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Si estás preparando o piensas preparar unas oposiciones, seguro que eres consciente de la importancia de conocer bien la Constitución. La Carta Magna, de hecho, es una de las «bestias negras» de cualquier opositor u opositora. Su extensión y el hecho de no ser un documento precisamente entretenido convierten su estudio en un esfuerzo titánico. Por eso, queremos echarte un cable y analizar contigo cómo estudiar los artículos de la Constitución Española sin terminar como las maracas de Machín. ¿Estás listo? ¡Empezamos!
Hombre, tanto como morir… Pues tampoco. Pero es verdad que cuando imprimes el famoso «tocho» y lo pones sobre la mesa, se te cae el alma a los pies. Parece imposible aprenderse absolutamente todos los artículos de la Constitución Española. Y de hecho, a no ser que dediques tu vida a ella, lo es. Por eso, es importante despejar bien la cabeza y quedarse con algo fundamental: no te tendrás que aprender la Carta Magna con pelos y señales, pero sí asimilar bien los conceptos de cada artículo y la estructura general.
De todas formas, si estás preparando unas oposiciones por tu cuenta y riesgo o te estás planteando seriamente hacerlo, ve con cuidado. Es una tarea que requiere muchísimo esfuerzo, y sin una buena guía puedes perder el tiempo y terminar tirando la toalla. Mi consejo es que intentes buscar un buen curso para preparar oposiciones, actualizado, que puedas hacer online con clases telepresenciales y que te permita realizar muchos exámenes de prueba. No lo dudes: merece la pena.
¿Por dónde empezar a estudiar la Constitución? Pues lógicamente, por hacerte con el texto completo. Puedes descargarlo en PDF en la página oficial del BOE, o si te hace ilusión, comprarte el libro. Porque siento decirte que aunque no te lo tengas que estudiar al dedillo, sí tendrás que leerte todos y cada uno de los artículos de la Constitución Española. Y probablemente, más de una vez.
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Descarga gratis la guía formativaLa lectura, como comentábamos, es el primer paso. Lo más recomendable es leerse la Constitución al completo, en varios días. Dedica tus primeros días de estudio a leer el contenido de forma activa, intentando comprender bien lo que dice cada párrafo. Para ello, visualizar los contenidos suele ser de mucha ayuda. Quédate con este ejemplo:
El Artículo 3.3 de la Constitución dice: «La riqueza de las distintas modalidades lingüísticas de España es un patrimonio cultural que será objeto de especial respeto y protección.» Pues por ejemplo, puedes imaginar las distintas lenguas de España representadas por personas con trajes regionales, entrando en un edificio señorial con un letrero que diga: PATRIMONIO CULTURAL.
Basta con que visualices las escenas en el momento de la lectura, sin intentar recordarlas después. Cuando repases los contenidos, descubrirás que las visualizaciones se han quedado en tu mente y te resulta mucho más sencillo asimilarlas. Y durante el examen, es muy posible que tu mente relacione las preguntas con las imágenes de forma inmediata. ¡Perfecto!
Aunque no me gusta nada incentivar la tala de árboles para hacer papel, siento decirte que para estudiar los artículos de la Constitución Española es imprescindible poderlos subrayar. Si se te da bien hacerlo en el ordenador, genial; pero la mayoría de los opositores y opositoras prefieren hacerlo marcador en mano. Y dicho sea de paso, te ayudará a despegarte de la pantalla y a descansar la vista.
El subrayado es una parte fundamental del estudio. Sirve para quedarte con las ideas básicas y para hacer esquemas, imprescindibles en el proceso de aprendizaje. Utiliza distintos colores para subrayar los títulos, las palabras clave, las fechas, los listados… Así, después te será mucho más sencillo establecer una jerarquía para organizar los esquemas.
Durante el proceso de subrayado, como tendrás que entender bien lo que estás leyendo también estarás asimilando conceptos. Y lo mismo sucede con los esquemas. Estos métodos resultan mucho más eficaces que intentar memorizar todos los artículos de la Constitución Española a base de leer y leer. Y desde luego, mucho menos cansado y desalentador.
Lo primero que tendrás que asimilar cuando estudies la Carta Magna será su estructura y organización. Anota y quédate con las partes que la conforman. Empieza por memorizar la estructura; te será mucho más fácil organizar los conceptos si te has quedado con la organización básica el documento. Para ello, tendrás que tener en tus manos el Índice Sistemático de la Constitución.
Por ejemplo, puedes empezar memorizando las partes de las que consta el documento completo.
El paso siguiente será aprenderte los nombres de cada Título. Por ejemplo, el Título I habla De los derechos y deberes fundamentales. Así, poco a poco te irás creando un «árbol» en tu cabeza que te ayudará a estructurar el aprendizaje. Es mucho más práctico, entretenido y eficaz que memorizar título por título y artículo por artículo, ¿no te parece?
Cuando tengas ya asimilados los nombres de los Títulos, es el momento de aprender cómo van organizados los 169 artículos de la Constitución Española. Para ello, hay tres cosas que debes recordar:
Por último y cuando tengas ya la estructura clara en la cabeza, es el momento de ponerse con los conceptos fundamentales de cada artículo. También es importante que te quedes con las fechas y con los datos más relevantes. En estos procesos, las reglas nemotécnicas funcionan muy bien y ayudan a memorizar sin demasiado esfuerzo. Búscalas en google: hay muchas y muy prácticas.
Por ejemplo: el Artículo 12, contenido en el Título I, habla sobre la mayoría de edad. Pues quédate con esta idea: A los 12 años tendrás 18. ¿A que es fácil? Y así, poco a poco, irás trabajando con todos. No olvides anotar las reglas nemotécnicas que utilices para cada artículo y punto: así podrás repasarlas y pedir que te las pregunten.
Esto es solo una pequeña parte de lo que puedes conseguir si decides preparar las oposiciones con ayuda profesional. Este artículo es únicamente una ligera introducción; pero si rellenas el formulario que puedes ver a la derecha, contarás con la ayuda de los mejores docentes y expertos en técnicas de estudio. El mejor apoyo, sin duda, a la hora de afrontar las pruebas.
Los buenos cursos para preparar oposiciones a funcionarios de carrera pueden lograr «milagros». Sin un esfuerzo tan descomunal como el que tendrías que hacer estudiando por tu cuenta, te guían por el proceso y te mantienen informado sobre tus progresos mediante evaluaciones continuas. Apuesta por la formación y no te arrepentirás: tu futuro laboral está en juego.