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Más de uno nos hemos preguntado cuál es la diferencia entre deficiencia y discapacidad, puede que incluso hayamos empleado ambos términos como sinónimos pensando que compartían un significado común, sin embargo, deficiencia y discapacidad son conceptos distintos que aluden a diferentes cuestiones. Te contamos todo lo que necesitas saber al respecto.
Empecemos definiendo qué es la deficiencia, la palabra deficiencia procede del latín “deficientia” que a su vez procede del término “deficiens” que significa “fallar” o “carecer”.
Por tanto, cuando hablamos de deficiencia estamos hablando de la falta o insuficiencia de algo. Si este término lo extrapolamos al ámbito de las personas estamos aludiendo a una característica o condición de la que se carece o que hace a un individuo inferior en relación con lo normativo. Puede referirse tanto a una deficiencia física, como sensorial, intelectual o mental.
En el ámbito de la discapacidad el término deficiencia se utiliza para describir una condición o limitación específica que una persona puede tener.
Cuando hacemos referencia al término deficiencia estamos aludiendo a la pérdida o alteración, de forma permanente o temporal de la estructura de una función psicológica, anatómica o fisiológica.
Existen distintos tipos de deficiencia:
Una persona puede presentar una o combinaciones de diferentes tipos de deficiencias.
La palabra «discapacidad» proviene del término inglés «disability», que a su vez se deriva del latín «disabilitas». El término latino se compone de «dis-«, que indica negación o falta de algo, y «abilitas», que significa habilidad o capacidad.
La discapacidad se refiere a las limitaciones que una persona puede tener en su participación y funcionamiento en diversas áreas de la vida debido a una deficiencia, así como a las barreras y obstáculos presentes en su entorno.
Es importante comprender que la discapacidad no es una característica inherente de la persona, sino más bien el resultado de la interacción entre la deficiencia de la persona y las barreras del entorno.
Las discapacidades, al igual que las deficiencias, pueden ser de diferentes tipos, como físicas, sensoriales, intelectuales o mentales. Por ejemplo, una persona con una discapacidad física puede tener dificultades para moverse o realizar ciertas actividades debido a una deficiencia física, mientras que una persona con una discapacidad visual puede enfrentar desafíos en la percepción visual y el acceso a la información.
Cuando nos referimos al término discapacidad no aludimos solamente a una cuestión intrínseca a las capacidades individuales de la persona, sino también a cómo la sociedad y el entorno en el que vive pueden limitar o facilitar su participación plena. Las barreras pueden ser físicas, como la falta de accesibilidad en los edificios, o sociales, como la discriminación y la falta de inclusión.
Lo que diferencia la discapacidad de las deficiencias es que la primera se refiere a las limitaciones que una persona puede experimentar en el desempeño de actividades cotidianas como resultado de padecer una deficiencia.
Como planteamos en el apartado anterior el concepto de discapacidad es más amplio e incluye las barreras y dificultades que enfrenta una persona en la interacción con su entorno. Es decir, es el resultado de la interacción entre la deficiencia de una persona y las barreras físicas, sociales o actitudinales presentes en su entorno. Por ejemplo, una persona con deficiencia visual puede tener dificultades para leer o desplazarse si no se proporcionan adaptaciones o apoyos adecuados en su entorno.
En resumen, la deficiencia se refiere a una condición física, sensorial, intelectual o mental, mientras que la discapacidad se refiere a las limitaciones y barreras que una persona enfrenta en su vida diaria debido a esa deficiencia y a las circunstancias del entorno. La discapacidad se centra en las consecuencias funcionales y sociales de una deficiencia y puede variar según el entorno y las oportunidades de inclusión y participación que se brinden a la persona.
Normalmente, las personas que trabajan en este ámbito tienen que tener vocación de ayudar a los demás, así como una buena capacidad para tratar con las personas.
Por tanto, este tipo de trabajo puede ser adecuado para quienes vengan de los siguientes ámbitos profesionales:
A partir de ahí, puede ser recomendable especializarse a través de formaciones más específicas.
Aunque la oferta todavía no sea demasiado amplia, existen ciertos postgrados, así como cursos de servicios a la comunidad, que suelen incluir ciertos aspectos relacionados con la discapacidad.
Ahora ya sabes cuáles son las diferencias entre deficiencia y discapacidad, ¿te ha parecido interesante?
Sin duda, dedicarse a este ámbito puede resultar difícil, pero también muy satisfactorio a nivel personal y profesional.
¿No crees?