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Sin duda, dominar la técnica del viraje en natación es fundamental para los deportistas profesionales, pero también para conseguir mejores marcas en las pruebas físicas de algunas oposiciones o, simplemente, para disfrutar más de esta disciplina.
Pese a que pueda parecer difícil, si conoces el procedimiento paso a paso y lo entrenas adecuadamente, no tardarás en dominarlo.
¡Te lo explicamos en detalle a continuación!
Aunque seguro que ya lo sabes, el viraje en natación es el proceso de dar la vuelta debajo del agua al llegar al final de la piscina, sin detenerse, para cambiar el sentido del desplazamiento y volver al punto de partida.
Como decíamos al inicio, la principal razón para aprender a hacer el viraje en natación es ganar tiempo en el cambio de sentido, al llegar al final de la calle en la piscina.
Por tanto, esto es absolutamente imprescindible en el deporte profesional, ya sea en natación, en triatlón o en cualquier otro deporte que incluya pruebas en piscina. Es imposible que un deportista pueda obtener una buena marca si no domina la técnica del viraje o volteo.
En lo que se refiere a las pruebas físicas de las oposiciones, y siempre que las bases lo permitan, saber ejecutar el viraje puede hacerte ganar unos segundos decisivos para superar el proceso selectivo y conseguir plaza.
Por otra parte, si simplemente eres aficionado a la natación, conocer esta técnica puede servirte para hacer entrenamientos más eficientes y disfrutar de la satisfacción personal que conlleva el alcanzar un estilo más depurado.
El procedimiento, paso a paso, para ejecutar un buen viraje en natación es el siguiente:
Para esta primera fase de preparación del viraje en natación, existen dos aspectos fundamentales:
Lógicamente, estos dos factores solo se llegan a dominar plenamente con la práctica atenta y reiterada.
El viraje propiamente dicho se inicia con un fuerte impulso de las piernas (patada de mariposa), al tiempo que se pegan los brazos al cuerpo y se baja la barbilla.
En esta posición, el impulso de las piernas y la inclinación de la barbilla empujarán tu cabeza y tronco hacia el fondo de la piscina, adoptando una posición similar a la de sentado (cabeza abajo).
Desde la posición anterior, y todavía impulsado por la patada de mariposa, empezarás a agrupar el cuerpo, acercando el tronco a las piernas y flexionando las rodillas.
De este modo, lograrás completar la «voltereta», quedando en una posición boca arriba (decúbito supino), todavía sumergido y con las piernas flexionadas.
Si has calculado bien la distancia, la fuerza del impulso inicial y la posición del cuerpo, tus pies llegarán a tocar la pared lateral del vaso de la piscina con las piernas flexionadas.
En ese momento, procederás a impulsarte con fuerza en la pared, estirando las piernas.
En el momento de impulsarte en la pared, procederás a estirar los brazos por delante de la cabeza, uniendo las manos para minimizar la resistencia al avance. También las piernas y los pies deben estirarse y juntarse lo más posible.
Progresivamente, tendrás que utilizar la posición de brazos y manos para empezar a girar el cuerpo sobre el eje longitudinal. De este modo, pasarás de la posición decúbito supino a prono (boca abajo).
Una vez en la posición correcta, podrás darte un nuevo impulso con las piernas, para prolongar el efecto del empuje desde la pared.
Cuando, finalmente, la flotación te devuelva a la superficie, reanudarás las brazadas del modo habitual.
Algunos de los errores más frecuentes al ejecutar un viraje en natación son los siguientes:
Para poder visualizar bien estos errores, lo ideal es que cuentes con un entrenador que te observe desde el exterior de la piscina o, al menos, que te grabes a ti mismo/a mientras prácticas.
Si estás empezando a practicar el viraje en natación, no trates de entrenar el movimiento al completo. Mejor, divídelo en los pasos que hemos visto y entrena cada uno por separado, hasta dominarlos plenamente.
No tengas prisa por unir los distintos pasos en un proceso continuo.
Si puedes, trabaja con un entrenador de natación o fórmate con cursos específicos. Si, además, quieres poder enseñar la técnica del viraje a otras personas, procura formarte de forma adecuada.
En este sentido, un buen recurso que puede complementar tus conocimientos es el Curso de Personal Trainer y Nutrición Deportiva de Campus Training, que se adapta al certificado AFDA0210 y está avalado por la Federación Española de Fitness (FEF).
En definitiva, saber ejecutar un buen viraje en natación es una habilidad que puede mejorar exponencialmente tus marcas en la piscina. Por tanto, merece la pena que dediques tiempo y esfuerzo a dominarla de forma adecuada.
¡Disfruta los entrenamientos!