándote un agotamiento insoportable, falta de motivación y, en definitiva, ganas de cambiar de oposición (o, incluso, de renunciar completamente al sector público).
Otro aspecto por el que deberías preguntarte antes de cambiar de oposición es si ha habido o no algún cambio objetivo en las circunstancias que te llevaron a elegir el tipo de plaza por el que optaste inicialmente.
Estos son algunos casos habituales:
Por el contrario, si no se da ninguna de estas circunstancias, quizás sea mejor opción continuar con la preparación actual, introduciendo las mejoras que sean necesarias.
La tercera cuestión en la que deberías fijarte antes de cambiar de oposición es la de si tienes o no un «plan B» para dar los siguientes pasos.
En este sentido, no se trata de cambiar por cambiar, probando suerte en cualquier otro tipo de plaza sin tener una determinación clara de lo que quieres hacer. De hecho, esa es la mejor receta para volver a caer en el mismo error y abandonar de nuevo la preparación.
Por tanto, analiza muy bien tus motivaciones y busca alternativas realistas que creas que pueden satisfacerte.
Si llegas a la conclusión de que no hay opciones más interesantes (dentro o fuera del sector público), tal vez puedas plantearte continuar con la preparación.
Si no tienes muy claro en qué fijarte para elegir la mejor oposición para ti, tienes más información en el artículo enlazado.
Si, finalmente, te decides a cambiar de oposición, procura no cometer los mismos errores que en el primer intento.
De hecho, si sabes analizar objetivamente tus fallos y detectar los puntos débiles de tu estrategia, podrás avanzar mucho más rápido de lo que nunca te habías imaginado.
Dependiendo del caso, esto puede implicar:
En definitiva, ahora que ya sabes qué hay que tener en cuenta antes de cambiar de oposición, seguro que podrás tomar una decisión más acertada y, finalmente, acercarte más rápidamente a la meta.
¡Ánimo y suerte!
Comprobamos el contenido y la veracidad del conocimiento presentado en este artículo a través de nuestro proceso editoria y de verificación de la información, para asegurarnos de que sea preciso y confiable
Conoce el proceso editorialBibliografía
