Sólo en septiembre: curso de IA generativa ¡GRATIS!
6 minutos
Si no sabes en qué consiste el método de arrastre o cómo puede ayudarte para aprobar tu oposición, en este artículo encontrarás todas las respuestas.
Veremos sus ventajas y desventajas y lo compararemos con otros sistemas de estudio de oposiciones también muy populares.
¡Sigue leyendo para conocer todos los detalles!
En pocas palabras, el método de arrastre consiste en combinar el estudio de temas nuevos con el repaso de los ya estudiados anteriormente.
De este modo, a medida que vas avanzando en el estudio de nuevas materias, «arrastras» todo lo anterior, repasándolo continuamente.
Esto lo puedes aplicar al programa completo de la oposición o, quizás lo más razonable (sobre todo para programas largos), aplicarlo por bloques de temario.
Para entenderlo mejor, veamos un ejemplo concreto en el siguiente apartado.
Imagínate que, en tu oposición, tienes un bloque dedicado a la «Constitución y Derecho Administrativo», que abarca 20 temas.
Para aplicar el método de arrastre, una posible estrategia sería la siguiente:
Cuando hayas llegado al final de este primer bloque, puedes empezar con el segundo bloque del programa aplicando el mismo sistema.
Como decíamos, el sistema de arrastre admite muchas variantes a la hora de afrontar el estudio de una oposición.
Por ejemplo:
Como cualquier otro sistema de estudio de oposiciones, el método de arrastre tiene tanto aspectos positivos como negativos:
Como principales ventajas del sistema de arrastre, podemos destacar las siguientes:
Dentro de las posibles desventajas del método de arrastre para estudiar oposiciones, podemos mencionar las siguientes:
Frente al método de arrastre, otro de los más utilizados es el llamado «sistema de vueltas».
Su funcionamiento es todavía más sencillo: simplemente, se trata de estudiar los temas en orden, empezando por el primero, hasta llegar al último (ya sea del bloque o de todo el programa), sin intercalar ningún repaso.
Al llegar al final (es decir, al completar una «vuelta»), se empieza de nuevo por el tema uno.
Lógicamente, cada vuelta es más rápida que la anterior, ya que tendrás un mejor dominio de los contenidos a medida que vayas avanzando.
Este método tiene el inconveniente de que no recordarás tan bien lo estudiado anteriormente, sobre todo en las primeras vueltas.
A cambio, te permite tener una buena idea general de la magnitud y dificultad del programa, algo que puede ser muy tranquilizador para muchas personas.
En cualquier caso, es difícil decir si es mejor el sistema de arrastre o el sistema de vueltas.
Todo depende de tus preferencias personales, de lo que mejor te funcione en la práctica, de la amplitud del temario y de la dedicación que puedas tener a la oposición.
Así, por ejemplo, si puedes estudiar a jornada completa, todos los días, puede que te vaya bien el método de vueltas. Por el contrario, si tienes que combinar el estudio con un trabajo o si solo lo haces en días específicos, quizás te convenga más el de arrastre.
Por supuesto, también puedes combinar ambos sistemas.
Por ejemplo, haciendo una primera pasada completa con el sistema de arrastre y, después, revisiones rápidas con el sistema de vueltas.
En definitiva, el sistema de arrastre es una muy buena forma de afrontar el estudio de una oposición y un gran aliado para combatir el efecto de la «curva del olvido».
En cualquier caso, lo realmente importante es que te sientas cómodo con la estrategia que elijas y que, sobre todo, puedas mantener la constancia durante todo el proceso de preparación.
Comprobamos el contenido y la veracidad del conocimiento presentado en este artículo a través de nuestro proceso editoria y de verificación de la información, para asegurarnos de que sea preciso y confiable
Conoce el proceso editorialBibliografía