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¿Sabes en qué consiste, exactamente, el concepto de educación musical y qué tipos de conocimientos y habilidades comprende?
En este artículo veremos cómo se define, cuáles son sus diferentes componentes y por qué es esencial para la formación integral de niños y niñas.
¡Sigue leyendo si quieres conocer todos los detalles!
Efectivamente, esta es un área imprescindible del currículo escolar, ya que se trata de un medio de expresión y de comunicación que contribuye a la formación integral del individuo desde los niveles educativos iniciales.
El concepto de educación musical puede definirse como la transmisión de habilidades y conocimientos musicales que ayuda a establecer un puente comunicativo entre el alumno y la música.
Los encargados de dirigir dicha transmisión y fomentarla son los/las maestros/as o profesores/as.
La importancia de la educación musical está hoy fuera de toda duda. Y es que la música es, con toda seguridad, el arte más extendido a nivel masivo y el que las personas disfrutan con más frecuencia.
La encontramos casi en cualquier parte, momento y situación.
De hecho, nos acompaña desde tiempo inmemorial. Ha estado ligada a la historia de la humanidad desde los hombres primitivos. Civilizaciones antiguas, como la griega, la romana y la china, dieron un valor primordial a la educación musical como factor necesario para la formación integral de la persona.
Hoy en día, se observa en nuestra sociedad un creciente interés por la formación en este lenguaje de comunicación que nos caracteriza como seres humanos.
Por ello, la especialidad de música forma parte de los planes educativos y, en consecuencia, de las oposiciones de Educación al cuerpo de maestros y profesores.
En este sentido, la contribución de la educación musical es relevante en los siguientes tipos de aprendizajes:
De ahí que se ponga el acento en su característica formativa «integral».
Con carácter general, el concepto de educación musical engloba todos los procesos de enseñanza y aprendizaje relacionados con la música, tanto en las distintas etapas de la educación obligatoria, como en las escuelas de música, conservatorios, universidades, etc.
Esta disciplina educativa gira en torno a los componentes esenciales de la música. Por tanto, podríamos decir que enseña conceptos relacionados con la melodía, el ritmo, la armonía y los matices musicales, entre otros.
Veamos brevemente en qué consiste cada uno de ellos:
Es la sucesión de sonidos musicales o tonos de diferente altura, que componen una unidad coherente de sentido musical con un significado dentro de un contexto sonoro.
Se caracteriza por su influencia en la dimensión afectiva y emocional de la persona.
Así, la música, a través de sus melodías, pone en marcha mecanismos neuronales que activan emociones y sentimientos. Puede producirnos alegría, tristeza, evocarnos recuerdos, etc.
Por lo tanto, según diversos autores, la melodía educa principalmente nuestra sensibilidad.
Dentro del concepto de educación musical, el ritmo se refiere a la forma en la que se suceden los sonidos a lo largo del tiempo, con una repetición periódica y un patrón determinado en un intervalo concreto de tiempo.
Algunos de los elementos que lo componen son la duración del sonido y sus subdivisiones, el compás, la métrica, el pulso y el acento. Incluye pausas y silencios.
En el plano educativo, se utiliza el carácter fisiológico que tiene este componente de la música, indispensable para el desarrollo psicomotor y la expresión corporal.
Es el efecto que se produce cuando dos o más notas distintas suenan a la vez.
Dentro del concepto de educación musical, el estudio de la armonía enseña a construir los acordes (varias notas diferentes que suenan de forma simultánea), sus combinaciones y la relación que existe entre ellos.
Es el soporte que sostiene a la melodía.
Por tanto, se refiere al aspecto «vertical» de la música, mientras que la melodía constituye su aspecto «horizontal».
Tienes más detalles en el artículo que dedicamos a explicar la diferencia entre armonía y melodía.
Podría decirse que la armonía tiene un componente, sobre todo, intelectual. Por tanto, su ejercicio estimula el universo cognitivo, fomentando la creatividad, la imaginación y el ingenio. Además, permite el desarrollo de la concentración y la memoria musical.
Indican el grado o nivel de intensidad o de tiempo o duración con el que debe ejecutarse un determinado fragmento musical.
Se denominan matices dinámicos a los de intensidad y agógicos a los de tempo o duración.
Como hemos visto, la educación musical está estrechamente vinculada a la evolución intelectual y psicomotriz de la persona.
Así, algunos de sus beneficios más destacados en las etapas de enseñanza obligatoria son los siguientes:
La cantidad de beneficios que reporta la educación musical a la formación de la persona hace indispensable su presencia dentro del diseño curricular base de cualquier sistema educativo.
Como hemos visto, es una materia creativa y divertida, que estimula el desarrollo cognitivo, emocional y social en niños y adolescentes, al tiempo que les proporciona cierta disciplina.
Ahora que ya conoces más a fondo el concepto de educación musical, ¿te interesaría trabajar en este ámbito?
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